La faena bovina en Paraguay muestra señales de recuperación este año y cerraría el 2025 con cerca de 2.3 millones de cabezas faenadas, según el análisis de Productiva C&M, con base en las estadísticas del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). De enero a octubre ya fueron procesadas 1.901.799 cabezas, lo que arroja un promedio mensual de 190.179 animales, por encima de la media del año pasado. Si se mantiene este ritmo, este año culminaría con 2.282.158 cabezas faenadas, superior a los 2.213.203 registrados en 2024.
Lo faenado hasta octubre representa un incremento del 3,3 %, en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando fueron faenados 1.841.212 bovinos, y confirma un repunte del movimiento industrial, tras un periodo de leve desaceleración en la actividad cárnica.
El promedio mensual de la faena hasta ahora (190.179 cabezas) ya supera la media del 2024 (184.121 cabezas), por lo que, al hacer la proyección por los dos meses que aún quedan, este 2025 cerraría con un nivel de abatimiento de 2.282.158 cabezas, que equivaldría a 3,1 % de incremento.
En este contexto, la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC), en un comunicado emitido este 12 de noviembre, en el que garantiza el abastecimiento de carne en el mercado interno, afirma que es importante aclarar que la faena se encuentra limitada por la disponibilidad de materia prima, es decir, por el tamaño del hato ganadero. En este sentido, un aumento sostenido de la producción dependerá de mejoras estructurales a lo largo de toda la cadena, más que de factores coyunturales o decisiones de mercado.
En este mismo sentido, el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Dr. José Carlos Martin Camperchioli, había señalado hace unos meses a Productiva que el país enfrenta un desafío estructural: el estancamiento del hato ganadero nacional.
“De manera urgente debemos implementar políticas que permitan aumentar el hato ganadero. Hoy vemos cómo ampliamos la llegada de nuestra carne, pero tengamos en cuenta que la producción de terneros se mantuvo estancada durante la última década, mientras que el acceso a consumidores internacionales de carne bovina casi se triplicó”, señaló en conversación con Productiva C&M.
Camperchioli destacó en aquel entonces que la actual “súper producción de engorde para la faena” no se sostiene en el tiempo, si no se fortalece la base reproductiva. “Estamos produciendo la misma cantidad de terneros que en 2015. Necesitamos políticas para el aumento del hato ganadero, que no sea pan para hoy y hambre para mañana”, enfatizó.
El titular de Senacsa remarcó que la ganadería es un sector de planificación a largo plazo, con horizontes que van de tres años para el corto plazo, hasta más de una década para el largo. “No existe una fórmula mágica, sino la obligación de mirar al futuro con responsabilidad”, puntualizó.
En cuanto a las proyecciones, el Dr. Camperchioli adelantó que la recuperación del hato ganadero podría comenzar recién en 2027, siempre que se concreten los programas y políticas necesarias para el crecimiento del sector. “Nuestra proyección indica una disminución del hato en 2025, y probablemente también en 2026, pero esperamos repuntar en 2027”, afirmó.
El sector industrial proyecta un año de mayor faena y advierte, al igual que la autoridad sanitaria, que el reto de fondo está en aumentar la base ganadera para mantener el abastecimiento del mercado interno, sostener la expansión exportadora y mantener el liderazgo de Paraguay en los mercados internacionales de carne bovina.