Dentro de un contexto general donde la oferta mundial de la oleaginosa continúa superando al consumo, el mercado de la soja opera cerca de la estabilidad siguiendo de cerca los factores con posibilidad de mover las cotizaciones, como el pedido del gobierno estadounidense para que China aumente compras y el nuevo mandato de biocombustibles en EE. UU., según el informe de estimación del mes de septiembre de la zafra 2025/26 de la consultora Stonex.

 

El informe señala que en agosto llegaron datos muy positivos para la campaña 2025/26 en EE. UU., tanto el USDA como Stonex estimaron un rendimiento promedio nacional de 3,6 t/ha. Sin embargo, el USDA sorprendió al recortar en 1 millón de hectáreas el área de siembra de la oleaginosa, lo que limita el avance de la producción aun con un rendimiento récord.

 

Pese a algunas preocupaciones por lluvias más intensas y temperaturas más bajas en ciertas regiones, las condiciones del cultivo en EE. UU. siguen siendo sólidas; en la semana cerrada el 24 de agosto, la proporción en estado de buena a excelente mejoró 1 punto y alcanzó el 69%, muy por encima del promedio a cinco años (61%) y también del registro del año pasado (67%).

 

Aun con una cosecha estimada en 116,8 millones de toneladas, no se anticipa un fuerte ajuste del balance de oferta y demanda. Si bien hay buenas perspectivas para la molienda (crushing), persisten incertidumbres en la política de biocombustibles, como la posible exención para pequeñas refinerías y eventuales compensaciones para las grandes.

 

Stonex menciona que persisten las dudas sobre los envíos estadounidenses, donde China todavía no ha comprado soja de la nueva cosecha, recordando que el pico de embarques de EE. UU. suele concentrarse en el último trimestre, justo tras la cosecha.

 

Con la producción récord de Brasil este año, de 168 millones de toneladas según Stonex, China mantiene un ritmo elevado de compras de soja brasileña en un marco de tensiones comerciales. La falta de señales de un encuentro entre el presidente chino y Trump reduce la probabilidad de un acuerdo amplio que involucre directamente al mercado de la soja.

 

Además, China viene incrementando compras de Argentina y Uruguay para la campaña 2025/26, lo que añade presión sobre las ventas externas de EE. UU. y, a la vez, funciona como estrategia de cobertura ante un eventual empeoramiento de las tensiones con el gobierno de Trump. Este movimiento es consistente con la prioridad permanente de Beijing por su seguridad alimentaria; a ello se suma que, además de la cosecha récord en Brasil, Argentina y Uruguay también tuvieron campañas favorables, habilitando mayores compras chinas, sostiene el informe.

 

En cuanto a la producción de Brasil, la consultora dice que el clima pasa a primer plano de cara al inicio de la siembra 2025/26. Se prevén lluvias en la región Sur en las próximas semanas, con precipitaciones extendiéndose luego al Sudeste y Centro-Oeste, zonas vecinas a suelos paraguayos.

 

En paralelo, el mercado monitorea la posible presencia de La Niña en primavera. La probabilidad para septiembre de 2025 a enero de 2026 se ubica entre 50% y 60%, todavía relativamente baja, y en principio no se proyecta evento de baja intensidad. Aun así, un patrón más seco asociado a La Niña sería un foco de atención para el sur de Brasil y también para Argentina, donde la siembra comienza más tarde, en la segunda mitad de octubre.

 

En el corto plazo, dice el reporte, que la atención seguirá puesta en el avance de la cosecha en EE. UU., con estimaciones privadas que deberían actualizarse antes del informe oficial del USDA del 12 de septiembre. Al mismo tiempo, el clima en Brasil ganará protagonismo por el calendario de siembra 2025/26, así como en Paraguay.

 

[Foto: Cosecha de soja/ Archivo/ Productiva C&M]