Luego de tres años de arduo trabajo en la última campaña se pudo ver el resultado en conjunto del proceso de estabilización de las parcelas con rendimiento promedio de 3.200 kilos por hectárea de soja y ensayos de maíz zafriña de 5.000 kg/ha, mencionó en Nación Productiva Javier Gaiser, director de Lomita S.A., unidad productiva ubicada en la zona de Mbuyapey, departamento de Paraguarí.

 

Agregó que se pudieron cultivar 300 hectáreas de canola en este invierno e implantar por primera vez cultivos de servicios para este nuevo ciclo agrícola. Además, informó, que han cerrado un acuerdo con la firma Genética Don Mario para realizar pruebas de variedades de soja para la zona.

 

Gaiser comentó que la sociedad desembarcó en el 2021 a Paraguay con la adquisición de un campo de suelos bajos en el noveno departamento con el propósito de desarrollar para actividades agrícolas, lo cual se concretó en el 2024. “Contamos con 1.500 hectáreas agrícolas y el campo está 100% desarrollado”, acotó.

 

Explicó que en la última campaña el rinde promedio fue de 3.200 kilos por hectárea en soja zafra y de 1.500, en soja zafriña, producto de una seca que afectó sobre todo los meses de enero y febrero. Agregó que también realizaron algunos ensayos de maíz, con buenos resultados, llegando a 5000 kilos por hectárea. “Es muy alentador para nosotros; no veníamos haciendo tanto maíz, pero la idea es tener más participación de este cereal sobre todo en zafriña”, resaltó.

 

Señaló que en este invierno cultivaron 300 hectáreas de canola, como rubro de renta y el resto a cultivos de servicio, un 80 % avena, 25% a centeno y un 5% a vicia. Explicó que es el primer año que se pudo sembrar cobertura y que la idea es mover cada vez menos el suelo.

 

Gaiser comentó que cuando empezó el proyecto, la expectativa era diferente en cuanto a tiempo. Acotó que la necesidad económica de tener un retorno rápido llevó a una situación de acelerar el desarrollo. “El campo nos enseñó que tiene un proceso y tenemos que ser paciente, sobre todo lo que es el resultado del encalado, es a mediano y largo plazo, los ajustes también son a mediano y a largo plazo”, enfatizó.

 

Destacó que recién en la campaña pasada se pudo ver el resultado conjunto de los trabajos de drenaje más el proceso que se hizo para la estabilización del suelo. “Se empezó a ver el resultado de ese conjunto después de tres años de trabajo arduo”, expresó.

 

El proceso para desarrollar el campo tuvo varios desafíos, uno de ellos fue el encharcamiento puntual de los lotes. “La única manera de poder solucionar, fueron los camellones que primero tuvieron un ancho inicial más estrecho, luego se ensanchó y funciona hoy muy bien las seis líneas de siembra sobre esos camellones. Hoy creemos que llegamos a ese punto que no hay nada mejor, hasta el día de mañana hasta donde nos sorprenda algo”, mencionó.

 

Resaltó que actualmente las parcelas están bastante estabilizadas en cuanto a drenaje. “Dividiría en dos grandes etapas un drenaje macro que nos permitió producir y después sobre eso fuimos haciendo muchísimos ajustes, 50% en cada etapa, porque mucho se tuvo que ajustar”, explicó.

 

[Foto: Javier Gaiser / Archivo / Productiva C&M]