Para varios productores del norte la zafra 2025/26 se constituye en una campaña bisagra, ya que de este ciclo productivo depende la permanencia de muchas familias en la actividad agrícola, expresó a Productiva Víctor Penayo, productor de la zona de General Resquín, quien lamentó, además, que muchos agricultores de distintas generaciones ya salieron del rubro y pusieron en ventas sus propiedades. Agregó que otros también analizan como alternativa la idea de cambiar de actividad o de cultivos, al tiempo de solicitar herramientas financieras flexibles para poder manejar las deudas atrasadas.

 

Si bien la campaña agrícola 2025/2026 arranca dentro de un escenario ideal en cuanto a comportamiento climático, la preocupación de muchos productores norteños sigue latente tras varios años de malas cosechas y esta nueva campaña puede ser el punto de inflexión para varios, ya que la mayoría está en el límite para poder permanecer en el rubro debido a las deudas acumuladas.

 

“Estuvimos hablando de que este va a ser el cuarto año que pasamos muy mal y de qué vamos a hacer, si este año no pinta bien la cosa, vamos a tener que salir del rubro porque ya salió mucha gente; si vos te vas por ruta PY 08, camino a San Pedro, ves carteles que dicen ‘vendo esta propiedad’ o ‘vendo todo’; lastimosamente, es triste ver eso”, lamentó.

 

Asimismo, reclamó la falta de acompañamiento para manejar las deudas arrastradas de las zafras pasadas. “No tenemos ningún tipo de apoyo, nosotros no queremos condonación de deudas, pero necesitamos flexibilidad para seguir trabajando, queremos plazos para continuar en el rubro”, enfatizó.

 

Penayo recalcó que el productor sampedrano necesita con suma urgencia una buena campaña para no verse obligado a salir del rubro tras cuatro campañas complicadas. Agregó que muchos productores analizan la posibilidad de cambiar de rubro o buscar otros cultivos que puedan realizar sin la necesidad de que esto implique nuevas inversiones.

 

“Hay que ser sinceros, la situación no está bien, estuve hablando con muchos productores y proveedores, para muchos la salida es tratar de diversificar con productos que sí se pueden cosechar con maquinarias que ya tenemos”, acotó.

 

A todo esto se suma la incertidumbre con el precio de la soja, lo que, según el productor, imposibilita realizar una proyección de la presente campaña agrícola y tratar de acomodar las finanzas.

 

“Soy la tercera generación de agricultores y me gustaría que mis hijos continúen en el rubro, que podamos cuidar la tierra y seguir trabajando formalmente”, concluyó.

 

[Foto: cultivo de soja / Gentileza Víctor Penayo]