El Ing. Agr. Osmar Arias, responsable del área de Investigación y Desarrollo en el segmento de insecticidas de Corteva Agriscience, mencionó en Nación Productiva que la condición climática es el principal factor para la aparición de los insectos en las parcelas y que este año, en el arranque de la zafra, con las temperaturas favorables existe un clima propicio para su aparición, por lo que recomendó realizar un monitoreo minucioso, la correcta identificación y una táctica adecuada para un control efectivo. Agregó que las tres principales plagas en el cultivo de la soja son: la mosca blanca, los trips y las chinches.
El profesional recomendó realizar un monitoreo adecuado y minucioso en este inicio de zafra, más allá de considerar el historial de plagas del año anterior. Aunque en 2024 hubo vaquitas, moscas blancas y trips, las condiciones climáticas actuales y temperaturas favorables pueden influir en la aparición de plagas de manera diferente, por lo que requieren una atención específica y control minucioso.
“El manejo anticipado se logra con monitoreo adecuado, una identificación correcta, elegir una táctica que sea la más eficaz, y usar la tecnología de aplicación”, acotó y agregó que cada año es diferente, ya que a veces se repiten las mismas plagas y en otras ocasiones se suman dentro del complejo.
Las condiciones climáticas actuales son propicias para la aparición de orugas, incluyendo defoliadoras y aquellas que atacan otras partes del cultivo, como el complejo Spodoptera. Ya hay reportes en el norte de Alto Paraná y Canindeyú. Plagas como Epinotia aporema o Crocidosema aporema, que son mariposas pequeñas que atacan la parte apical de la soja, pueden ser difíciles de monitorear, ya que el daño se evidencia cuando la oruga ya actuó y causan la reducción del potencial productivo al dañar el ápice y provocar brotes laterales.
Señaló que el historial de cultivos de cobertura de invierno suele ser similar año tras año (trigo, avena, nabo, canola, etc.), por lo que los cambios en las condiciones climáticas son generalmente el factor que más influye en la dinámica de plagas. Entender y comprender el comportamiento de los insectos en respuesta a estas condiciones es clave para encarar un manejo apropiado y elegir la táctica más eficaz, aprovechando las herramientas disponibles para su manejo.
Según el profesional, en el cultivo de soja hay tres plagas principales: las moscas blancas, los trips y las chinches.
La mosca blanca es una plaga de difícil control, debido a su rápido ciclo de vida y tolerancia a varios principios activos. Existen biotipos distintos, como el B y el U, ya reportados en soja por el IPTA, que presentan diferentes niveles de susceptibilidad, lo que complica aún más su manejo efectivo, explicó Arias.
Los trips, por su parte, son una plaga con dinámica y biología particulares, ciclos cortos (siete días de huevo a adulto) y presencia en diferentes etapas y ubicaciones (en planta y en suelo en fase de pupa). Esto requiere aplicaciones más frecuentes y estrategias específicas, ya que los productos colocados en la parte aérea no afectan las pupas en el suelo, por lo que complica su control efectivo. “En siete días vos tenés una generación nueva y necesitas hacer una frecuencia de aplicaciones”, manifestó.
Por último, apuntó que las chinches siempre aparecen a final de ciclo y también son de difícil control, por lo que el profesional recalcó la importancia de que todos los productores hagan un monitoreo estricto.
El profesional mencionó que la dinámica poblacional de las plagas se ve influenciada por el manejo realizado en el campo. A veces, al controlar plagas específicas como la mosca blanca, se aplican productos que impactan indirectamente a otras plagas presentes en el agroecosistema.
“Esas plagas indirectamente se van adaptando a esos manejos que se van dando y de repente ocurre una explosión de población y son incontrolables, pero eso ocurre, generalmente, por el manejo que veníamos haciendo y causa problemas de un año para otro”, afirmó.
Enfatizó que desde la firma cuentan con herramientas para proteger la productividad del cultivo. “En soja, principalmente para trips, estamos con las espinosinas con buenos resultados y para las orugas también están dentro del porfolio, en mezcla con metoxifenocide, que ayudan a atar una sinergia y, en algunos casos, algunas especies que se escapan al activo de espinosinas son controladas por el metoxifenocide. Para trips y para orugas tenemos esos activos”, resaltó.
Para controlar chinches destacó el sulfoxaflor con resultados positivos. “El Expedition estamos teniendo siempre dentro de porfolio de nuestra empresa”, subrayó.
Agregó que están preparando para lanzar al mercado productos con nuevos ingredientes activos tanto para insectos succionadores como cortadores. Asimismo, resaltó la importancia de buen tratamiento de semillas para evitar perder el stand de plantas a inicios de la zafra.
“En tratamiento de semillas, obviamente, estamos en lanzamiento con el Demarcor que ya viene con una mezcla pronta de insecticidas y fungicidas juntos para el tratamiento de semillas, que es bastante eficaz; ya venimos trabajando hace tres años”, concluyó.
[Foto: mosca blanca / imagen ilustrativa]