El Ing. Agr. Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), expresó en Nación Productiva que pese a ser un mercado pequeño para Paraguay y con el afán de no perder ningún destino, se trabajó, en conjunto con Capeco y Cappro, en un sistema para comercializar la soja nacional a la Unión Europea, el SISE, aunque reconoció que hay dificultad operativa y el cumplimiento del 100 % de la segregación requerida por el Reglamento 1115. Agregó que el sobrecosto de la implementación del sistema de trazabilidad puede representar USD 160 millones para Paraguay cuando el comercio con la comunidad europea por venta de este producto solo llega a USD 150 millones.

 

Cristaldo calificó el Reglamento 1115 de la Unión Europea como una medida unilateral, compleja y con exigencias de difícil cumplimiento, como el 100 % de la segregación con cero mezclas. Agregó que pese a ser un mercado pequeño para Paraguay y con el afán de no perder ningún mercado se ha trabajo en un sistema para comercializar la soja este destino.

 

“Siempre es importante no perder ningún mercado, por más que sea pequeño, porque de los 10 millones de toneladas que Paraguay produce, 480 mil toneladas van en forma de granos o productos derivados de la soja a Europa”, acotó y agregó que con objetivo de atender este mercado se decidió entre todos los actores generar un mecanismo para aquellos productores y exportadores que quieran cumplir con los requisitos.

 

Resaltó que técnicos muy capacitados elaboraron el Sistema de Identificación de la Soja para Exportación (SISE) de adhesión voluntaria y gratuita, considerando la matriz y el flujograma de los movimientos de la producción. “Después viene la herramienta digital que va a poner operativo el sistema que va a servir de herramienta para la gente que trabaje dentro de ese esquema, eso se está viendo con una empresa tercerizada y ahí vienen los recursos de los operadores, procesadores y exportadores que quieran trabajar con Europa”, manifestó.

 

El titular de la UGP dijo que se trabajó desde el punto de vista de los productores, de modo a lograr que sea un sistema voluntario y no obligatorio, además de trabajar con los presidentes de los gremios para orientar en la firma de los contratos. “Los contratos van a ser los contratos habituales, normales y sin ninguna mención a la venta a la comunidad europea y las operaciones comerciales tienen que ser las habituales”, aclaró.

 

Si el productor tiene la intención de comercializar a la UE, comienza el proceso de adecuación a las exigencias, que es el georreferenciamiento de las parcelas, desde cuatro hectáreas para arriba.

 

“Un trabajo muy laborioso donde se va a dar un numero de identidad a cada parcela que va a servir para identificar dentro del sistema, una vez que se evalúa y califica para vender a Europa porque está libre de desforestación a partir del 31 de diciembre de 2020, pasa a la segunda etapa que es una declaración de cumplimiento de leyes pertinentes relacionadas a la actividad y ahí se firma un anexo al contrato habitual, donde se van a poner todos los términos y condiciones de venta a Europa”, añadió.

 

Enfatizó que el sistema está diagramado como para que el productor sea libre de decidir si vende a no a Europa, y si vende, hay un camino establecido que tiene sus condiciones, criterios y obligaciones.

 

Reconoció que hay dificultad operativa y el cumplimiento con la segregación requerida. “Con la infraestructura actual no es fácil, más aún para Paraguay, que es un país mediterráneo y tiene trasbordo en los puertos ultramar donde no tenemos control del proceso”, expresó.

 

Afirmó que la trazabilidad no es problema para ningún productor, pero la segregación representa un inconveniente. “El silo tiene la dificultad que va a recibir 100 camiones en el día y de esos 20 pueden ser para Europa y 80 no y cómo los separan, ni Mandrake sabe hasta ahora”, manifestó.

 

Cristaldo dijo que en Argentina se hizo un estudio para saber el sobrecosto que representa la implementación de la trazabilidad, lo que en el vecino país arrojó USD 16 por tonelada de la producción total, llegando USD 800 millones, y que en Paraguay se está analizando el sobrecosto que podría representar hasta USD 20 por tonelada de la producción total.

 

“Paraguay, con una base de 10 millones de toneladas, que va a tener USD 16 por tonelada, creo que acá va a ser mayor en torno a los USD 20 por los trasbordos, estaríamos hablando de USD 160 millones de sobrecosto a nivel país y le vendemos a Europa por USD 150 millones, es un poco contradictorio, por eso no se ven muchas ventajas más que mantener abiertos todos los mercados”, remarcó.

 

Por último, agregó que económica y operativamente no se ven muchos beneficios, considerando que tampoco hay un precio diferenciado para el producto.

 

[Foto: Héctor Cristaldo / Archivo/ Productiva C&M]