Tobías Say, productor de la zona de Caazapá, mencionó en Nación Productiva que este año el área del cultivo de arroz va a disminuir dentro de la unidad productiva de Arrozsay, con el objetivo de diversificar el sistema agrícola con un esquema de 70 % del cereal y 30 % de soja, teniendo en cuenta el bajo precio del arroz y una proyección no muy alentadora. Agregó que entre las estrategias para ajustar el costo de producción está la utilización de fertilizantes concentrados, además de la implementación de la agricultura de precisión con mapeo de parcelas y fertilización de tasa variable, con la idea de producir más aplicando solo donde se necesita.

 

El productor comentó en el agroclásico de los domingos, que se enfocó en los desafíos y las proyecciones de la próxima campaña arrocera, que hace tres años viene trabajando con cultivos secanos en el área de arroz, como soja, maíz y trigo.

 

“Estamos rotando, hicimos parcelas de soja y una zafriña de maíz, también una soja en primavera y ahora estamos haciendo trigo con buenos resultados, el clima está acompañando, estamos expectantes de una muy buena cosecha de trigo en suelo bajo”, resaltó.

 

En cuanto a la planificación para la siguiente zafra, mencionó que la proyección es disminuir el área de siembra de arroz, con el objetivo de diversificar el campo para otorgarle mayor espacio a la soja. “Teniendo en cuenta que no hay una proyección a largo plazo de buenos precios de arroz”, explicó y agregó que la participación era de 80 % de arroz y 20 % de soja en las campañas anteriores, y que ahora pasará a un 70 % de arroz y un 30 % de soja.

 

Enfatizó, además, la importancia de trabajar con un sistema de rotación de cultivos en campos de arroz. “Nosotros, el primer año que hicimos soja en la unidad productiva, no pensamos en zafriña y prácticamente las parcelas se enmalezaron y desde ahí siempre estamos pensando en un segundo cultivo, ya sea verano o en invierno, para controlar las malezas, ya que, si no se controlan, tienen un alto costo en herbicidas y en operativa”, acotó.

 

Say recordó que las parcelas de soja en campos bajos se van construyendo con el tiempo, mientras se van mejorando los suelos. “Los suelos bajos son muy ácidos y necesitan corrección y fertilización. Nosotros en suelos bajos podemos proyectar una soja fácilmente de 5000 a 5500 kg a futuro con un buen trabajo de corrección, manejo y fertilización, pero eso no se realiza de la noche a la mañana”, recalcó.

 

Otra estrategia para ajustar la inversión por el bajo precio del arroz es la utilización de fertilizantes más concentrados en búsqueda de una dosis menor con el mismo aporte de nutrientes. “Buscando un menor costo operativo y de logística, son pequeñas alternativas, dadas las circunstancias, que estamos aplicando”, aseguró.

 

Por otra parte, la apuesta por la agricultura de precisión por medio de mapeo de parcelas y fertilización de tasa variable también es una opción, “con la idea de producir más y a menor costo aplicando solo donde se necesita”, resaltó.

 

Para el joven productor, Paraguay va a crecer sosteniblemente y mucho en los próximos 10 años en el rubro arrocero, pero para lograr ese objetivo el agricultor debe trabajar para mejorar su productividad y las industrias para mejorar sus instalaciones.

 

[Foto: Tobías Say / Gentileza]