Ceferino Méndez, vicepresidente segundo de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), mencionó en Nación Productiva que los productores quieren seguir inmunizando hasta asegurarse de que la posibilidad de tener la fiebre aftosa sea cero, de modo a no poner en riesgo la dinámica económica de la producción pecuaria. Enfatizó que la postura del gremio ganadero es trabajar dentro de un plan entre el 2025 y el 2030, para, posteriormente, analizar en el 2028 la decisión a ser tomada. Agregó que los ganaderos están abiertos al diálogo y pidió que se tenga en cuenta la voz del sector para que la medida no sea impuesta de forma unilateral.

 

Durante el agroclásico de los domingos, ocasión en la que analizamos si Paraguay dejará de vacunar contra la fiebre aftosa, el gremialista mencionó que asistieron hace 15 días a la reunión convocada por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), donde escucharon la propuesta del presidente del servicio veterinario oficial de levantar la inmunización para solicitar el estatus máximo de país libre de fiebre aftosa sin régimen vacunación. La postura dentro de la ARP es trabajar en un plan entre este 2025 y el 2030, para luego analizar la situación en el 2028 y tomar la decisión de colgar o no la jeringa. “Nosotros como productores queremos seguir vacunando”, afirmó.

 

Mencionó que la principal preocupación del sector ganadero es la parte económica, ya que un alto porcentaje de la producción es destinado al mercado extranjero y que no están dispuestos a poner en riesgo esa dinámica comercial en estos momentos. Subrayó que la postura del sector productivo obedece a la necesidad de asegurarse de que la posibilidad de tener la fiebre aftosa sea cero.

 

“La parte económica nos preocupa mucho, ya que nuestra producción entre el 70 % y 80 % va afuera, por lo que si, eventualmente, tenemos algún brote o algo por el estilo, qué hacemos con eso, el productor va a ser el principal perjudicado, va a pagar los platos rotos como ya fue en el 2011 o como fue durante la pandemia”, manifestó.

 

En otro momento, recordó que no existe un mercado que esté exigiendo levantar la vacunación y que gracias a los trabajos conjuntos que se vienen realizando entre los sectores público y privado se está avanzando hacia mercados muy importantes como Singapur.

 

“Poniendo otro ejemplo, Uruguay vacunando también llegó a Japón, exporta hasta lengua a Japón con vacunación, entonces nosotros no vemos tanta necesidad de levantar la jeringa, nosotros queremos seguir vacunando, vemos que es la forma más barata de asegurar nuestro estatus, esa es nuestra posición como ARP”, aseguró.

 

Mencionó que, en el año 2011, cuando hubo el brote de la fiebre aftosa en nuestro país, también afectó a otros rubros. “Nosotros estábamos criando pollos todavía y nos afectó bastante cuando tuvimos, ya que entre el 70 y 80 % de lo que producimos sale; en ese momento quedó toda la carne acá, fue un perjuicio para la gente que estábamos criando pollos en ese momento, por eso es nuestra postura”, remarcó.

 

Destacó que desde el gremio seguirán dialogando y analizando las implicancias de esta decisión. “Nosotros queremos esperar un poco más, mirar cómo está, sobre todo a Bolivia y a Brasil, que ahora están levantando, no decimos que no vamos a poder levantar, poner la fecha entre 2025 y 2030, hacer un plan de trabajo sobre esto y analizar en el 2028 qué hacer”, recalcó.

 

Finalmente, Méndez enfatizó que los ganaderos están abiertos al diálogo y seguirán conversando con los representantes del Senacsa, de la Cámara Paraguaya de Carnes y otros gremios. Asimismo, pidió que se tenga en cuenta la voz de los productores para que la medida no sea impuesta de forma unilateral.

 

[Foto: Ceferino Méndez, vicepresidente 2° de la ARP / Gentileza ARP]