Las pérdidas del trigo no cesan en la Bolsa de Valores de Chicago, ya que ayer sumó su cuarta baja consecutiva en esta semana y la merma más pronunciada de los principales commodities. El progreso de la cosecha en Estados Unidos y el acelerado ritmo de ventas de Rusia impulsaron esta tendencia bajista, informó Granar S.A.

 

Las pérdidas de la cotización del trigo en Chicago volvieron a ser motorizadas ayer por los fondos de inversión, además siguieron relacionadas con el efecto coyuntural del progreso de la cosecha en el hemisferio Norte y con el acelerado ritmo de ventas de Rusia, que somete al resto de los proveedores con precios más bajos y con existencias abundantes.

 

En la jornada del jueves el trigo cerró con USD 230,38 (setiembre) y 240,67 (diciembre), luego de haberse restado USD 5 y USD 4, respectivamente.

 

Granar aclara que pese al ataque ruso del miércoles el flujo de embarcaciones se mantiene relativamente activo sobre el río Danubio que, vedado el Mar Negro hoy es la principal vía para las exportaciones de Ucrania. Para los operadores resulta tranquilizador el involucramiento de Rumania, un país integrante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que comparte aguas con Ucrania, y que está colaborando para mantener esa vía navegable activa.

 

Por su parte, la soja se llevó leves subas por buenas noticias desde el sector exportador. No obstante, las alzas se vieron limitadas por mejores condiciones ambientales para los cultivos, en momentos en los que se define el potencial de rindes en los campos, y por una devaluación del real frente al dólar, que desanda parte de la firmeza reciente y que podría incentivar a los productores a concretar mayores ventas.

 

Finalmente, la posición de setiembre de la oleaginosa en Chicago cambió de USD 505,78 a 507,80, mientras que el contrato de diciembre avanzó de USD 485,48 a 486,95.

 

Por otro lado, los contratos de maíz cayeron USD 3 hasta quedar en USD 189,26 (setiembre) y 194,28 (diciembre). Significó la octava caída seguida en Chicago, como expresión de un mercado sometido a exportaciones menores a las necesarias en Estados Unidos; una mayor competencia en ese rubro por parte de Brasil, que sigue levantando una cosecha récord que podría incrementar su entrada en el circuito comercial si el real pierde fuerza contra el dólar, y de la Argentina, con operaciones aceleradas por la vigencia de un régimen cambiario que estimula las ventas, y de mejores condiciones ambientales para los cultivos, según Granar.