En medio de un escenario negativo en cuanto al desarrollo vegetativo de la soja 2022/2023 por bajas temperaturas y estrés hídrico, la proyección climática indica que el nivel de precipitaciones mejoraría durante los primeros tres meses del 2023, según el informe de la Cámara Paraguaya de Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

 

Aún existe un poco de incertidumbre y los productores mantienen cautela respecto a la cosecha de soja 2022/23 por la falta de precipitaciones y altas temperaturas, existe un mejor panorama climático para el primer trimestre de 2023, a diferencia de la campaña agrícola pasada.

 

El informe del Ing. Agr. Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología y asesor de Capeco, explicó que en enero de 2023 se estiman mayores precipitaciones sobre el territorio nacional, que llegarían a un promedio general de entre 150 a 400 mm. El mayor nivel durante este periodo se tendría en los departamentos de Boquerón, San Pedro, Concepción, Amambay y parte de Presidente Hayes.

 

Al inicio del próximo año el pronóstico de balance hídrico del suelo quedaría con una reposición de humedad en todo el país, a excepción del oeste (zona sur), indicó Sierra.

 

En lo que se refiere a febrero, se espera una condición regular de lluvias en Paraguay, mientras que las temperaturas seguirían con una etapa de moderación. En el siguiente mes, marzo de 2023, también se pronostican buenas lluvias y temperaturas dentro de lo normal (20 y 30 °C).

 

En general, la perspectiva agroclimática de la zafra de soja 2022/2023 cuenta con un cambio en la circulación de temperaturas máximas (entre 25 a 45 °C), a diferencia de la temporada anterior, cuando la proyección indicaba un promedio de 40 a 45 °C sobre gran parte del territorio paraguayo.

 

Por otro lado, Sierra explicó que la primera helada agronómica durante el 2023 se registraría a partir del 16 de junio, lo que equivale a un retraso en el pronóstico, ya que este año las heladas iniciaron en mayo.