En el Encuentro Nacional de Siembra Directa, organizado por la Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable (Fepasidias), se fortaleció el concepto de la Agricultura de Carbono que engloba muchos aspectos científicos, pero que llevado a la práctica es la tarea que el productor paraguayo viene realizando en su campo, a través de la incorporación del Sistema de Siembra Directa.

 

Sobre el concepto de agricultura de carbono, el Dr. João Carlos Morães Sá, catedrático de la Universidad Estadual de Ponta Grossa, Brasil, explicó que es la maximización de la fijación de carbono de la fotosíntesis en el suelo. Indicó que requiere un sistema de producción que aporte calidad, cantidad y frecuencia de carbono por encima de la necesidad de la respiración del suelo, lixiviación y erosión.

 

“En esta situación, estimamos que tenemos que aportar cerca de 13 a 15 toneladas de materia seca por año y esto significa una cantidad de 5,5 a 6 toneladas de carbono para conseguir aproximarnos al suelo del bosque”, refirió. El objetivo de la agricultura de carbono es revitalizar la actividad biológica a través de la regeneración del suelo, explicó.

 

Habló también sobre el cóctel de plantas que representa la calidad en la relación carbono-nitrógeno, ya que estimula toda la cadena de actividad biológica. Citó el maíz, trigo y la Brachiaria ruziziensis por el aporte de lignina que hacen y el uso de alimentos para la ganadería, que pueden permitir el desarrollo de actividades eficientes para acercarse al objetivo.

 

“Tenemos que manejar las especies para aportar más carbono y mejorar las mezclas para producir más cantidad”, destacó.

 

En su presentación el profesional mencionó que el legado de la siembra directa en los últimos 50 años se evitó la erosión de una superficie de 2,8 a 8,4 millones de hectáreas, que representa un ahorro económico de USD 100 mil millones aproximadamente.

 

Abonos verdes

El Dr. Ademir Calegari, investigador del Instituto Agronómico de Paraná, Brasil, promueve la incorporación del mix de abonos verdes. Enfatizó que existen diferentes especies que son capaces de fijar el nitrógeno, solubilizan el fósforo y buscan azufre, es decir, ayudan a controlar las malezas, a mejorar la calidad del suelo y a aumentar los niveles de materia orgánica.

 

“Con suelo cubierto, humedad y más microorganismos vamos a aumentar la producción de una forma sostenible”, acotó. Destacó también que los productores paraguayos apuestan por la agricultura regenerativa para mejorar la producción y disminuir los costos de cada implantación de cultivos.

 

Sobre la diversificación de especies, indicó que es necesario introducir nuevos materiales genéticos en Paraguay para alcanzar este objetivo en los sistemas productivos y, consecuentemente, cuidar la biodiversidad.

 

Una de sus recomendaciones para los productores que trabajan con suelos arenosos es el uso del milleto, por lo menos por dos a tres años para buscar el potasio que se va con una lluvia y que los cultivos principales no son capaces de traerlo.

 

Dijo que se deben hacer combinaciones de especies. “El productor necesita ver que la mezcla de seis a ocho plantas es mucho mejor que una especie sola para recuperar el suelo, producir más y bajar los costos”, finalizó.

 

En representación del equipo organizador de Fepasidias, el Ing. Agr. Richard Fast, vicepresidente de Fepasidias, destacó que la realización de este encuentro fue un total privilegio para demostrar las formas de mejorar la agricultura y el camino a seguir en el futuro.

 

En la jornada de campo, en la unidad de producción de la Cooperativa Friesland, San Pedro, se creó un espacio por medio de calicatas para observar el perfil del suelo, la microbiología de los suelos, la incorporación de materia orgánica y el mix de abonos verdes (nabo forrajero, avena negra, milleto, crotalarias, trigo morisco) que se viene manejando hace dos años con excelentes resultados. “Fue un éxito total y en el día de campo de la Cooperativa Friesland mostramos cómo se trabaja con un mix de los abonos verdes”, subrayó.

 

Logros

El Ing. Agr. Martín Cubilla, presidente de Fepasidias, señaló que el Encuentro Nacional de Siembra Directa, realizado los días 3, 4 y 5 de agosto de 2022 en la ciudad de Itacurubí del Rosario, departamento de San Pedro, cerró con gran éxito y a su vez con varios desafíos.

 

Cubilla resumió que luego del estudio elaborado por el Lic. Federico Peckholtz, especialista en georreferenciamiento, el análisis de marzo a julio de 2022 demostró que el 99 % del área de agricultura mecanizada está bajo el Sistema de Siembra Directa (SSD). “De las 3 800 000 hectáreas, apenas 30 000 están con suelo descubierto”, resaltó.

 

En ese sentido, destacó que el desafío para la actual campaña es seguir insistiendo en la importancia del diagnóstico antes de tomar una decisión sobre si realmente existe compactación del suelo o si los niveles de pH son bajos, para no retroceder en el manejo de los suelos.

 

“Lo que buscamos es que el productor tenga mayor rentabilidad, mejorando la calidad de sus suelos y el medio ambiente. Es el camino para la producción sustentable de alimentos”, subrayó.

 

Durante la actividad se celebraron los 50 años de la incorporación del SSD en América Latina.

 

En cuanto a la participación, la organización registró a casi 400 personas, una cifra que superó las expectativas, ya que inicialmente se había preparado el evento para 300 participantes. “Estamos muy contentos de cerrar este evento con nuevos desafíos que son mejorar la calidad del manejo de los suelos y entrar en un Sistema de Siembra Directa y eliminación”, señaló.

 

Cubilla explicó que la principal limitación es la poca de inclusión de cultivos de cobertura y la diversidad productiva. El SSD tiene como pilares fundamentales la no remoción del suelo, la cobertura permanente, y rotación y diversificación de cultivos para trabajar dentro de un sistema sustentable.

 

“Agradecemos a las personas que trabajaron con nosotros, a los auspiciantes, a Alfred Fast y a la Cooperativa Friesland por el incondicional apoyo. Va a haber un antes y un después porque vimos que las personas se acercaron para continuar organizando este tipo de eventos”, concluyó.

 

Agregados

A su vez, el Ing. Agr. Ken Moriya, responsable del área de Manejo y Conservación del Suelo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y disertante del Encuentro Nacional de Siembra Directa 2022, habló sobre la aceleración de la formación del agregado del suelo, que se logra mediante la descomposición de los residuos vegetales.

 

Mencionó que si se aplica un mix de abonos verdes, cada especie vegetal produce diferentes tipos de exudados y eso hace que tenga una población microbiana de la que se alimenta. A partir de allí se forman las barreras biológicas que sirven para proteger a la planta.

 

Por otro lado, en la parte aérea estos abonos verdes hacen el rolado que evita la aparición de malezas, aporta materia orgánica e infiltra el agua. “Si descompongo la parte superficial, expulso y hay una fijación de nitrógeno, entonces ocurre un proceso de mejoramiento del suelo que empieza simplemente con el proceso de acamar un abono verde”, acotó.

 

La Dra. Marie Bartz, investigadora de CareBio, explicó, por su parte, que la presencia de las lombrices en el suelo permite obtener un equilibrio de todas las funciones que ocurren en él, respecto a la estructuración, fertilidad y el conjunto de servicios agrosistémicos que proveen los organismos.

 

Dijo que el objetivo es dar cobertura al suelo para protegerlo, ayudar a alimentarlo y proporcionar una sobrevivencia, al igual que la proporción de materia orgánica diversificada.

 

Señaló que el suelo con lombrices significa que tiene salud por el trabajo que desempeñan, ya que ayudan a reciclar los nutrientes y los disponen para otros cultivos.

 

Chaco

Acerca de la agricultura chaqueña, en su presentación el Ing. Agr. Carlos Passerieu, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios para un Chaco Sustentable (Apacs), destacó que el Chaco está teniendo aún complicaciones por la logística y los difíciles accesos que dificultan la salida de la producción, el movimiento de los productores y sus técnicos.

 

Por otro lado, resaltó que las empresas que quieran acercar sus servicios al Chaco deben conocer la realidad de la agricultura y la ganadería chaqueña. Asimismo, hizo énfasis en la concienciación a aquellos productores de la región Oriental que están mirando al Chaco como una nueva alternativa de inversión, de que la agricultura chaqueña no se puede realizar sin el concepto de la siembra directa.

 

“Si mantenemos el criterio de la siembra directa, si aprendemos a cosechar el agua a través del manejo del control de malezas en el invierno y tenemos las variedades que se adaptan a esas regiones, yo creo que la agricultura en el Chaco va a tener una explosión que nadie realmente está tomando en cuenta”, subrayó.

 

Enfermedades

Durante su charla el Ing. Agr. Sidinei Neuhaus, responsable de Investigación y Desarrollo de Agrotec, señaló que el manejo del suelo incide en la presión de enfermedades en soja, considerando que Paraguay posee un clima subtropical, lo que posibilita la aparición de enfermedades.

 

“Un control deficiente de las enfermedades ha impactado en los rindes de la soja y los ensayos han demostrado que un buen control en manchas foliares, permitió ganar hasta 600 kg por hectárea”, enfatizó.

 

Señaló que la estrategia de controlar estas manchas es el uso de cobertura y proteger el suelo al principio del ciclo de la soja, a fin de retrasar el inicio de las enfermedades cuando la planta está pequeña.

 

Por otra parte, mencionó que la rotación de cultivos es importante dentro de los pilares de la siembra directa y es una forma de evitar el cúmulo de inóculos de un cultivo a otro. “Es un equilibrio que pasa por lo técnico y lo financiero, es decir, cuándo puedo dejar de hacer soja en verano, rotar los cultivos y con eso usar menos fungicidas”, destacó.

 

Luego, el Ing. Agr. Rodolfo Gill, consultor independiente y exinvestigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), hizo hincapié en la producción sustentable y los aspectos que hacen a las relaciones entre el suelo y la planta que de alguna manera determinan la productividad del cultivo. Dijo que el punto de partida del sistema productivo depende de la fotosíntesis y para ello es necesario intercambiar agua por carbono.

 

Para lograr este propósito mencionó que se debe buscar la eficiencia de captura del agua de lluvia y el almacenamiento del agua en el suelo.

 

Explicó que entre los factores que intervienen en esos procesos están la cobertura de la superficie del suelo, que impide el impacto directo de la gota de lluvia sobre ella, y que retarda el tiempo del movimiento del agua, con lo cual le da más tiempo al agua para que pueda infiltrarse. Agregó que también están relacionados con la estructura del suelo, que permite que el agua se mueva dentro de él.

 

“Tiene que ver con todos aquellos aspectos que hacen a la intensificación del cultivo, la rotación, diversificación y el uso de cultivos voluminosos”, resaltó.

 

Explicó que el manejo se realiza mediante la elección de la genética, fecha de siembra y fundamentalmente a través de una estrategia nutricional basada en fertilizantes e incorporación de especies que aporten nitrógeno, entre otros elementos.

 

Precisión

Desde Brasil, el Ing. Agr. Antonio Luis Santi, profesor de la Universidad Federal de Santa María, acercó la experiencia sobre el uso de la agricultura de precisión digital para mejorar la calidad del Sistema de Siembra Directa, la incorporación de las plantas con un sistema radicular diferenciado para aumentar el contenido de carbono dentro del suelo, aumentar la actividad biológica y, en consecuencia, incrementar la productividad.

 

Los datos evidenciados en el evento demostraron que se amplía de 8 a 25 % la productividad cuando se utiliza la tecnología para mejorar la siembra directa, considerando también los pilares de la calidad de este sistema. “Necesitamos para los próximos años aumentar la productividad, buscar la sustentabilidad y producir alimentos para el mundo”, destacó.

 

Dentro de las herramientas disponibles en agricultura de precisión, comentó que se está trabajando con el monitoreo de productividad para entender el potencial productivo, ya sea por mapas de productividad provenientes de los sensores de las cosechadoras o a través del monitoreo de imágenes de drones y satélites. Esta adopción también está asociada con la mejora de la fertilidad por medio de los principales insumos, indicó.

 

Acotó que una de las tecnologías más recientes dentro de la biología del suelo es el análisis de enzimas. Destacó que en los últimos años se ha observado el uso de herramientas de agricultura de precisión en áreas pequeñas, lo que indica que dejó de ser excluyente y empieza a hacer un gran aporte social para todos los productores.

 

Integración

Alfred Fast, presidente de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), comentó que la ganadería extensiva se integró con la agricultura regenerativa, produciendo granos en el Sistema de Siembra Directa, y el ganado ingresa dentro de la rotación de la agricultura como un elemento. El porcentaje de adopción se encuentra entre el 60 y el 70 % entre los socios de la Cooperativa Friesland, indicó.

 

En cuanto a los beneficios del SSD en la ganadería, dijo que ofrece autonomía al momento de analizar las perspectivas económicas y el estado de los precios, lo cual le permite al productor ser más resiliente y mejorar su economía. “En vez de vender los granos podemos hacer carne de eso y venderla o reducir la ganadería y vender más granos”, destacó.

 

En la ocasión, se presentaron antecedentes a nivel nacional del proyecto Atlas Mundial de Brechas de Rendimiento en Paraguay, que había iniciado en noviembre de 2021 luego de establecer conversaciones con los sectores público y privado, indicó la profesora María Soledad Armoa, coordinadora general del Programa Brechas de Rendimiento.

 

Ahora se tuvo una segunda visita por parte de la Universidad de Nebraska, Estado Unidos, para plantear las primeras bases para este proyecto a nivel nacional, para cuyo desarrollo ya formaron acuerdos específicos, añadió.

 

El protocolo de este proyecto ya fue implementado en más de 70 países a nivel mundial y tiene una amplia aceptación técnico-científica y del sector productivo debido al impacto. El propósito es potenciar la capacidad de rendimiento del sistema productivo haciendo énfasis en cultivos como la soja, el maíz y el trigo.

 

Explicó que la determinación del potencial de la producción se basará en tres pilares: la base de datos meteorológica, de suelos y los cultivos. “Podemos marcar un hito en esta temática y demostrar con datos valederos cómo se da nuestra producción a nivel nacional, que sea calibrada, validada y aceptada por toda la comunidad”, precisó.

 

Por su parte, el Ing. Agr. Luis Santos, profesional de la Universidad de Florida, habló de la importancia del uso de prebióticos y probióticos en los sistemas agrícolas extensivos, que se caracterizan por cuidar el aspecto biológico. Dijo que la tendencia actual se basa en la demanda de productos más limpios, saludables y responsables con el ambiente por la exigencia de los compradores, además de la resistencia a plagas que dificultan la producción.

 

“Necesitamos incorporar nuevas tecnologías que nos ayuden a producir de una forma más eficiente y eficaz. Es necesario innovar e informarnos más para tener criterio de lo que vamos a hacer”, valoró.

 

Respecto al potencial en la brecha de rendimiento, señaló que se trata de estimar el nivel de producción de cultivos en determinadas áreas e identificar esa diferencia a través de factores que limitan los rindes. Destacó que en Paraguay el proyecto inició bajo los criterios en mediciones de cuestiones climáticas y clasificación del tipo de suelo.

 

El objetivo del proyecto es conocer la realidad de rendimiento agrícola para reducir la brecha y llegar a entre el 70 y 80 % del potencial para maximizar la rentabilidad del agricultor.

 

[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 95 de setiembre de Revista Productiva, páginas 20, 21, 22 y 24]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]