Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Argentina desarrollaron un bioprotector de semillas soja, cuyo resultado fue una emulsión que preserva y acelerara el crecimiento del cultivo. El proyecto se llevó a cabo por medio de una alianza público-privada, según publica Agrofy News.

 

A través de este trabajo en conjunto con una empresa de insumos, el INTI mejoró el proceso de producción de un bioprotector de semillas de soja y el escalado industrial, lo que generó una emulsión que ejerce un efecto de osmoprotección y antidesecación sobre las semillas.

 

Los investigadores señalaron que un «carrier» de una tecnología patentada llamada “TakeOff” que funciona como acelerador del ciclo de carbono. “La semilla acelera el uso de las reservas y la emergencia de la planta es más rápida”, aseveraron.

 

En cuanto a la comercialización, la emulsión se desarrolla junto con un fertilizante biológico para tratamiento de semilla, que mejora su sobrevida gracias a las fuentes azucaradas del proceso.

 

La Ing. Vanina Martínez, del Departamento de Ingeniería de Procesos Químicos de la Subgerencia de Industrias y Servicios del INTI, resaltó: “Si bien la formulación del producto es propia de la empresa, nosotros los ayudamos en la modificación del proceso de elaboración a fin de lograr la estabilidad de la emulsión en el tiempo”.

 

Por su parte, la Dr. Julieta Comin, subgerenta de la misma área del INTI, expresó que el trabajo realizado es un caso exitoso, resultado de los esfuerzos conjuntos entre el instituto y la industria. “Es un ejemplo del rol del organismo para impulsar la producción industrial”, agregó.

 

Dentro del grupo de investigadores, el técnico Diego Lelli estuvo a cargo del proceso productivo y el escalado para la obtención del producto final.

 

Según informaciones del INTI, el producto ya se comercializaba en Estados Unidos, pero no estaba disponible en Argentina. Además, durante el desarrollo se probaron diferentes tecnologías para la obtención de la emulsión hasta encontrar la que se adaptó a las necesidades del cliente.

 

Los principales equipos para la obtención de una emulsión estable fueron un homogeneizador de alta velocidad y un molino coloidal de conos estriados”, señalaron los expertos.

 

El INTI también se encargó de la asesoría a la empresa para la adquisición del equipamiento adecuado para su producción industrial. En el trabajo en conjunto, los especialistas del área de Ingeniería de Procesos Químicos trabajaron en las instalaciones de la planta elaboradora.

 

Así también, el escalado del proceso productivo se realizó en lotes de 800 kilos y se acompañó a la compañía durante las primeras producciones de la emulsión con lotes de hasta 2300 kg. “El producto se lanzó a la venta con muy buenos resultados”, afirmaron desde la institución.

 

[Fuente: Agrofy News]