Dentro del proceso de expansión de la frontera agrícola y la adopción de cultivos para una rotación efectiva en el Chaco, el cártamo se presenta como una alternativa válida para el invierno, debido a su tolerancia a la sequía y capacidad de estructurar el suelo, expresó a Productiva el Ing. Agr. Eliezer Argüello Santacruz, gerente zonal de la región Occidental de la firma Moros Porã S.A. Subrayó que en esta última campaña se sembró en el Chaco, en general, alrededor de 5000 hectáreas y que en los ambientes con suelos sueltos los picos de rendimiento alcanzaron 1700 kg/ha.

 

El profesional mencionó que en la última campaña se sembró alrededor de 5000 hectáreas de cártamo en el Chaco. Explicó que es un cultivo de invierno y se maneja una ventana de siembra entre la quincena mayo y comienzo de junio. “Como sabemos, este año el clima ayudó bastante, empezó a llover mucho en marzo, abril y mayo, tuvimos muchas lluvias y hubo mucha acumulación de agua, lo que favoreció la siembra de cártamo en esta campaña”, acotó.

 

Destacó que el clima fue favorable, ya que hubo también algunas lluvias después de la siembra y, si bien no se registraron precipitaciones muy grandes, el cultivo de cártamo aprovecha muy bien la humedad disponible en el invierno. “En algunos ambientes el cultivo tuvo muy buen desarrollo”, resaltó.

 

En cuanto a ambiente, el profesional subrayó que es un cultivo que tolera más los suelos sueltos, bien drenados. “No le gusta mucho los suelos compactados o muy pesados como conocemos en el Chaco, en esos suelos no tuvo buen desarrollo, como sí lo tuvo en los suelos bien estructurados, donde tiene más penetración de raíz, en esos ambientes sí vimos buenos resultados”, remarcó.

 

Agregó que, en el Chaco central, en Centinela, Agua Duce y Mariscal Estigarribia se registraron buenos resultados con rendimientos que alcanzaron los 1700 kg/ha. “Se distribuyó bastante en esta zafra la siembra de cártamo y los suelos más sueltos fueron los más favorecidos”, expresó.

 

En relación con los cuidados culturales, mencionó que, prácticamente, no se registraron ataques de plagas, por lo que no hubo necesidad de realizar ninguna aplicación. Para prevenir enfermedades, señaló que las semillas fueron tratadas con fungicidas. “El cultivo ayudó bastante para detener ataques de plaga; como sabemos, es un cultivo con hojas muy duras, creo que eso favoreció”, destacó y agregó que el control de malezas sí representó algunas dificultades, debido a que fue un año muy húmedo y las plantas dañinas proliferaron rápidamente.

 

Argüello indicó que el rendimiento general en el Chaco quedaría en torno a 850 kg/ha y que, dependiendo del manejo del productor, el punto de equilibrio del cártamo se ubica entre 650 a 800 kg/ha.

 

Subrayó que, conversando con los productores, hay muy buena perspectiva en torno al cultivo. No obstante, resaltó que va a depender del desarrollo de la zafra de verano y el milimetraje de lluvia que se pueda registrar. “Yo creo que esto va a crecer más; hay propuesta y se está hablando también de armar una fábrica para extracción de aceite, porque lo que vale mucho es el rendimiento de aceite que tiene el cultivo. La gente está viendo esa posibilidad de tener eso en el Chaco y de acuerdo a eso ir creciendo”, enfatizó.

 

Remarcó que el cártamo es una buena opción para la diversificación de cultivos en el Chaco. Enfatizó que una de las ventajas es su tolerancia a la sequía y su capacidad de estructurar el suelo. “Es una buena alternativa para la rotación de cultivos; además de la diversificación productiva, te puede dejar algo en el invierno, porque sabemos que el invierno en el Chaco es más complicado y casi no generamos bien en lo económico y el cártamo podría ser una alternativa importante para el productor”, manifestó.

 

Agregó que el cultivo en el Chaco tiene desafíos como el desarrollo del mercado y la mejora de la logística, que también afecta a otros cultivos. En lo agronómico, el manejo de malezas puede, igualmente, representar un desafío, sobre todo en la etapa temprana, pues una vez desarrollada la planta, ya no le compiten las hierbas dañinas.

 

Finalmente, resaltó la importancia de buscar áreas más productivas para lograr mejores rendimientos. “No conocemos mucho todavía el cultivo, pero se va posicionando. Tenemos que buscar un ambiente donde vamos a tener rentabilidad; sabemos que el Chaco en el invierno es más seco, frío y complicado, lo que hace depender de las lluvias de finales de la zafra principal entre marzo, abril y mayo, que va a marcar mucho la pauta para este cultivo”, concluyó.

 

[Foto: cosecha de cártamo en el Chaco / Gentileza Eliezer Argüello Santacruz]