De peces que crecen más rápido a vacas tolerantes al calor y cerdos resistentes a enfermedades: la edición genética ya está cambiando la carne que llega a nuestra mesa, según publica el portal especializado en biotecnología, ChileBio.

 

Japón, EE.UU. y varios países sudamericanos han aprobado animales editados para consumo, y en Australia un reciente cambio regulatorio podría permitir su venta sin pruebas adicionales ni etiquetado específico cuando no incorporen ADN foráneo.

 

¿Se preguntaron alguna vez de dónde proviene la carne que comen? Puede ser orgánica, de caza silvestre, de granja o de producción intensiva. O quizás fue creada en laboratorio.

 

Peces de crecimiento rápido, vacas tolerantes al calor y cerdos resistentes a enfermedades son algunos ejemplos de una nueva generación de animales que se están editando genéticamente para el consumo humano.

 

En los últimos seis años varios animales editados genéticamente han sido aprobados para el consumo en Japón, Estados Unidos y varios países de Sudamérica.

 

Y pronto, productos cárnicos similares podrían venderse en Australia sin las rigurosas pruebas regulatorias ni las etiquetas que indican los cambios en el ADN.

 

Esto se debe a los recientes cambios en la definición de «organismo genéticamente modificado» por parte del organismo regulador de alimentos de Australia, en respuesta a los avances tecnológicos.

 

La adopción de la tecnología de edición genética en los sistemas de producción alimentaria de Australia podría acelerar el mejoramiento tradicional de animales y plantas en décadas.

 

Mark Tizard, investigador principal de la división de Salud y Bioseguridad del CSIRO, afirmó que estamos ante una nueva era para la biotecnología y la edición genética animal. “Habrá mucho más de esto y es muy importante… siempre y cuando se haga de manera que le beneficie al consumidor”, dijo.

 

¿Qué son la ingeniería genética, la edición genética y los transgénicos? La ingeniería genética utiliza tecnología para modificar los genes de un organismo y existe desde la década de 1970.

 

El primer organismo genéticamente modificado (OGM o transgénico) se creó cuando los científicos transfirieron un gen de una bacteria a otra. Los genes transferidos de un organismo a otro (distintas especies) se denominan transgénicos.

 

Pero con la tecnología antigua, no estaba claro dónde se integraban los genes transferidos, explicó Alison Van Eenennaam, profesora de Biotecnología y Genética Animal de la Universidad de California, Davis. “Normalmente, esto se hacía para dotar al organismo de una característica o rasgo nuevo, como la resistencia a insectos”, explicó. “Lo que diferenciaba a esta tecnología era la introducción de una proteína de otra especie”, agregó.

 

Los científicos debían asegurarse de que cuando el OGM produjera esa proteína esta no fuera tóxica ni alérgena, añadió la profesora Van Eenennaam. El gobierno federal de Australia creó en 2001 la Oficina del Regulador de la Tecnología Genética para garantizar la seguridad de los productos transgénicos.

 

Pero en las últimas dos décadas la tecnología genética ha avanzado rápidamente. Hoy existen herramientas como las nucleasas guiadas, que, según la profesora Van Eenennaam, funcionan como «tijeras moleculares» que cortan el ADN.

 

[Foto: edición génica en ganadería / ChileBio]