La Guía de Producción Sostenible de Cultivos Extensivos para el Chaco Paraguayo, obra publicada recientemente presenta conclusiones muy interesantes sobre la efectividad de las raíces de los cultivos de cobertura que crean flujos preferenciales para la conservación del agua en el perfil del suelo para iniciar la siembra en enero, expresó en Nación Productiva, el Ing. Agr. Gregorio Velázquez, coordinador de investigación y desarrollo de la Fundación Ideagro y responsable del material. Agregó que para la elección de gramíneas se recomiendan las especies que sean sensibles a los efectos del glifosato para un mejor control.
El profesional destacó durante su participación en el agroclásico de los domingos que en el capítulo dos de la guía se encuentra mucha información referente a los cultivos de cobertura y conclusiones interesantes, además en ese apartado, se habla de la calidad de aplicación y la infiltración del agua de lluvia en la etapa de barbecho.
“En la guía incluimos muchas de las investigaciones que fueron realizadas por los técnicos de las tres cooperativas. Salen conclusiones muy interesantes sobre la efectividad de las raíces de las coberturas, lo que son los flujos preferenciales que se crean a través de las raíces de las coberturas, todo lo que es la conservación del agua en el perfil del suelo para iniciar el cultivo en enero”, remarcó.
En cuanto a la elección de especies de coberturas, el profesional señaló que se describe en la guía y se fundamenta para poder elegir especies más sensibles a los efectos del glifosato para que se pueda tener un mejor control.
“Hay varias coberturas de gramíneas que se pueden utilizar, pero de repente hay algunas que son muy tolerantes al glifosato como aes el gatton panic, una vez que entra en la etapa reproductiva” expresó y agregó que el uso de cobertura tiene relación directa con la productividad de la soja, ya que la producción de biomasa o de cobertura vegetal brinda beneficios importantes para el cultivo de la oleaginosa, según las conclusiones obtenidas.
Explicó que el material se compone de ocho capítulos, inicialmente en el capítulo uno, se describen siete temas que caracterizan el suelo y el clima del Chaco paraguayo, con datos de precipitación, temperatura, evapotranspiración y algunas informaciones resaltantes sobre la disponibilidad del agua subterránea.
“En el primer capítulo el lector podrá encontrar una caracterización general del suelo chaqueño; nosotros limitamos en un radio de 200 km de Filadelfia para poder describir estos suelos y, tratamos también de integrar en cada capítulo, de cada cultivo, lo que son los tipos de suelo de Chaco y en qué tipo de suelo se produce mejor cada cultivo”, acotó.
Señaló que a partir del capítulo tres, se encuentran las especificaciones de los seis cultivos principales: soja, maíz, sorgo, sésamo, maní y algodón, que tienen una misma estructura.
“Básicamente se compone de crecimiento y desarrollo, cuenta con elección de sitios, preparación de terreno, conceptos de siembra, control de plagas, de malezas, cosecha y manejo de parcelas posterior a la cosecha. En cada capítulo de los cultivos el lector podrá encontrar el tipo de suelo en el que produciría mejor una soja, un algodón o un maní”, manifestó y agregó que no todos los cultivos responden bien a todos los tipos de suelos existentes en la región Occidental.
En cuanto a la inoculación en surcos, Velázquez dijo que actualmente hay algunas conclusiones con la utilización de Bradyrhizobium, pero que los estudios más recientes coinciden que se deben seguir realizando las investigaciones en torno a lo que es esta tecnología biológica.
“Sin embargo, la más reciente de las investigaciones, encontró una diferencia significativa entre dos tipos de tratamientos, lo que es el tratamiento de semillas y la inoculación en surcos. Si bien no hubo diferencia significativa entre ambas, el investigador logró encontrar un aumento en el número de nódulos, cuando se realizaban la inoculación en surco”, afirmó.
Velázquez enfatizó que el objetivo fue tener en documento los conocimientos y las informaciones que tienen los técnicos a través de varios años de experiencia para poner a disposición de los productores y de todos los interesados.
El material está disponible y se puede descargar desde la página web de la Fundación Ideagro, así también se puede acceder a la versión impresa en los servicios agropecuarios de las cooperativas, como en la oficina de la Fundación Ideagro.
Finalmente, que la sostenibilidad es posible en el Chaco con la aplicación de conocimientos y prácticas comprobadas. “En ese sentido la guía busca colocar al productor en ese camino de la producción sostenible a través de los años en la agricultura”, concluyó.
[Foto: Ing. Agr. Gregorio Velázquez / Productiva C&M]