Científicos han logrado que cultivos como sorgo, arroz y maíz se reproduzcan a través de semillas clonales, un proceso llamado apomixis, que podría “fijar” el vigor híbrido y ofrecer a agricultores de todo el mundo, desde grandes productores hasta pequeños campesinos en África, la posibilidad de sembrar semillas de alto rendimiento durante varias generaciones, según señala el portal de biotecnología ChileBIO.
El próximo mes, un cultivo experimental de sorgo resistente podría comenzar a brotar bajo un dosel de malla en el este de Australia. Las plantas pueden parecer comunes, pero sus genes esconden algo revolucionario.
Si el experimento tiene éxito, cada planta evitará la reproducción sexual y producirá miles de clones en cada una de sus inflorescencias.
El experimento con sorgo Hy-Gain es la culminación de décadas de trabajo de la fisióloga vegetal Anna Koltunow, de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia, quien inició la investigación para producir «semillas asexuadas» a principios de la década de 1990. Esta tecnología aprovecha una peculiaridad de la naturaleza conocida como apomixis. Más de 300 especies de plantas con flores producen semillas clonales de forma natural mediante apomixis, pero ninguna de ellas es un grano importante. Los investigadores afirman que la búsqueda de apomixis para plantas como el sorgo, el arroz y el maíz está a punto de transformar la agricultura.
“Sin duda, esto provocará una revolución”, afirma Kejian Wang, genetista del Instituto Nacional de Investigación del Arroz de China en Hangzhou, quien trabaja en experimentos de apomixis por separado.
Koltunow afirma que su trabajo promete brindar a los pequeños agricultores del África subsahariana acceso a cultivos asequibles de sorgo (Sorghum bicolor) y poroto caupí (Vigna unguiculata) de alto rendimiento. Estos agricultores podrían guardar las semillas clonales para sembrar durante varios años, reduciendo aún más los costos. Estas son algunas de las razones por las que la investigación de Koltunow cuenta con el apoyo de la Fundación Gates, una organización benéfica con sede en Seattle, Washington.
Otra colaboradora del proyecto Hy-Gain es la empresa multinacional de semillas Corteva Agriscience, con sede en Indianápolis, Indiana. Esto se debe a que las plantas apomícticas representan un potencial impulso para las compañías de semillas que venden a los mercados agrícolas a gran escala de todo el mundo. La apomixis podría reducir drásticamente el tiempo necesario para crear nuevas variedades y fijar rasgos deseables en plantas que producen sus propios clones. «La reducción de costos [podría] ser enorme» para estas compañías, afirma Koltunow.
La producción de semillas clonales listas para el mercado está al alcance de un puñado de especies, incluido el arroz, un grano básico que alimenta a más de la mitad de la población mundial. En los últimos años, se ha producido una oleada de solicitudes de patentes para una variedad de plantas de cultivo apomícticas. Sin embargo, los investigadores afirman que aún quedan algunos obstáculos clave antes de que estos avances puedan realmente consolidarse. «Ahora que hemos logrado que funcione como concepto, necesitamos perfeccionar las cosas», afirma Venkatesan Sundaresan, biólogo reproductivo de plantas de la Universidad de California, Davis.
[Foto: Sorgo / Archivo / Productiva C&M]