Asumir desafíos implica desarrollar nuevos manejos y estrategias en la agricultura, y más aún en el Chaco, en donde hoy se siguen rompiendo paradigmas para la instalación de una agricultura más eficiente y efectiva que permita alcanzar un desarrollo sostenible de estos ambientes frágiles, pero con mucho potencial productivo. Agroganadera Don Chiquito recibió por cuarta vez al equipo de Productiva C&M, ocasión en la que se observó el desarrollo de trigo en áreas en secano y su comparativo puesto en sistemas de riego.

 

El Ing. Agr. Carlos Mereles, gerente de Agroganadera Don Chiquito S.A., comentó que en el área en secano comenzaron los trabajos en la campaña 2023/24 y actualmente cuentan con 1000 hectáreas en este sector de la estancia. En esta campaña, en particular, una superficie de 100 hectáreas se habilitó con un cultivo de trigo.

 

“Apostamos por el trigo, nuestro cultivo de renta en el invierno, y tenemos un material bien desarrollado, ya que logramos acumular un perfil de 2 metros”, indicó.

 

El cultivo de trigo se estableció a finales de mayo y de las 1000 hectáreas en secano, 650 hectáreas fueron cubiertas con trigo y el resto permanece en barbecho, con rebrote de sorgo granífero, que también sumará para la cobertura del suelo.

 

Desecación. El área habilitada con trigo viene de una superficie de gatton panic. En esta área había sido proyectada inicialmente la siembra de sorgo, pero las condiciones climáticas de mayor pluviometría limitaron la ventana de siembra ideal, por ende, apostaron por una desecación sobre una siembra directa sobre la pastura, sin remoción del suelo.

 

En la presente campaña Don Chiquito cuenta con 960 hectáreas de trigo, de las cuales 650 se encuentran en secano y 310 hectáreas, bajo riego.

 

En este planteamiento realizado la inversión más importante se concentra en el trigo bajo riego; en cambio, en el trigo secano el objetivo es enfrentar de manera conservadora la campaña, con decisiones sobre la marcha, dependiendo de las condiciones climáticas presentadas a lo largo del ciclo productivo. “El cultivo está impecable, tuvo un buen arranque por las condiciones presentadas”, agregó.

 

El tratamiento de semillas utilizado fue el mismo para ambos planteos, pero la densidad de semillas fue diferente: en el área bajo riego se destinaron 180 kg/ha y en la superficie en secano, 100 kg/ha.

 

Mereles comentó que el trigo bajo riego recibe más inversión porque cuenta con mayor potencial de productividad y un rango de seguridad importante para la inversión en fertilización. Acotó que en el inicio, primero con el tratamiento de semillas, y luego tras la emergencia aplicaron un fertilizante nitrogenado, el Sulfammo Meta 29 de Timac Agro, además de otras soluciones como boro, inductor de resistencia y un fungicida para protección contra hongos.

 

En cambio, en el secano, además del tratamiento de semillas y la densidad distinta, media dosis de biológicos y una sola aplicación de insecticidas y no fue presupuestada la aplicación de fertilizante nitrogenado.

 

“No está planificada la aplicación de nitrógeno sobre la parcela de trigo en secano. Como nos gusta hacer las comparaciones secano vs riego, vamos a conocer los resultados para sacar conclusiones. Pero a la vez, si bien invertimos en nutrición en el trigo bajo riego, eso no quiere decir que eso no se realizará en secano, ya que dependerá de las condiciones”, aseveró.

 

Costo. El responsable técnico de Agroganadera Don Chiquito comentó que el punto de equilibrio del trigo irrigado es de 1500 a 1800 kg/ha, mientras que el trigo en secano, 800 a 1000 kg/ha.

 

El plan apunta a obtener 3500 kg/ha o incluso 4000 kg/ha en planteos bajo riego, mientras que en secano el objetivo es registrar una productividad media de alrededor de 2000 a 2200 kg/ha.

 

Por su parte, el Ing. Agr. César Sena, responsable de Desarrollo Técnico de Mercado de Timac Agro Paraguay Región Chaco, comentó que vienen realizando un seguimiento al manejo empleado en Don Chiquito. A partir de la necesidad del sector ganadero, vamos estableciendo las estrategias para la elección de los cultivos”, explicó.

 

Indicó que para las gramíneas se posicionaron los fertilizantes de liberación controlada, además de bioestimulantes e hidrosolubles. En el desarrollo vegetativo, aplicaron el Progen Detox y Fertiactyl GZ para recuperar a la planta luego de la aplicación de glifosato y para que logre desarrollar mejor capacidad radicular, respectivamente. Luego, el manejo en el estadio reproductivo consistió en la aplicación de Fertileader Vital para facilitar el transporte de los elementos dentro de la planta y KSC V, un fertilizante hidrosoluble equilibrado en alta concentración en potasio y microminerales, que posee, además, un efecto bioestimulante dentro de la planta.

 

Con el manejo nutricional empleado en el cultivo de trigo en periodos de estrés hídrico se obtuvo un 32 % de retorno sobre la inversión y en periodos de lluvias, 58 % de retorno.

 

El profesional destacó que bajo riego se logró sembrar en la época deseada. Esto permitió emplear una nutrición de alta performance que requirió de un Fertiactyl Gramínea para una emergencia uniforme y población ideal, y luego se prosiguió la aplicación con productos los biológicos Fertiactyl GZ y KSC II, con una dosis de 2,5 a 3 litros por hectárea. Después se sumaron Fertileader Vital y KSC V para apuntar a una mejor floración, así como a una mayor calidad y peso de granos, respectivamente.

 

Por su parte, en secano se aplicaron ciertas tecnologías, pero con un planteo más conservador.

 

Sena recordó que, igualmente, con una inversión moderada, la empresa les está ofreciendo a los productores trabajos con los muestreos de suelo, además del tratamiento de semillas con bonificación. Acotó que la propuesta para el productor que trabaja en secano es mitigar el periodo de estrés, con la línea de bioestimulantes y biosolubles.

 

Zafra. Tras la cosecha del trigo de invierno, en esta unidad de producción se plantea la siembra de sorgo granífero, poroto mung y soja, de tal manera a desarrollar un plan de rotación importante. En cambio, en el área bajo riego, en la zafra se planificará la siembra de soja para la semillería, considerando que la empresa cuenta con una planta industrial que ya produce semillas registradas y certificadas de soja para todo el Chaco paraguayo.

 

“Estamos avanzando en cuanto a beneficiamiento de semillas y para la próxima campaña la idea es crecer, diversificar las variedades de soja para el productor y también no dejar de apuntar al voluminoso para el confinamiento”, añadió.

 

Explicó que la siembra de soja arrancará en la quincena de enero en Don Chiquito. Agregó que en la zafriña chaqueña posicionarán el poroto mung, que es rústico y rentable, y su inclusión en el sistema de producción permite, además, que la ventana de siembra se extienda hasta el 20 de febrero, aproximadamente, hecho que ayuda a escapar de la ola de calor de enero.

 

“Si bien tenemos riego, eso no nos garantiza nada, porque si tenemos calor, se genera una elevada evapotranspiración. Tratamos de usar el riego de manera inteligente”, indicó.

 

En Don Chiquito establecieron un sistema de producción que consta de 1200 hectáreas bajo riego y 1000 hectáreas en secano. “En secano logramos sorgo de buena calidad para ensilaje planta entera. De esta manera, venimos estableciendo un sistema de producción. La idea es que el riego se utilice de manera estratégica. Soja, trigo, sorgo, cobertura, poroto mung, agricultura extensiva, pero con criterios técnicos y de manera sostenible”, concluyó.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición 129 de Revista Productiva, páginas 18 y 19]

 

[Foto: campo de trigo bajo riego de Agroganadera Don Chiquito / Revista Productiva]