Respecto al diálogo establecido en torno a la conveniencia de colgar las jeringas contra la fiebre aftosa, el Dr. Hugo Idoyaga, asesor del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y expresidente de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), enfatizó en Nación Productiva que existen los fundamentos técnicos y científicos para que el país pueda solicitar un estatus sanitario superior. Resaltó que el riesgo interno es insignificante, prácticamente inexistente, y que un régimen sin vacunación permitirá un mayor acceso a los mercados más exigentes y un precio diferenciado. Agregó que el servicio veterinario oficial tiene todas las atribuciones para establecer medidas de levantamiento, pero el objetivo es llegar a una decisión consensuada entre todas las partes.
Idoyaga remarcó que la decisión final para la toma de una decisión de esta naturaleza debe pasar por los actores políticos del Gobierno y que el servicio veterinario oficial es el garante y el órgano competente para la aplicación de la política sanitaria.
“Si no existiesen evidencias técnicas como las que hoy se tienen, desde luego no estaríamos discutiendo esta cuestión; hay suficientes evidencias técnicas basadas en un trabajo largo de 10 a 12 años en el que la mejora ha sido extremadamente continua y ha llegado a un nivel estable”, acotó.
Subrayó que el Senacsa tiene suficientes evidencias sanitarias con una cobertura de vacunación extremadamente alta, cerca del 100 %. “Siempre decimos 99,9 %, un poco más o un poco menos, con una cobertura inmunitaria que ronda el 95 %, lo mejor que puede haber en la región”, alegó.
Idoyaga expresó que técnicamente hoy más que nunca están dadas las condiciones para discutir la idea de dejar de vacunar y fijar una hoja de ruta. “Paraguay necesita una hoja de ruta, no podemos estar pensando en lo que haga Argentina o lo que haga Uruguay; de 600 millones de cabezas de ganado bovino de la región de las américas, un 15 % está con un régimen de vacunación, y solo Venezuela no tiene ningún tipo de estatus”, apuntó.
Según el experto, el riesgo interno es casi inexistente y acotó que, si bien el riesgo externo existe, también sigue siendo insignificante. “Las decisiones políticas deben acompañar naturalmente las decisiones técnicas. Lo lindo que esto sea discutible y que sea en consenso, pero si no existiese consenso, por supuesto que el servicio veterinario tiene todas las atribuciones para establecer medidas de levantamiento, no sería lo prudente, pero eso es así”, apuntó.
Resaltó que el tiempo estimado para lograr la transición es de 30 a 36 meses, ya que cuando se da la notificación del último día de vacunación a la OMSA deben transcurrir 24 meses, y previo a eso se tienen que realizar conversaciones, debates y los arreglos internos.
“Qué pasa con los laboratorios que producen vacunas, qué pasa con la Fundassa o el banco de vacunas que Paraguay tiene hace tiempo financiado, son temas que hay que consensuar y encontrar un punto de salida. Las cuestiones legales que apunten a la prohibición de elaborar o importar vacunas y de permitir la producción de cierto tipo de vacunas para algún uso en particular, son temas que hay conversar y esos parecieran ser cosas muy sencillas, pero fácilmente va a llevar unos seis meses a un año”, explicó.
Comentó que en la región el 75 % de los países exportadores de carne está sin el régimen de vacunación y que con el estatus superior el ingreso de los países mejora sustancialmente. “El estado de Paraná (Brasil) registró un récord de exportación con la carne porcina con el estatus superior y este rubro podría dar un salto importante en nuestro país”, manifestó.
Destacó que el acceso a mercados desde una posición de país libre de fiebre aftosa sin vacunación es mucho más fácil y menos complicado, y “permite un precio diferenciado para arriba, eso es categórico”, recalcó.
Explicó el caso de Chile, que importa carne de Paraguay, Brasil, Argentina y Uruguay, y exporta todo su producto a un precio diferenciado al tener un estatus superior. “Y compra un producto más barato de una calidad extraordinaria como la nuestra a un precio para abajo”, mencionó.
Consultado si Paraguay podría aplicar un cambio de estatus gradual como lo hizo Brasil por departamentos o regiones, comentó que sería una decisión muy costosa y difícil por la cantidad de interrelacionamientos y de movimientos de una región a otra. “No sería recomendable porque sería extremadamente costoso y los beneficios no se tendrían a la vista”, añadió.
Agregó que, si se toma la decisión, implica un cambio de paradigma, en el que el sector privado tiene que asumir sus responsabilidades y que el avance hacia un nuevo nivel se viene dando de forma gradual. “En Paraguay se realizaban dos vacunaciones a la hacienda general y una a la hacienda menor de 24 meses. En el año vacunábamos cerca de 30 millones de cabezas de ganado. Ahora la hacienda general mayor de 24 meses se vacuna cada 12 meses”, expresó.
Por último, resaltó la seriedad con que viene trabajando el servicio veterinario oficial y que si hoy propone o sugiere un debate de esta naturaleza es porque existen sobrados fundamentos para iniciar el proceso. “La autoridad sanitaria debe tomar la rienda en este asunto, pero no es esa la intención de la institución, la idea es consensuar y conversar para ver los positivos y los negativos, pero los debates deben ser con criterios técnicos. Senacsa tiene los elementos para demostrar que hoy no hay riesgo, hay que confiar en el servicio veterinario de nuestro país”, concluyó.
[Foto: Dr. Hugo Idoyaga / Archivo / Productiva C&M]