Por David González (Shanghái, China) | Para llegar al Puerto de Shanghái, China, uno debe cruzar un puente de 32,5 km que fue construido sobre el Mar del Este. Eso ya comienza a impactar, pero cuando uno lo va cruzando se encuentra con miles de molinos de viento que van acumulando energía para el aprovechamiento en el puerto.

 

Con la boca abierta y mucho de asombro por la gran intervención del hombre, impulsada por una política clara desde el Gobierno de desarrollar este inmenso país, quedó la comitiva de la Misión Comercial a China y el Sudeste Asiático, organizada por Tafirel, al visitar Shanghái Contenedores Group, una verdadera maravilla que luce a los ojos, pero que expone una gran explosión de la verdadera fuerza china.

 

Allí se encuentra un puerto con cuatro bloques, uno de ellos, la Fase IV, está totalmente automatizado, robotizado y en donde uno ve hasta camiones autónomos, sin operadores, pero que elevan la productividad y se genera menos efecto en el ambiente. En ese lugar 121 grúas automáticas operan diariamente.

 

Esta terminal portuaria automatizada llevó tres años de construcción y posee siete muelles de aguas profundas, y con la incorporación de nuevas tecnologías es ícono de la industria portuaria china.

 

Los vehículos y camiones automáticos actúan de forma remota, pues se manejan con control inteligente de cargas y descarga de todos los contenedores.

 

Allí se tiene una programación de equipos para la verificación automática de carga que, a través de la robotización y la innovación científica, permite obtener ahorro de energía, eficiencia y un nulo nivel de error.

 

Con la trazabilidad de las cargas y con todo el proceso desarrollado con protección de recursos ecológicos, Shanghái se convierte en un puerto verde que mueve 7 millones de contenedores de capacidad por año en las cuatro fases totales y un volumen de 26 millones de contenedores anuales.

 

Con la tecnología aplicada este puerto es capaz de recibir barcos de hasta 200 000 toneladas de capacidad con 24 000 contenedores cada uno.

 

Este puerto ecológico posee sistemas de recarga de energía eléctrica de los camiones. En una recarga de apenas seis minutos es capaz de sumar una autonomía de hasta 12 horas. Hasta los barcos tienen cargadores eléctricos.

 

Si bien el puerto ecológico por la tecnología aplicada redujo 70 % el personal, actualmente, emplea a 700 personas.

 

La Misión a China y el Sudeste Asiático se inició el pasado 5 de junio y se extenderá hasta el 23 de este mes.

 

[Foto: delegación de la Misión Comercial a China y el Sudeste Asiático y representantes de Shanghái Contenedores Group / David González]