Considerando que el ciclo financiero del cultivo de algodón es de casi un año, la Cooperativa Chortitzer implementa un sistema por medio del cual el productor recibe un anticipo de 50 %, aproximadamente, al entregar su lote; después de terminar su procesamiento, otro 35 % y el último 15 % a fin de año, explicó a Productiva Oliver Wiebe, gerente de la planta algodonera. Agregó que este año hubo un pequeño crecimiento en la superficie de siembra en la región Occidental, por lo que estiman que fueron implantadas entre 55 000 y 60 000 hectáreas y que las condiciones climáticas, como el exceso de lluvias, podrían incidir en la calidad y el rendimiento del cultivo.
Explicó que, en el caso de la desmotadora, cuando el productor entrega su lote ya cobra un anticipo de alrededor del 50 % del valor y que el año pasado el tiempo de espera desde que el productor completara un lote hasta que era procesado tardaba cerca de 30 días, lo que fue bastante rápido, ya que la cosecha fue moderadamente pequeña. Agregó que los últimos embarques se realizaron antes de Navidad, lo que permitió pagarles a los productores antes de fin del año.
“A la hora de entregar su lote, más o menos el 50 %, después de terminar su procesamiento otro 35 % y el último 15 % a fin de año; si uno compara con otros cultivos, es más o menos un año hasta que sembró y recibió su pago final”, manifestó.
Wiebe señaló que este año hubo un pequeño crecimiento en la superficie de siembra y que desde la cooperativa están estimando entre 55 000 y 60 000 hectáreas de algodón. Resaltó que una parte se sembró en diciembre y por falta de lluvia en la segunda quincena de diciembre y enero se retrasó la siembra restante, por lo que actualmente la mayor parte del cultivo está en fase de desarrollo.
Comentó que algunos lotes empezaron a cosecharse, pero que se necesitan más días soleados para avanzar con la colecta. “Estábamos proyectando acopiar una cantidad récord otra vez, pero con las condiciones climatológicas, como el exceso de lluvias, son variables que podrían influir en el rendimiento”, acotó y agregó que los productores están evaluando todavía los eventuales perjuicios del exceso de agua en las parcelas.
Recordó que la Cooperativa Chortitzer cuenta con una planta desmotadora desde el año 1938 y que la segunda algodonera ya está trabajando hace dos zafras, por lo que esta es su tercera campaña. “Para esta campaña se incorporaron más máquinas de limpieza, tuvimos una entrezafra más larga, ya que en octubre se finalizó la zafra anterior, pudimos hacer unas cuantas mejoras que nos van a ayudar en el día a día a producir y procesar de manera más fluida el algodón y también a mejorar la calidad del desmote para brindar un procesamiento de calidad y no dañar la fibra”, expresó.
Resaltó que la planta procesadora de algodón de la cooperativa ofrece el servicio de desmote tanto para socios como para no socios. “El año pasado fue 70 % socios y un 30 % no socios, pero estamos abiertos para todos”, mencionó.
Wiebe comentó que el año pasado la calidad media era muy buena y que históricamente fue reconocida por ser una de las mejores. “Un color blanco brillante con muy pocas impurezas en el algodón y estamos exportando, principalmente, a tres destinos que son referencia a nivel mundial en la industria textil, que son Vietnam, Indonesia y Bangladés, y algo también se va a Alemania, Turquía y Portugal, un nuevo destino que conseguimos el año pasado”, acotó.
Mencionó que siguen trabajando para abrir nuevos mercados y que con la determinación de calidad vía instrumentos certificados podría proporcionarle acceso al producto a más destinos. “El trabajo persiste y la idea es llegar a eso. Pero hoy en día tenemos clientes que confían por el histórico de calidad que proveemos y entregamos, estamos vendiendo bastante bien nuestro producto”, concluyó.
[Foto: Oliver Wiebe, responsable de la Planta Industrial de Algodón de la Cooperativa Chortitzer, durante la transmisión de la Expo Pioneros 2025 / Productiva C&M]