Establecer un manejo sostenible incorpora prácticas y estrategias que les permiten a los productores obtener mejores respuestas en periodos de buena humedad y, en contrapartida, lograr pisos productivos por encima de la media, en caso de presentarse alguna adversidad climática.

 

Este escenario se observó en una de las visitas de Productiva a Granja Yby Porã SRL, ubicada en Carlos Antonio López, departamento de Itapúa. Durante el recorrido, el propietario del establecimiento, Hans Heinrich Ruser, subrayó que dentro del trabajo sostenible que realiza la empresa se encuentra el cuidado del suelo, la reposición de nutrientes, el uso del sistema de siembra directa y los cultivos de cobertura.

 

Así también, se están adquiriendo certificaciones que garantizan la producción sostenible. “No solo se habla del cuidado del suelo, sino del medio ambiente; tenemos 40 % de reserva y los productos que se utilizan están registrados y manejados de forma sostenible”, resaltó.

 

Comentó que existe un corredor biológico que permite mantener un ambiente sostenible. Aparte de justificar el origen de la producción, explicó que también se busca cumplir con las exigencias internacionales para lograr una mejor participación en el mercado, y que luego reditué en beneficios económicos.

 

Entre los planes, Ruser puntualizó que busca seguir accediendo a la tecnología de vanguardia para la producción agropecuaria. “Estamos abiertos a nuevos productos, siempre y cuando sea económicamente viable”, valoró.

 

Finalmente, puntualizó la importancia de seguir trabajando en mejorar el negocio.

 

Por su parte, el Lic. Ronaldo Chamorro, de Granja Yby Porã SRL, resaltó que los cultivos de cobertura dan retorno en la producción, especialmente en las parcelas que cuentan con una mejor estructura de suelos, en comparación con las que sufren por la pérdida de nutrientes y que son afectadas por la falta de agua.

 

Estamos batiendo nuestros récords y actualmente estamos manteniendo un promedio general de 1100 hectáreas de cultivos de 4500 hectáreas”, añadió. El licenciado remarcó que la soja es el principal cultivo de renta de la empresa, aunque se va diversificando con maíz o soja zafriña y cobertura como trigo, avena, canola y carinata.

 

Al respecto, indicó que la carinata se prepara como opción para el invierno sobre una superficie de 150 hectáreas. “Será una opción viable al cotizarse en el mercado internacional y el precio está muy bueno”, valoró.

 

El objetivo es realizar un sistema de rotacion de cultivos y producir eficientemente, subrayó. “Todos los años hacemos un muestreo de suelos y si hay algo que corregir, analizamos si es posible la inversión para la corrección y si no, tomamos nota para hacer en la medida que se pueda”, enfatizó.

 

Mosca blanca. Acerca de las principales problemáticas, mencionó que la mosca blanca en maíz puede generar daños entre 100 a 200 kg por hectárea en los estadios iniciales de la planta. Al ser una especie polífaga, va generando la fumagina que reduce el área de fotosíntesis, que es importante para el maíz por ser una planta C4.

 

Respecto a la cigarrita y chinches, mencionó que su presión disminuyó este año, si se compara con años anteriores.

 

Debido a la necesidad de producir alimentos para la ganadería, indicó que en la zafriña se optó por híbridos graníferos de maíz para cosechar granos y cubrir parte de los costos. “Este año no optamos por hacer soja zafriña porque queremos hacer un mejor manejo de malezas”, precisó.

 

Sobre el segmento ganadero, comentó que el objetivo es cerrar los círculos de producción y encontrar un punto de equilibrio. Si bien la agricultura es el negocio más rentable para la empresa, dijo que la actividad pecuaria actúa como complemento.

 

Aparte de la producción de carne, la empresa apuesta también por la lechería e integra así la parte agrícola con la pecuaria. “Hoy vemos que el tambo está respondiendo a esa sinergia con la agricultura”, resaltó.

 

Destacó que los alimentos proveídos a la producción animal son elaborados y procesados en la estancia. “En la agricultura y en la ganadería hay que hacer bien las cosas para esperar que las cosas resulten”, acotó el profesional.

 

También comentó que la empresa se encuentra trabajando en un plan piloto de huella de carbono para el acceso a créditos de CO2, donde se miden ciertos parámetros de manejo. “Constantemente estamos siendo auditados por empresas internacionales de certificación de soja; hacemos bien las cosas, pero tenemos que demostrarlo para la opinión pública internacional”, insistió.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 125 de marzo de Revista Productiva, páginas 18 y 19]

[Foto  : Revista Productiva]