El Ing. Agr. Jhonatan Giles, director técnico de Algisa, mencionó en Nación Productiva que en esta campaña implementaron una estrategia para mantener la calidad del arroz, que consiste en iniciar la cosecha del cereal con una humedad relativamente alta, de entre 28 y 29 %, hecho que posibilitó que los granos colectados de manera más tardía no se quiebren en el campo y pierdan calidad por el calor excesivo. Agregó que este planteamiento fue conversado con la industria.
Durante el agroclásico de los domingos, ocasión en la que hablamos de “Arroz: condiciones, punto de equilibrio y mercado”, el ingeniero agrónomo comentó que actualmente están con un avance de colecta de 50 %, que son cultivos correspondientes a la primera tanda de siembra realizada entre mediados de agosto y setiembre.
“Estamos avanzando bastante bien, atendiendo también el factor de calidad, estamos hablando de 38 y 40 ºC, con sensación térmica altísima, que de por sí el grano que ya cumplió su ciclo, al no poder SER cosechado rápidamente, va perdiendo calidad en el campo”, acotó.
Giles señaló que iniciaron la cosecha con una humedad relativamente alta para que cuando se puedan cosechar las últimas parcelas de esta primera tanda el calor excesivo no tenga impacto en la calidad. “Realmente, fue una decisión muy acertada; primero le costó un poco a la industria recibir esa carga con humedad alta, pero hoy estamos llegando ya con inferior humedad”, precisó.
Añadió que son decisiones muy importantes y acertadas que tomó el grupo de trabajo. “Estamos cerrando la primera tanda de cosecha con números positivos que superan nuestras expectativas, pero falta el 50 %. Si bien en marzo y abril los días son más cortos, creo que vamos a tener una campaña bastante positiva”, resaltó.
Enfatizó que si hubieran buscado una humedad óptima de entre el 24 y 22 %, hoy estarían hablando de una catástrofe en cuestiones de calidad, ya que con el calor excesivo el arroz se sobremadura y se termina quebrando en el campo. “Si bien la industria pegó el grito al cielo por la humedad muy alta, por la cantidad de horas que lleva en el secadero un cultivo de 28, 29% de humedad, pero eso solo al inicio, la campaña termina con un arroz de 16, 15 % de humedad”, puntualizó.
Recalcó que la decisión se tomó como una estrategia y fue consensuada con la industria para poder recibir el grano con una humedad más alta.
Giles señaló que ya vienen implementando una siembra bastante anticipada, que arranca a mediados de agosto, para iniciar la cosecha en los primeros días de enero, de modo a “no encontrar el pico del verano con mucha necesidad hídrica, sino prácticamente finalizando la parte más calurosa”, acotó.
Señaló que la primera tanda de siembra se inicia en la quincena de agosto y sigue en setiembre, luego se hace una pequeña pausa en octubre, para arrancar la segunda etapa entre noviembre y diciembre.
Señaló que la logística es un factor muy importante, ya que la disponibilidad de secaderos, silos y maquinarias en ese corto periodo de tiempo, entre enero, febrero y marzo, suele generar un cuello de botella en el proceso de la cosecha, por lo que también es una estrategia levantar los granos en dos tandas.
“Entonces, nosotros como empresa hemos segmentado en dos, con 30 días de diferencia entre el primer golpe de siembra y el segundo, para separar la primera y la segunda tanda de cosecha”, remarcó.
Enfatizó, por último, que el año no fue fácil porque arrancó la época de siembra con bastante lluvia y al final se tuvo que pelear con la sequía. “Si bien el rubro no fue muy afectado por estos fenómenos, sí tuvimos situaciones bien marcadas que debimos ir ajustando durante el proceso”, concluyó.
[Foto : Ing. Agr. Jhonatan Giles, director técnico de Algisa, y David González, conductor de Nación Productiva / Productiva C&M]