La ganadería busca espacios donde poder desarrollar una producción económicamente viable. Esto implica aplicar estrategias de manejo sobre campos naturales, pero integradas con agricultura o subproductos industriales para otorgarle mayor productividad y, en consecuencia, obtener más rentabilidad.

 

El equipo de Productiva visitó el campo de la unidad ganadera de Farmer S.A., en Caapucú, Paraguarí, donde el Dr. David Fischer, gerente del área ganadera de la empresa, se refirió al trabajo que se realiza en campos naturales, pero en integración con la agricultura.

 

Comentó, al respecto, que se busca el beneficio de llevar un proyecto con ganado vacuno en el cultivo de arroz y viceversa. En esta unidad productiva se realiza el ciclo completo de la ganadería y se aprovechan los subproductos del cereal en la re cría durante la suplementación de los terneros, así como en la terminación de la hacienda en general.

 

Precisó que se trabaja con las razas brangus y nelore. Se realiza también la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), resincronización y repa so con toros de buena calidad.

 

La brangus nos dio la posibilidad de adaptarse bien a estos campos. Siempre hablamos de que tenemos tres tipos de campos en uno: la zona inundable, la parte agrícola y un campo más alto; entonces, con la rusticidad del cruce de un híbrido conseguimos precocidad, peso en destete, peso en terminación y sobre todo, fertilidad”, destacó.

 

En cuanto a las limitaciones de los campos naturales, indicó: “vemos la oportunidad que nos da a partir del mes de enero el rebrote de arroz; nuestros servicios se tienen que planificar tanto en la cría como la recría en estos suelos 100 % gracias a la agricultura”.

 

Fischer señaló que con la incorporación de la integración con la agricultura el ciclo del servicio, que inicia en los últimos días de setiembre y se extiende hasta diciembre, se acorta a tres o cuatro meses, con el objetivo de que la vaca pueda estar en su mejor condición corporal después del invierno.

 

Dijo que el destete se da a los siete meses y de ahí se le lleva al ternero a una recría de siete a ocho meses a fin de terminar el novillo o el toretón con 15 y 16 meses en confinamiento, además se busca que esta etapa sea a campo para obtener el mayor tamaño posible del desmamante. “Tratamos de terminar en 90 días en un confinamiento rápido usando nuestros subproductos y en lo que es la hembra buscamos suplementarla a campo para que podamos llegar con un buen grado de desarrollo reproductivo a los 15 o 16 meses y que nos pueda dar una ventana para un servicio precoz en otoño con 18 meses”, puntualizó.

 

Este trabajo, según resaltó, apunta a conseguir una vaca para cada ambiente. Así también, comentó que el establecimiento emplea el sistema creep feeding, con el objetivo de lograr la mayor cantidad de kilos posibles en el destete.

 

Fischer indicó que la óptima condición corporal de los animales se debe a la parte agrícola. “Tenemos cosecha de arroz desde enero y todo el rebrote es pastoreado por nuestras vacas, que con siguen una condición corporal excelente; sobre esos campos de rebrote de arroz hacemos acevén, avena y los utilizamos en el periodo de invierno”, añadió.

 

Este manejo permite que los altos campos tengan mayor tiempo de descanso y una oferta forra jera abundante en los tres últimos meses del año, subrayó el profesional.

 

Sobre la incorporación de tecnología en el campo, destacó que es fundamental la generación de información. Desde el nacimiento se están implementando los microchips electrónicos que permiten identificar el animal y tomar decisiones.

 

Al respecto, resaltó la importancia de capacitarle al equipo de trabajo para conseguir una mejor comprensión de la información.

 

Por otra parte, refirió que los recursos obtenidos para la dieta en el confinamiento práctica mente son de producción propia. Se utiliza afrecho, arrocín, residuo de zaranda, fardo del rastrojo de arroz, entre otros.

 

Tratamos que la combinación agrícola-ganadera-industrial se tome de la mano en los tres eslabones y que la parte administrativa pueda manejar eso y con eso tratamos de que Farmer haga ese giro de la rueda”, sostuvo.

 

La empresa también apunta a duplicar el número de vientres y llegar a 6000 cabezas. Luego, pretende pasar a 10 000, ya que se dispone de espacio para el crecimiento.

 

[Material publicado en el segmento Ganadería Productiva de la edición Nº 119 de setiembre de Revista Productiva, página 16]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]