Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), explicó a Nación Productiva que si bien este año el sector productivo se recuperó, al igual que la economía nacional, y hay expectativas de una muy buena cosecha 2023/2024, el agricultor sigue arrastrando las pérdidas ocasionadas por el quiebre de producción de casi 70 % de la campaña anterior debido a la sequía, que lo llevaron a refinanciar sus compromisos a cuatro o cinco años. No obstante, acotó que en caso de que se concrete una óptima zafra, muchos podrán adelantar sus pagos. 

 

En la “Evaluación de fin de año de la agricultura paraguaya” el agroclásico de los domingos dio a conocer todas las situaciones que se han presentado a lo largo de esta desafiante temporada que va concluyendo.

 

En comparación con la debacle de la producción agrícola en el 2022 a causa de la severa sequía, el titular de la UGP señaló que este año marcó la recuperación del sector productivo y la economía paraguaya, lo que ayudó a dar un oxígeno al productor no solo para cubrir las cuotas de deudas, sino que para seguir produciendo.

 

Por más que es difícil calcular el número de agricultores que siguen arrastrando deudas en el sistema financiero, Cristaldo recalcó que la deuda del sector productivo es actualmente de USD 3200 millones, que incluyen los atrasos de los compromisos asumidos, así como el capital operativo de este año.

 

Recordó que tras el quiebre de producción de la campaña pasada de soja hubo casos de refinanciamiento de cuatro a cinco años. Si el 2024 se presenta con mejores condiciones para el agro, se prevé que muchos productores puedan adelantar los pagos, precisó.

 

“Las cosas se hicieron bien el año pasado por las medidas oportunas para generar condiciones de refinanciación sin penalizar al banco ni a los clientes, lo que permitió que la gente vuelve a sembrar en setiembre del 2022”, resaltó.

 

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