Los días 7 y 8 de noviembre, con una participación de casi 400 personas, se realizó el 1° Simposio de Sanidad de la Soja en Ciudad del Este, Alto Paraná, mediante una alianza estratégica entre Productiva Comunicación & Marketing y Fito Lab Paraguay. En la ocasión, 18 brillantes expositores provenientes de seis países y tres continentes expusieron sobre el manejo de las principales enfermedades que atacan la soja.
En la apertura del simposio, el director de Productiva C&M, David González, comentó que Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina son el granero del mundo; por lo tanto, el desafío de apuntar a mejores rendimientos y a alimentos más sanos en un volumen superior y de calidad es mayor, lo que le convierte a este granero en el más sustentable a nivel global. “Evidentemente, esto llevará trabajo, pero como gente que vive del campo, esta palabra no nos generará contratiempos; por el contrario, solo nos traerá oportunidad de progreso”, comentó.
En ese sentido, mencionó que Fito Lab y Productiva se unieron para organizar este 1° Simposio de Sanidad de la Soja, que pretende ocupar un sitio de relevancia en la agenda no solo de Paraguay, sino de la región, en donde se pueda compartir el conocimiento, la tecnología, la capacitación y más aún, el enorme amor por el agro.
“Contamos con grandes desafíos, pero ninguno de ellos podríamos haberlos consolidado sin el apoyo de las empresas de innovación y desarrollo, los investigadores y, principalmente, los productores, que son el motor de este gran engranaje que llamamos producción de alimentos”, agregó.
Retrospectiva. La primera presentación del SSS estuvo a cargo del Ing. Agr. Wilfrido Morel, director de Fito Lab Paraguay, quien presentó el tema “El antes y el después. Evolución de las enfermedades y su impacto en el proceso productivo de la soja en Paraguay”, ocasión en la que mencionó que con la aparición de la roya de la soja (Phakopsora pachyrhizi) en el año 2001, se generaron pérdidas de hasta el 63 % en los rendimientos.
Agregó que las mayores mermas de productividad, que llegaron a más de USD 600 millones, fueron registradas en las campañas 2006/2007 y 2014/15, al igual que la mayor frecuencia en el uso de fungicidas en el cultivo de entre tres a cinco aplicaciones, lo que se tradujo en altos costos de producción y en un posible alto impacto en el medio ambiente.
“El manejo de la enfermedad se complica debido al bajo porcentaje de utilización de materiales genéticos resistentes y por el desarrollo de poblaciones con menor sensibilidad a algunos principios activos”, enfatizó.
Dijo que, actualmente, se van incorporando al mercado nuevos productos con modos de acción diferenciados, como las carboxamidas, y en mezclas con estrobilurinas y triazoles, que permiten obtener resultados óptimos en el manejo de la enfermedad. Como parte de la estrategia de manejo, recomendó la inclusión de fungicidas multisitios.
“El manejo de las enfermedades por medio del control genético tiene múltiples ventajas, como la disminución de los costos, menor riesgo de contaminación ambiental, control de una epidemia y representa un seguro para el productor. En la actualidad existen materiales genéticos comerciales resistentes a la roya de la soja”, precisó.
Finalmente, destacó que para la implementación de medidas de control químico de enfermedades en soja el productor realiza una inversión importante, ya que es consciente de las consecuencias negativas que ejercen las enfermedades en el cultivo.
Perspectivas. “Desafío y perspectivas del control químico en el manejo de las enfermedades en el cultivo de la soja” fue el tema presentado por la Dra. Carolina Deuner, docente de la Universidad de Passo Fundo (Brasil). En ese momento resaltó que el control químico es sin duda la estrategia más utilizada por los productores, por lo que existe una gran preocupación por reducir la sensibilidad del hongo a los fungicidas.
“Ya existe evidencia de sensibilidad reducida para el grupo químico triazol, estrobilurina y carboxamida para varios patógenos, y este hecho se debe en gran parte al uso de fungicidas con el mismo mecanismo de acción, con alta presión de enfermedad (aplicaciones erradicantes) y subdosis de fungicidas, ya sea de forma consciente, reduciendo la dosis en el tanque o por error de la tecnología de aplicación”, acotó.
Explicó que esto resultó en una reducción de la eficiencia de los fungicidas; por lo tanto, mencionó se pueden utilizar algunas estrategias para minimizar esta situación, tales como: aplicar fungicidas de manera preventiva, aplicar al menos una mezcla de dos grupos químicos alternando los mecanismos de acción, usar fungicidas multisitio en asociación con sistémicos, uso de fungicidas aplicando la dosis correcta, respetando los intervalos de aplicación y utilizando tecnología de aplicación que permita una deposición satisfactoria en todos los tercios de la planta.
Por lo tanto, como sugerencia, indicó que el productor debe aplicar fungicidas de manera preventiva, alternando los grupos químicos (triazol + estrobilurina, carboxamida + estrobilurina, carboxamida + triazol o carboxamida + estrobilurina + triazol) con la adición de fungicidas multisitio, y dejar de usar solo triazol + estrobilurina en todas las aplicaciones o fungicidas solos.
Dijo, por último, que es importante señalar que para obtener la máxima efectividad del control químico se lo debe insertar dentro de un programa de manejo integrado, en el cual se deben utilizar otras medidas de manejo de manera asociada para mantener la eficiencia de esta estrategia en el mayor tiempo posible.
Cercospora. Por su lado, el Dr. Miguel Ángel Lavilla, docente de la Universidad del Noroeste de Buenos Aires (Unnoba), habló sobre la “Distribución geográfica, diversidad morfológica y genética molecular de Cercospora kikuchii y su interacción en el cultivo de soja”.
Dijo que mediante un ensayo se determinó la virulencia de aislamientos de C. kikuchii obtenidos en diferentes puntos geográficos. Explicó que la variable patométrica utilizada en este ensayo fue la SEV en hoja, en pecíolo y en tallo. Con la SEV se calculó el área bajo la curva de progreso de la enfermedad (ABCPE).
Mencionó que las plantas inoculadas con los aislamientos provenientes de la provincia de Tucumán presentaron mayor ABCPE que aquellas inoculadas con los aislamientos provenientes de Pergamino. “El conocimiento de la virulencia de los aislamientos es un aspecto de importancia a ser considerado en un sistema de manejo integrado de la enfermedad”, enfatizó.
Comentó que se desarrolló un modelo predictivo para el TFC mediante variables meteorológicas para el norte de la provincia de Buenos Aires. Se contó con datos correspondientes a cinco ciclos productivos de soja (2013-2017) de Pergamino tomados en distintos estados reproductivos (R1 a R7). A partir de los datos de SEV y del tiempo transcurrido entre estados fenológicos se calculó la tasa de incremento de la enfermedad. Con los resultados obtenidos se pudo ajustar un modelo para el TFC que incluye dos variables, una relacionada con la humedad relativa (desarrollo de la enfermedad) y otra con la temperatura máxima (umbral superior de desarrollo), concluyó.
Roya de la soja. Desde Japón llegó el Dr. Naoki Yamanaka, investigador del JIRCAS, quien expuso sobre “Dinámica poblacional de Phakopsora pachyrhizi (roya de la soja) en Paraguay, la región y el mundo”. Allí destacó que se desarrollaron 24 tipos de líneas pirámidales con genes Rpp. La línea con mayor número de genes fue de cinco y mediante el uso de estas líneas piramidales con genes Rpp se llevaron a cabo los programas de mejoramiento con las instituciones asociadas.
Explicó que hasta el momento se ha desarrollado un total de 14 variedades de soja, con seis instituciones en cinco países. Dos variedades, JFNC 1 y JFNC 2, han sido desarrolladas por Cetapar y JIRCAS, liberadas en Paraguay. En Argentina, la variedad Doncella INTA-JIRCAS, fue creada por el INTA y el JIRCAS para ser liberada en ese país.
En evaluaciones de campo demostraron alta resistencia, lograda mediante la piramidación de los genes Rpp. Se espera que estas nuevas variedades resistentes contribuyan a reducir el efecto de la enfermedad en el cultivo de soja en Sudamérica, indicó.
El proyecto de investigación de JIRCAS sobre la roya asiática de soja se está extendiendo más allá de América del Sur hacia otros países del mundo donde la enfermedad es un gran problema.
Mencionó que en México se han detectado casos de virulencia muy diferentes, incluso entre regiones cercanas, y en Bangladesh, entre los años 2016 y 2018 la virulencia del patógeno se volvió significativamente más agresiva. “Estos son casos que no se determinaron en Sudamérica, y puede que no se registren en el futuro, pero es necesario seguir monitoreando la virulencia del patógeno, acompañado del desarrollo de variedades resistentes a la enfermedad”, concluyó.
Evaluación. “Comportamiento de aislados de Phakopsora pachyrhizi (roya asiática de la soja) a genes de resistencia apilados en Paraguay” fue el tema propuesto por el Ing. Agr. Raúl Morel, gerente técnico de Fito Lab. Su estudio demostró la diversidad genética de la roya de soja existente en Paraguay.
Destacó que en este trabajo realizado resultó que el material genético Py 7-1-82, que contiene dos genes apilados, presentó alta resistencia, ya que fue inmune a todos los aislados de roya estudiados; en tanto que comparativamente con los materiales genéticos Mo 42-1 y Py 3-1- 31 -el primero posee tres genes-, demostró ser resistente a todos los aislados de roya, mientras que el segundo, que posee cuatro genes, resultó ser resistente para los aislados de las ciudades paraguayas de Santa Fe, San Alberto y Edelira 70, además de presentar una reacción de inmunidad al aislado de María Auxiliadora.
Resistencia. El Dr. Andreas Mehl, responsable de investigación de Bayer Crop Science y miembro del Comité de Acción de Resistencia a Fungicidas (FRAC), quien directamente vino de Alemania para el SSS, presentó el tema “La ciencia detrás de la resistencia. Recomendaciones robustas para prevención y manejo de resistencia, basadas en 30 años de experiencia”.
Allí dijo que es muy importante para la empresa invertir en el monitoreo de la sensibilidad de los fungicidas en Paraguay y apoyar a los agricultores locales. En torno a cómo un agricultor sabe acerca de la situación en su finca, explicó que es muy complicado dar una respuesta sólida al respecto; no obstante, consideró que Paraguay es grande e incluso el monitoreo de ataques no puede cubrir todas las fincas. “Pero confió plenamente en que en un futuro cercano tengamos al menos un cierto seguimiento regional que debería reflejar las situaciones de sensibilidad en el buen sentido”, indicó.
Resaltó que no es muy probable que una finca tenga resistencia y la vecina no tenga nada, ya que se conoce el gran impacto de las mutaciones y esto es algo que se debe considerar en las suposiciones también.
Sobre qué sucede entre diferentes ingredientes activos del mismo tipo de modo de acción, explicó que en los tres casos de los fungicidas SDHI o los Qol o también DMI se sabe que los diferentes ingredientes activos muestran en general resistencia cruzada, pero también una resistencia cruzada incompleta, lo que significa que aunque todos están afectados por cierta rotación muestran un nivel diferente de insensibilidad y, por lo tanto, es muy bueno saber qué ingredientes activos hay en el producto.
“El agricultor debe pedir consejo si no está seguro de qué contiene el producto que quiere comprar y, por otro lado, también es una buena idea mezclar dos fungicidas diferentes. Esto siempre es mejor para el manejo de resistencias y aquellos cultivos en los que la alternancia es simplemente imposible, como en el caso de la soja, que tiene dos, tres, cuatro o tal vez cinco aplicaciones, es la mejor herramienta para controlar la resistencia”, explicó.
Con relación a las dosis, si el productor debe aplicar dosis más bajas para reducir la presión de selección o debe usar dosis más altas para tener una mejor y mayor eficacia, el experto alemán respondió que esto se discute de manera controvertida en el mundo de la ciencia, mientras tanto, se sabe que se debe considerar que para los fungicidas DMI, como el propiconazol, debe mantenerse la dosis lo más alta posible, mientras que para SDHI en los fungicidas Qol, la dosis es lo menos importante.
Estrategias. El Dr. Marcelo Canteri, profesor de la Universidad Estadual de Londrina (Brasil), tuvo a su cargo la presentación del tema “Estrategias de manejo para control de mancha anillada (Corynespora cassiicola) en soja”. En la ocasión expresó que se deben considerar factores adicionales al elegir fungicidas específicos para el manejo de la zona objetivo, ya que no todos son eficaces y algunos funcionan mejor que otros para reducir la defoliación en la mitad del dosel.
No obstante, dijo que algunas recomendaciones sugieren la aplicación en la etapa previa al cierre de la soja entre hileras. “El tiempo de aplicación del fungicida generalmente se realiza al principio de la vaina (R3) o al principio de la semilla (R5) con productos que contienen premezclas de múltiples modos de acción de fungicidas”, explicó.
Dijo que los fungicidas específicos están compuestos por un inhibidor externo de quinona (QoI) y un inhibidor de desmetilación (DMI) o QoI y un inhibidor de succinato deshidrogenasa (SDHI) como modos de acción de dos vías o una combinación de tres vías que incluía un QoI, DMI y un SDHI.
En general, comentó que el control varía entre el 10 y el 70% para las mezclas de fungicidas más eficaces en comparación con los no tratados. Sin embargo, Corynespora cassiicola se clasifica como un patógeno de alto riesgo al considerar su desarrollo potencial de resistencia a fungicidas. Mencionó que en Brasil los estudios informaron resistencia a los miembros de la clase de fungicidas QoI (inhibidores externos de quinona) y sensibilidad reducida a los SDHI (inhibidores del succinato deshidrogenasa).
Además, expuso que los experimentos in vitro detectaron una sensibilidad reducida de los aislados brasileños al carbendazim y al benzimidazol. “Una mejor comprensión de la epidemiología de la enfermedad, como la variabilidad genética dentro de la población de patógenos y la posible aparición de reproducción sexual, puede ayudar a mejorar el manejo de la enfermedad y predecir futuros brotes de esta”, concluyó.
Tecnología. Por su parte, el Ing. Agr. Fabio Kudo, consultor independiente e instructor en tecnología de aplicación, expuso sobre “Tecnología de aplicación y el impacto en el manejo de enfermedades de la soja”.
Aquí el profesional hizo hincapié en que la tecnología de aplicación ha ido ganando un espacio importante en el cultivo de la soja. Resaltó que cada año aumenta la presión por las enfermedades y se vuelve un gran reto controlarlas.
Dijo que factores climáticos como la lluvia, la temperatura, la humedad relativa y el viento están limitados en el control. Por otro lado, el control de enfermedades debe ser revisado, y para que esto suceda correctamente dijo que hay que estar al día con la fumigación. “Para una aplicación de calidad debemos estar siempre al día con el mantenimiento y el pulverizador debe estar muy bien calibrado, por lo que se debe colocar la cantidad correcta de producto en el objetivo, de modo a evitar pérdidas y daños al medio ambiente”, agregó.
Acotó que pulverizadores mal calibrados pueden causar daños al productor rural. Enfatizó que el costo operativo de una aplicación de calidad y una de baja calidad es prácticamente igual, pero la deriva es un factor que conlleva al desperdicio de productos y a la mala protección de las plantas. Por lo tanto, recomendó rocíar en los momentos apropiados y elegir correctamente la boquilla de pulverización a utilizar. “Estas soluciones pueden evitar el problema”, manifestó.
Finalmente, comentó que las boquillas de aspersión son de fundamental importancia, ya que obstruidas o desgastadas provocan fallas en las aplicaciones que comprometen el control de las enfermedades, lo que resulta en una caída en productividad.
Dinámica. En la segunda jornada del SSS, el Dr. Lucas H. Fantín, gerente técnico de Fundación Chapadão, disertó sobre “Modelos de simulación de la dinámica de control de Phakopsora pachyrhizi y manejo de resistencia de fungicidas”.
En la ocasión, destacó que tras el brote de casos epidémicos, creció el número de aplicaciones y la demanda de principios activos para su control. Dijo que de la misma manera, con el incremento en la adopción del control químico, la selección de individuos con sentido fuerte proporcionó escenarios nunca vistos en relación con fallas en el control de resistencia a fungicidas.
Entre las estrategias adoptadas para reducir la demora en una selección de fuerza, mencionó el uso de multisitios y la rotación de principios activos (A.i.). A pesar de esto, acotó que se sabe poco sobre el efecto de estas medidas en la dinámica poblacional de Phakopsora pachyrhizi.
Explicó, además, que en el escenario de resistencia, la dinámica de los individuos de la población es el factor principal en la ocurrencia de resistencia en el campo.
Agregó que el uso de modelos matemáticos es una herramienta que permite simular el efecto de programas y medidas de control sobre la población de hongos.
Resaltó que los resultados pueden ayudar en el desarrollo de estrategias para prolongar la vida útil de los fungicidas.
Por último, mencionó que los resultados de los modelos de simulación mostraron que el aumento en el número de aplicaciones en el sistema acelera la selección y ocurrencia de resistencia incluso con la adopción de multisitios.
Inteligencia artificial. Luego, el Dr. Ricardo Balardin, CEO de Phytus Group, disertó sobre “Uso de la inteligencia artificial en el manejo de enfermedades de la soja”. En su exposición dijo que es necesario agregar herramientas que permitan identificar brechas en el proceso de producción, aumentar la calidad y abundancia de los datos capturados, cuantificar los procesos fisiológicos intrínsecos al huésped o en la fisiología del parasitismo y que expliquen los mecanismos de la interacción plaga y huésped.
Expresó que las distintas tecnologías digitales disponibles se agrupan según sus productos o actividades: plataformas de gestión de fincas (farm management software), agricultura de precisión y análisis predictivo (agricultura de precisión y análisis predictivo), robótica y drones (robótica y drones), detección (sensores), genética vegetal y granjas de próxima generación.
Comentó que DigiFarmz, considerado en el contexto de esta presentación como un ejemplo de plataforma digital, cae en la categoría de agricultura de precisión y análisis predictivo, estructurando programas de control a partir del entendimiento de que la dinámica fisiológica completa de la planta es desafiada por procesos simultáneos de infección y que si se establecen tempranamente, causan daños irreparables.
Los algoritmos patentados de DigiFarmz interpretan la complejidad del contexto agronómico, identificando los factores limitantes del proceso de producción. Explicó que como DigiFarmz considera al cultivar (planta) como un elemento central de todo el proceso, el aumento de la productividad resulta de la protección de las plantas y el equilibrio entre las defensas de las plantas, la salud de las raíces y las hojas, la nutrición e hidratación de los tejidos, el clima, el suelo y el manejo.
Finalmente, resaltó que el propósito de las herramientas digitales proposicionales es, a partir de los datos recopilados, desarrollar y mejorar algoritmos que expliquen cómo las prácticas de gestión pueden afectar los fenómenos biológicos y dar como resultado una determinada productividad.
Mercado. “El impacto en el agronegocio de las enfermedades de soja y proyecciones de mercado” fue el tema presentado por el Lic. Carlos Raúl Sanabria Bazán, analista de riesgos de Stonex. En su ponencia comentó que de manera indirecta el agronegocio en su conjunto representa entre 30 % y 40 % del Producto Interno Bruto de Paraguay. De esta forma, muchas veces no consiente, el productor agrícola paraguayo se convierte en un artífice clave para el desarrollo del país, destacó.
Manifestó que en años de alta presencia de roya la economía paraguaya dejó de percibir hasta USD 270 millones en concepto de ingreso por exportaciones de soja, harina y aceite, lo que representa casi el 1 % del PIB, debido a la falta de control de las enfermedades.
Finalmente, destacó que Paraguay se encuentra en un mundo globalizado, de cambios rápidos e informaciones de toda índole que modifican el balance de oferta y demanda global de los alimentos, que finalmente deriva en la fluctuación de precios internacionales. “El productor paraguayo debe estar preparado con la información precisa para hacer frente a la volatilidad del mercado donde se encuentra”, concluyó.
Mesa de productores
Chaco Central. Por medio una novedosa manera de analizar el “Mapa de presión de enfermedades” en las diversas regiones productivas del país, fueron invitados productores y asesores técnicos que presentaron la situación instalada en torno a la presión de los males que atacan a la soja. En primer turno, el Ing. Agr. Eduardo Agüero, gerente de Producción de Palmeiras S.A., presentó el escenario suscitado en el Chaco Central.
Dijo que las enfermedades más frecuentes en el cultivo de la soja en la región de Mariscal Estigarribia, Chaco Central, son la roya asiática (Phakopsora pachyrhizi), podredumbre carbonosa (Macrophomina phaseolina) y enfermedades de fin de ciclo (EFC).
Para la roya asiática evaluaron las condiciones y momentos durante el ciclo del cultivo para su aparición, el monitoreo y control, y midieron la frecuencia de presión según grupo de madurez de las variedades y fecha de siembra. “Contamos con un historial de costo de producción para la contención de esta enfermedad en el cultivo de la soja”, añadió.
En el caso de la podredumbre carbonosa (Macrophomina phaseolina), indicó que siempre buscan evaluar las condiciones y momentos durante el ciclo del cultivo para su aparición. Cuentan con el conocimiento y, en consecuencia, realizan un seguimiento de las parcelas más susceptibles.
En tanto que para las EFC en el Chaco Central, sostienen un esquema de evaluación de las condiciones y momentos durante el ciclo del cultivo para su aparición. A la vez, toman la decisión para su control y optan por alternativas para evitar una mayor presión.
San Pedro. Luego, en representación de San Pedro, el Ing. Agr. Ezequiel Gill, consultor independiente, comentó que en la zona de San Pedro las enfermedades que se presentan frecuentemente son las que se manifiestan como manchas foliares ocasionadas por: Septoria, Peronospora, Cercospora, Microsphaera, Corynespora y Fusarium. Dependiendo del ambiente, se manifiestan con mayor o menor incidencia, acotó.
Dijo que la aparición de roya (Phakopsora parchyrhizi) es baja en la zona, por las condiciones ambientales.
Mencionó que las principales estrategias para el control de enfermedades son las mismas recomendadas: el uso de cultivares resistentes y/o tolerantes, prácticas culturales, tratamiento de semillas y acciones de manejo con fungicidas curativos y preventivos.
“El uso sucesivo de fungicidas con el mismo principio activo y modo de acción conllevan a la resistencia de las enfermedades, por lo que los productores de la zona van cambiando la estrategia básica en el uso de fungicidas, teniendo en cuenta las condiciones del clima, su modo de acción, principios activos y momento de aplicación”, finalizó.
Canindeyú. Posteriormente, el Ing. Agr. Laerte Kaefer, productor y consultor independiente, destacó que las tecnologías aplicadas para defender el cultivo se suman entre rotación de cultivos, resistencias genéticas, ventana desiembra, tratamiento de semillas y, sobre todo, aplicaciones de fungicidas foliares.
Enfatizó que todas esas medidas de control tienen sus costos, por lo que es ahí donde el conocimiento y la tecnología hacen la total diferencia, ya que prevalecen los conceptos de cuál fungicida usar, cuándo y cómo aplicar, tipos de mezclas y tecnología de aplicación. “Este conocimiento y estas decisiones afectan directamente los costos y el éxito de las aplicaciones”, aseguró.
“Acciones como rotar fungicidas y mecanismos de acción, asociar a multisitios, aplicaciones tempraneras y tratamiento de semillas más efectivos son factores que se suman y definen altas producciones”, indicó.
Dijo que eso nos muestra la gran responsabilidad e impacto económico y social que tiene un buen control de la sanidad de la soja, ya que si ese manejo va mal, la soja anda mal y, en consecuencia, toda la región va mal.
Caaguazú. Seguidamente, el Ing. Agr. Ramón López, asesor técnico de SemAgro S.A. y socio gerente de Kundaha I+D, concluyó que el sistema de producción empleado en la zona ayuda a la proliferación de manchas foliares. Acotó que se ha notado el aumento de estas enfermedades en los últimos años.
Por otra parte, destacó que tanto la roya como las manchas tienen un gran potencial de producir pérdidas de rendimientos, por lo tanto, es indispensable el control preventivo para el éxito de las aplicaciones de fungicidas.
Recomendó combinar control cultural y químico para el mejor manejo de las enfermedades, además de realizar rotación y combinación de diversos ingredientes activos para un mejor control y evitar el desarrollo de resistencia de los patógenos que atacan al cultivo de la soja.
“Es de fundamental importancia la buena aplicación de los fungicidas para el éxito en el control de las enfermedades”, concluyó.
Caazapá. Luego, el Ing. Agr. Pablo López, responsable del área de Producción Agrícola de Payco S.A., expresó que la forma más barata y racional que el productor tiene para adoptar en el control de las enfermedades es el uso de variedades resistentes. “En el costo de la semilla no hay tanta diferencia y el menor uso de fungicidas significa menor costo de producción y menor impacto ambiental”, acotó.
Además, dijo que el manejo correcto del suelo es fundamental para evitar condiciones que favorezcan a las enfermedades que son causadas principalmente por hongos que viven en la rizósfera.
“Se debe dar preferencia a la semilla certificada que esté libre de enfermedades transmitidas por semilla y que puede empezar una nueva infección en suelos donde no había la enfermedad”, manifestó.
Resaltó que la época de siembra puede significar mayor o menor cantidad de aplicaciones de fungicidas para el control de enfermedades; dar preferencia a las mejores épocas donde cada cultivar pueda tener el mejor desempeño.
Itapúa. Una de las regiones más productivas del país tuvo como representante al Ing. Agr. Rodolfo Lovera, director técnico de Establecimiento Agrícola y Ganadero Santa Librada S.A. El profesional sostuvo que en el manejo de enfermedades de soja los productores y asesores técnicos recomiendan como mejor herramienta la aplicación de fungicidas. En Itapúa se realizan en promedio tres a cuatro aplicaciones foliares en todo el ciclo de la soja y de esta forma se impide que las enfermedades causen pérdidas significativas en la producción.
Dijo que los fungicidas utilizados son principalmente mezclas entre tres grandes grupos: triazoles, estrobirulinas y carboxamidas. También se utilizan los fungicidas llamados multisitios, que son de suma importancia para evitar la resistencia de los patógenos a los ingredientes activos.
Con el propósito de lograr altas productividades y una mayor protección del cultivo frente a las enfermedades, explicó que las aplicaciones foliares de fungicidas deben arrancar desde el periodo vegetativo, lo que llevaría a cuatro o cinco aplicaciones en condiciones ambientales favorables.
De manera a seguir combatiendo eficazmente las enfermedades, aseguró que se necesita un manejo integrado de enfermedades que incluya el uso correcto de los principios activos existentes y la inclusión de nuevos principios, variedades con cierta tolerancia a enfermedades y una asistencia técnica correcta con respecto a las enfermedades, así como su monitoreo y control.
Alto Paraná. Finalmente, el productor y socio director de Agro Z, Ing. Agr. Eduardo Swarosvky, comentó que en 2016 se incluyó el mancozeb en las aplicaciones de fungicidas para el control de la roya en Paraguay, y en 2018 las recomendaciones incluían al mancozeb en todas las aplicaciones de fungicidas durante el ciclo productivo, hecho que elevó el costo de producción de la soja.
En ese entonces la decisión de aplicar fungicidas se basaba en la ocurrencia de las fases fenológicas R1, R3-R5 y R5-R6 (prácticamente una aplicación de cada grupo químico + el multisitio).
Explicó que a partir de la temporada 2018/2019 se introdujo el concepto de “aplicación cero”, que es una aplicación de fungicidas en la fase vegetativa (entre los 25 y 35 días después de la emergencia) para reducir el inóculo de patógenos de la soja. “Las aplicaciones basadas en estas recomendaciones no garantizan una alta eficacia de control, debido a que no se basa ni en la observación de síntomas ni en la presión de inóculo, sino en la experiencia de años anteriores”, precisó.
Hoy Paraguay tiene más de 500 fungicidas registrados (Senave), entre productos originales y pospatentes para el control de las más distintas enfermedades de todos los cultivos.
Finalmente, como herramientas de medidas de control y manejo recomendó establecer buenas prácticas agronómicas, conocimiento de los productos aplicados, respetar el vacío sanitario, utilizar tecnologías adecuadas de aplicación, aplicaciones de fungicidas en forma preventiva, siembra de variedades menos susceptibles y siembra de variedades tempraneras o precoces.
Empresas
Corteva Agriscience. La empresa estuvo presente en el SSS para dar a conocer a Onmira, una molécula propia de la firma para el manejo de enfermedades desde la aplicación cero, desde los 25 a 30 días, hasta la última aplicación.
El Ing. Agr. Alder Rodríguez, gerente de Marketing de Crop Protection de Corteva Agriscience Paraguay, explicó que Omnira se encuentra expuesta en el Manejo Campeón propuesto por Corteva que incluye: Aproach Power, Viovan y Vessarya, que son productos acompañados por el fungicida protector Dithane PM80 NT, que le da un respaldo al programa principal de control de enfermedades de la soja.
“Esto permite customizar los manejos del productor, dependiendo de la zona y la presión de las problemáticas”, indicó el ingeniero.
Bayer CropScience. La empresa compartió con los presentes en su stand su reconocida línea de fungicidas, que tiene como principal protagonista al Cripon Xpro, una herramienta triple mezcla que brinda una protección elevada a la máxima potencia.
Cripton Xpro es la última generación en fungicidas, ya que es una solución que otorga el más completo y prolongado cuidado del cultivo que potencia el rendimiento.
La eficacia superior que posee combina tres activos altamente efectivos que se complementan: bixafen, protioconazole y trifloxistrobina. Mediante estas características ofrece menor riesgo de resistencia por combinar tres modos de acción diferentes, mayor aprovechamiento de los activos gracias a la nueva formulación Leafshield y aumenta la eficiencia fotosintética de la planta ante situaciones de estrés.
Adama Paraguay. La empresa Adama también apostó por el 1 ° Simposio de Sanidad de la Soja, por lo que acercó su completo portafolio de fungicidas para el manejo de las principales enfermedades de la soja a través de más de siete principios activos en los diferentes ciclos de aplicación.
La Ing. Agr. Laura Semeniuk, representante de Marketing de la empresa presentó a Azimut, un fungicida a base de azoxystrobin y tebuconazole, que está siendo posicionado en la aplicación cero, de manera a apuntar a las enfermedades de final de ciclo, especialmente en el control de antracnosis. En la primera aplicación se recomienda el uso de Armero, cuya mezcla es el protioconazole y mancozeb con formulación OD (dispersión oleosa), que se destaca por el control de mancha anillada y roya.
Otra propuesta presentada fue la nueva marca Weather (picoxystrobin, tebuconazole y mancozeb), recomendada para la segunda y tercera aplicación en formulación OD. En la cuarta aplicación se posiciona Across, la mezcla de azoxistrobin, difenoconazol y clorotalonil enfocada en el control de cercospora.
UPL Paraguay. El Ing. Agr. Paulo Grau, gerente de Investigación y Desarrollo de UPL Conosur, comentó que la estrategia de la empresa dentro del manejo de la resistencia es la oferta de productos en mezcla lista con un multisitio. Los productos cuentan con dos tecnologías patentadas: Pro-Stick y Disperss.
Acotó, además, que se busca una acción preventiva en el manejo de enfermedades de soja junto con el uso Tridium a 1.5 kg/hectárea. En la primera aplicación verdadera se recomienda utilizar Prodence, con un ingrediente activo diferencial (protioconazole), de modo a cubrir la roya y mancha anillada.
La empresa acompañó la organización del SSS, en donde expuso todas sus herramientas para el manejo efectivo de las enfermedades que atacan la soja.
TransAgro. La compañía paraguaya acompañó el SSS y ofreció a los participantes del simposio la propuesta de la empresa en cuanto a protección de cultivos de soja en alianza con Syngenta, y otras líneas propias, indicó el Ing. Agr. Wagner Fausto, gerente de Insumos de TransAgro.
Comentó que un producto posicionado fue Horus, a base de picoxystrobin, prothioconazole y difenoconazole, que llega al mercado para brindarle una solución viable al productor. Además, cuentan con fungicidas de la línea Syngenta que le permiten ofrecerles a los agricultores herramientas altamente efectivas para el manejo de las enfermedades que atacan a la soja.
Con relación al evento, señaló que fue oportuno por la situación actual de la presencia de enfermedades en esta campaña. “Les deseamos una exitosa zafra a todos”, concluyó.
Syngenta. El Ing. Agr. Lucas Becker, responsable de Marketing de Syngenta Paraguay, destacó que la empresa acompañó el SSS con productos cuyo uso está enfocado en la etapa de presiembra con herbicidas selectivos y no selectivos como Eddus y Dual Gold, el tratamiento de semillas Fortenza Pack, y la gama de fungicidas compuesta por Symetry, Mazen Forte, Aprovia y Mazen + Cypress, entre otros.
Por otra parte, la empresa presentó AgriClime, una herramienta digital por medio de la cual Syngenta le da la opción al productor de elegir un manejo con productos de la empresa y además le asegura que compartirá con él los riesgos climáticos.
A su vez, destacó que para el 2023 está previsto el lanzamiento de una nueva herramienta para el manejo de enfermedades, sobre la cual la compañía aproximadamente brindará mayores novedades.
[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 97 de noviembre de Revista Productiva, páginas 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24 y 25]
[Foto : Revista Productiva]