El INTEC 2022 de Corteva Agriscience fue desarrollado en Foz de Iguazú, Brasil, el pasado 30 de marzo en medio de un caudal importante de transferencia de información, conocimiento y tecnología.

 

El Ing. Agr. Claudio Gaitán, gerente general de Corteva Agriscience Paraguay, dijo que el INTEC es un encuentro de líderes técnicos de diferentes regiones productivas, lo que permite abordar conceptos sobre problemáticas actuales y desafíos para la agricultura paraguaya. La actividad tuvo 100 % de participación y contó con la presencia de expositores internacionales y nacionales.

 

Sobre el quiebre de producción de la última campaña de soja, explicó que a pesar de todo el productor sabe cómo dar vuelta la página y abordar una nueva zafra. Destacó que si bien las condiciones actuales están ayudando, las consecuencias de la temporada anterior igual quedan.

 

En ese sentido, Gaitán dijo que Corteva Agriscience Paraguay está siendo muy empática con respecto a las soluciones financieras, de manera a acompañar al productor. “Somos aliados del productor, no podemos estar solo en las buenas”, acotó.

 

La próxima campaña de soja también genera mucha expectativa para la empresa. En ese aspecto, el gerente de Corteva mencionó que están dadas todas las condiciones para la actual zafriña de soja, maíz y trigo.

 

Tecnología
En la ocasión, el Ing. Agr. Gustavo Cantero, responsable de Investigación y Desarrollo de Herbicidas de Corteva Agriscience, comentó que expusieron las innovaciones de la compañía y las últimas novedades como es el caso de Pixxaro, que fue lanzado el año pasado oficialmente en Paraguay con 45 000 hectáreas tratadas. El ingeniero señaló que el feedback recibido fue favorable con base en la respuesta brindada por los productores.

 

Pixxaro es un producto a base de la nueva molécula arylex + fluroxipir y se utiliza para el control de algunas malezas difíciles que se presentan en el momento de la desecación. En esa línea, Corteva va trabajando en los puntos de compatibilidad, limpieza del tanque y de otras malezas que se pueden controlar.

 

Indicó que el control que ofrece Pixxaro es mucho más rápido y contundente para buva, Commelina y otras especies de Rubiaceae. A nivel de campo, las evaluaciones recibidas acrecientan la confianza en este producto para ir avanzando en el control de malezas difíciles, refirió.

 

En cuanto al espectro de control de nuevas malezas, el producto recientemente lanzado ofrece la opción de realizar una desecación temprana y como cerca de la siembra aparece la germinación de especies como lecherita, picão y Amaranthus, ahí se trabaja con otros residuales que se puedan aplicar. “Si tenemos alto porcentaje de lecherita resistente al glifosato, un sulfentrazone puede darnos una mano fenomenal y lo mismo si tenemos picão, donde el Clomazone puede darnos una mano, entonces estamos poniendo a consideración hacer un manejo integrado de malezas y antes de la siembra poner un producto residual que controle dentro el cultivo lo que está emergiendo como problema”, resaltó.

 

Por último, agregó que eventos como INTEC 2022 son muy importantes porque es una conversación con los técnicos referentes que vienen con algunas sugerencias y preguntas emergentes. La idea es interactuar y tener una solución si existe una problemática que va creciendo.

 

En el INTEC 2022 también fue desarrollado un entrenamiento sobre todos los parámetros técnicos que el agricultor normalmente suele considerar para elegir un producto a la hora de hacer la desecación. En la ocasión, fue presentado al Texaro para la desecación previo al cultivo de soja.

 

La Ing. Agr. Daysi Bohn, responsable del área de Agronomía para la región sur de Corteva Agriscience, comentó que Texaro es un producto muy versátil y ofrece el manejo de la resistencia de la buva en preemergencia y posemergencia. Posee dos componentes: arylex + diclosulam.

 

La ingeniera acotó que en los últimos tres años hubo climas hostiles para la desecación, pero como Texaro es un producto que se moviliza vía floema, a diferencia de otros hormonales que lo hacen por el xilema, se presenta como una herramienta muy segura para hacer la desecación, evitando que las malezas sigan creciendo. Además, se diferencia de los demás productos del mercado al momento de aplicación durante el clima seco.

 

“Ofrece una desecación de, prácticamente, franja verde, entonces es una herramienta para las parcelas cercanas a algún vecino o camino rural. Es un producto en el cual yo puedo mezclar con marcas de glifosato y también puede ser mezclado con graminicidas”, precisó.

 

Hoy en día, algunas malezas que representan un problema son la Commelina benghalensis, la Commelina diffusa y erecta, en tanto que Texaro llega como una opción de manejo en posemergencia y preemergencia. Indicó que el diclosulam ejerce una supresión muy importante sobre esta maleza que económicamente es de relevancia en los campos.

 

Recomendó a los productores anticiparse a la desecación porque cuanto más pasa el tiempo para que se desarrolle la maleza, tendrá mayor sistema radicular y lignina en sus tallos, espacialmente el caso de la buva y la Commelina. “Si crecen, los controles cuestan aún más, entonces el manejo anticipado es nuestra alternativa y teniendo en cuenta las aplicaciones del producto, nosotros vamos a tener una mayor eficacia cuando las malezas estén más pequeñas”, concluyó.

 

Canola
Sobre la demanda de canola en la presente campaña, el Ing. Agr. Nilson Osterlein, responsable de Investigación y Desarrollo de la empresa CW Trading, comentó que se observa un crecimiento en relación con el año pasado, ya que se presentaron nuevos compradores de granos al mercado a nivel internacional, lo cual va demandando mayor área de siembra y está estimulan do el desarrollo del cultivo este año.

 

Aparte de ese aspecto, indicó que los precios internacionales subieron bastante y eso hizo que la rentabilidad del cultivo sea muy interesante. “Hay un interés creciente en sembrar canola durante el invierno”, añadió.

 

Respecto al área de siembra de la oleaginosa, mencionó que se elevaría entre 70 000 a 80 000 hectáreas. Sin embargo, resaltó que debido a la falta de semillas esa superficie estimada no podría pasar.

 

Si bien se observa una suba del precio de los fertilizantes, Osterlein dijo que el costo del grano supera los valores del insumo. “Es interesante ver cómo el precio superó al insumo y hoy por más que el fertilizante haya duplicado su valor, no se justificaría dejar de usarlos”, ratificó.

 

Dentro de la estructura de costos, el punto intermedio que cubriría el costo de producción rondaría los 1100 kg por hectárea, siempre y cuando se realice el manejo correcto para apuntar a una producción de 2000 a 3000 kg, es decir, en la actualidad el cultivo presenta una rentabilidad entre 50 a 60 % y con un potencial económico parecido a la soja.

 

El ingeniero resaltó la expansión del cultivo de canola, especialmente en la zona de Caaguazú que tuvo buenos resultados. Además, se van sumando productores que anteriormente no tenían experiencia en este rubro.

 

“Estamos tratando de que Paraguay suba más su área porque la demanda mundial es de un volumen grande de granos y a veces no tenemos ese volumen. Necesitaríamos producir por lo menos 100 000 a 200 000 hectáreas para tener un volumen de grano interesante para entrar en un mercado fuerte”, destacó.

 

Por otra parte, habló sobre la demanda de canola no solamente por el consumo humano, sino también por el creciente mercado de los biocombustibles por parte de los países europeos y Brasil. En ese sentido, señaló que un punto a favor de Paraguay es que los materiales de canola no tienen transgenia y para ello existe un mercado específico, además de la escasez de granos hoy en día.

 

“La canola es un cultivo muy técnico y se puede mantener gracias a toda esa transmisión de conocimientos. Para el país es muy importante que nos dediquemos a generar una buena tecnología aparte de que se mantenga un área estable”, puntualizó.

 

Malezas
Por su lado, el Ing. Agr. Gerónimo Ortiz, consultor técnico independiente, abordó el tema de “Manejo de malezas”. Habló acerca de la biología de las malezas con la idea de conocer las características de todas las hierbas indeseadas con las cuales se conviven en las regiones y así generar estrategias que permitan manejarlas y luego controlarlas. En la oportunidad, el ingeniero valoró la importancia de generar tecnologías que ayuden a controlar las malezas y evitar la competencia con los cultivos.

 

Otro punto tratado es el fenómeno que se está dando dentro la agricultura paraguaya con la presencia del Amaranthus (ka´aruru), que se está expandiendo y tiene consecuencias muy negativas desde el punto de vista económico tanto por la inversión que hace el productor como la pérdida en la cantidad y la calidad de la producción. Esta especie adquirió resistencia contra el herbicida glifosato que es una de las herramientas más utilizadas a nivel mundial en el cultivo de la soja.

 

Comentó que al confirmarse la resistencia se procedió a generar una tecnología de dos formas, en el control del banco de semillas para evitar que esa maleza emerja y la otra forma es para que se pueda controlar luego de su emergencia.

 

Explicó que al trabajar con el banco de semillas existen varias opciones como el sulfentrazone, el flumioxazin y el diclosulam al tratarse de Amaranthus hybridus. En posemergencia, se encuentra como herramienta el fomesafen, ya que puede ser utilizado en cualquier estado de desarrollo de la soja, pero sí es muy exigente en el tamaño de la maleza (hasta 10 cm de altura) porque de no cumplirse las indicaciones técnicas, luego la deficiencia empieza a manifestarse debido a la capacidad de la maleza de desdoblar el herbicida, así como de las condiciones ambientales en el momento de la aplicación.

 

Resaltó que la realización del doble golpe es fundamental, pero requiere de una programación. Tiene dos propósitos, uno es la eliminación de las posibilidades de rebrote o de escape y otra también es la oportunidad de hacer un control preemergente de las malezas que aparecerán en el futuro, por lo tanto, ahí se revisan los controles preemergentes y el ataque del banco de semillas.

 

“Tenemos que conocer al enemigo, sus características, y también conocer la característica de los herbicidas. No podemos exigirle a los herbicidas los comportamientos para los cuales no están preparados”, puntualizó.

 

[Material publicado en el segmento Actividad de la edición Nº 90 de abril de Revista Productiva, páginas 32 y 33]
[Foto icon-camera : Revista Productiva]