Debemos entender que la finalidad del PUAD es imitar el comportamiento animal en estado salvaje. En la naturaleza, los predadores mantienen a las presas en grupos muy concentrados y en constantes movimientos, por lo que no permanecen en un mismo lugar por mucho tiempo y no vuelven a él hasta que este se haya recuperado completamente. Es de esta manera que se formaron los pastizales en África.

 

*Congreso CEA 2021

En nuestro caso, la mejor forma de imitar esto es mediante el uso de alambrados eléctricos. Es la manera más sencilla y económica de agrupar grandes cantidades de hacienda por corto tiempo, lo que nos permitirá maximizar el aprovechamiento del pasto, con un periodo de recuperación adecuado.

 

Recordemos que el principio del PUAD es tener la mayor cantidad de hacienda en un área lo más pequeña posible y por un periodo de tiempo lo más corto posible, seguido de un tiempo de descanso apropiado. Llevar a cabo este manejo también obliga a los animales a maximizar lo disponible en el potrero, aprovechando algunas especies arbustivas nativas, muchas veces consideradas como “malezas” o indeseables. Este manejo también lleva consigo un alto impacto sobre la fertilidad del suelo, mejorando su infiltración y aireación. La cantidad de materia orgánica que queda en los potreros después de ser pastoreados (orina, heces, material en descomposición) no solo genera una buena cobertura que mantiene la humedad de los suelos, sino que también los fertiliza. Además, se genera un ambiente de biodiversidad, porque hay escarabajos estercoleros y lombrices que ayudan a descomponer la materia y remover los suelos, mejorando así la salud de nuestros potreros.

 

Pero hacer crecer el pasto es la parte “fácil”, el verdadero desafío está en la condición corporal (CC) de nuestros animales. Debemos criar animales que sean resilientes y adaptados a este tipo de manejo y pastoreo “no selectivo” para lograr nuestro objetivo de máxima renta sostenible por hectárea.

 

Otro desafío con este manejo es el tiempo de recuperación que se le da a las parcelas pastoreadas. Debemos tener presente que hay que ingresar a pastorear a los potreros cuando el pasto se está recuperando, lo que significa un alto valor nutricional de las especies presentes, y cuidar que la pastura no llegue a estar totalmente “recuperada”, porque eso significa que ya pasó su pico nutricional y empezará a perder calidad forrajera.

 

Manejo del servicio y parición
Los productores deben hacer que sus vacas paran, servirlas y destetar los terneros, todo en pasto VERDE. Esto requiere un periodo de nacimientos de 42 días, lo que puede ser implementado si la vaca pare en muy buena CC (6-8 semanas posteriores al inicio de las lluvias en lugares con precipitaciones estacionadas). Si la CC de las vacas presenta un de safío bajo el manejo del PUAD, los terneros pueden ser destetados a los 4 meses y ser suplementados con una ración de 1.5 kg de una dieta alta en energía y 16 % PB hasta llegar a los 200 kg.

 

Posteriormente, se puede recurrir a una suplementación más económica. Las vacas, por otro lado, pueden ser ligeramente suplementadas, ya sea con proteína verdadera o con nitrógeno no proteico (NNP) para mantener activo el rumen. El costo de la suplementación del desmamante a los 4 meses es menos de la mitad de lo que saldría suplementar a la vaca para llegar a una CC aceptable si se quiere empezar el servicio antes que haya pasto verde.

 

Suplementación
Los pastos de baja calidad nutricional no tienen la suficiente proteína para mantener una población alta de microbios en el rumen. El resultado de esto es un menor consumo de pasto acompañado de una rápida caída en CC y estado general del animal.

 

Esta situación puede ser corregida mediante suplementaciones en pequeñas cantidades de proteína, ya sea en forma de proteína verdadera o NNP.

 

Para concluir, podemos resumir los puntos más importantes: Todo en la cría y manejo de ganado gira en torno a la condición corporal. Una buena CC es sinónimo de conversión eficiente del pasto o sistema inmune sano. La CC inherente es un requerimiento para tener una alta fertilidad. Un buen balance hormonal más CC inherente es igual a fertilidad práctica. Necesitamos razas “no mejoradas” más productivas que las razas “mejoradas”.

 

[Material publicado en el segmento Ganadería Productiva de la edición Nº 90 de abril de Revista Productiva, páginas 18 y 19]
[Foto icon-camera : Revista Productiva]