Desde la Asociación Rural del Paraguay (ARP) destacan el desarrollo que presenta la ganadería nacional hacia la sostenibilidad, en respuesta a las expresiones del empresario estadounidense Bill Gates, accionista de las dos mayores productoras de carne bovina sintética del mundo, quien acusó a la producción de carne natural de colaborar con el cambio climático global, por lo que instó al consumo de la proteína artificial.

 

La ARP salió al paso de las declaraciones hechas por el Sr. Bill Gates, quien realizó una campaña de desprestigio contra la producción de carne natural sugiriendo que esta actividad colabora con el cambio climático global e instó a las personas a consumir carne bovina sintética. Por medio de un comunicado, el gremio enérgicamente rechazó las acusaciones por no ajustarse absolutamente a la verdad.

 

A través del escrito, la institución señala que la ganadería es una actividad centenaria del país, que constituye uno de los principales pilares de la economía local y se encarga de celar el crecimiento sostenible de Paraguay, desarrollándose bajo normas ambientales aprobadas por el Congreso Nacional de la República y gestionada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con la validación del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y el Instituto Forestal Nacional (Infona).

 

Se ratifica que el sistema productivo de nuestro país se desarrolla ajustándose a las buenas prácticas, manteniendo sus reservas de bosques, franjas de protección, bosques protectores de cauces hídricos, etc., dándose así una perfecta conjunción entre la producción y el medio ambiente.

 

Sobre el cuestionamiento a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que provocan el cambio climático, el comunicado recuerda que según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), Paraguay aporta tan solo el 0,02 % de las emisiones globales del planeta. Asimismo, el Dr. Ernesto Viglizzo, experto internacional sobre el tema resalta que la producción ganadera del Mercosur se caracteriza justamente por una producción totalmente sostenible con balance positivo de carbono.

 

“La carne natural del Paraguay es de alta calidad, sabrosa, segura, nutritiva, saludable y asequible además de ser producida de una forma ambientalmente amigable y cada vez más sostenible, y no puede compararse a ninguna producida artificialmente en laboratorios. La mano del hombre, nunca podrá superar a la naturaleza”, destaca la ARP.

 

El Acuerdo de París sobre el cambio climático (tratado internacional firmado y ratificado por Paraguay) también señala que el logro de la seguridad alimentaria, la erradicación del hambre y la atención de las vulnerabilidades particulares de los sistemas de producción de alimentos ante los impactos adversos del cambio climático constituyen prioridades fundamentales.

 

Por ese motivo, la ARP puntualiza que es “contradictorio atacar a una actividad totalmente equilibrada, que en su proceso productivo captura su propia emisión, mientras desviamos la mirada de otros sectores que emiten más CO2, sin ningún tipo de compensación”.

 

Está claro que la producción pecuaria es una actividad llevada adelante por un número importante de pequeños productores. Por ende, la iniciativa marcada por Gates demuestra claramente sus intereses personales, además apunta egoístamente a perjudicar y llevar más pobreza a los países en desarrollo, asevera el escrito del gremio.