Dentro de la agricultura el uso correcto de agroquímicos para la protección de cultivos es un punto muy importante. Por este motivo, desde CropLife Latin America lanzan una guía, donde se muestran los pasos ideales para realizar una correcta mezcla de plaguicidas.

 

Para la preparación de una mezcla o caldo de aplicación es preciso que el agricultor u operador realice una correcta mezcla. El mezclado es la optimización del ingrediente activo desde su recipiente original para ser utilizado sobre el cultivo objetivo.

 

La guía sobre la correcta mezcla de plaguicidas fue elaborada por Gabriela Briceño, gerente de los programas CampoLimpio y CuidAgro de CropLife Latin America. El documento resalta los pasos necesarios para llevar a cabo el adecuado uso y manejo de los agroquímicos.

 

Técnicamente, se precisa realizar un proceso de monitoreo e identificación de las plagas, considerar el nivel de infestación en campo y tomar la decisión correcta sobre cuál es el producto o la mezcla que ofrezca un mejor control de esas poblaciones indeseadas en el cultivo.

 

De acuerdo con el documento, el éxito en el control también está íntimamente vinculado a prácticas para reducir el desarrollo de la resistencia (alternancia y mezcla de Modos de Acción, MoA), equipo de aplicación debidamente calibrado y certificado, condiciones ambientales óptimas para la aplicación (temperatura, humedad y viento), y destreza del aplicador a la hora de la ejecución.

 

Asimismo, existen elementos básicos a tener en cuenta durante el mezclado. Con respecto a la zona de mezclas, se recomienda separarla del área de cultivos y que esté delimitada perimetralmente para evitar el ingreso de personas ajenas a la operación y/o animales.

 

La zona del mezclado debe estar equipada con una cama biológica tipo mesa sobre la cual realizar directamente la mezcla del producto (o los productos) con el agua y coadyuvantes. En caso de derrame accidental se recupera el contenido en el sustrato de la misma. Este elemento integra un manejo ergonómico a la hora de cargar y descargar el aspersor de espalda si la operación es manual. La cama biológica deberá tener un techo removible mientras se utiliza y deberá mantenerse tapada en todo momento.

 

Otra práctica recomendada es contar con una fuente de agua limpia, ya sea por cañería o en contenedores para realizar la mezcla de aplicación, el triple lavado del envase vacío, si llegase a acabarse durante la operación y el lavado del equipo de aplicación y manos de la persona que lleva adelante el trabajo.

 

Durante esta tarea el operador deberá vestir un Equipo de Protección Personal (EPP) mínimo. Custodio (camisa manga larga, pantalón largo, guantes, respirador, delantal, protector de ojos o facial, botas de hule). Asimismo, deberá tener certificación de calidad y protección comprobada.

 

Así también, existen algunos criterios acerca del operador de los plaguicidas. Por ejemplo, la capacidad comprobada del aplicador durante la operación, su habilidad para la comprensión de las etiquetas, y su estado general de salud es clave.

 

Además, no se sugiere consumir alimentos ni fumar durante la aplicación. El responsable debe saber colocar y remover el EPP en el orden correcto, lavarlo separadamente y guardarlo en un lugar fresco y seco.

 

Por último, la persona encargada no debe aplicar plaguicidas en campo si está bajo medicación que le cause somnolencia o bajo los efectos de sustancias incapacitantes.

 

[Fuente: CropLife Latin America]