Luego de la decisión del Gobierno de Brasil de no importar trigo argentino durante el 2020, a Paraguay se le presenta una gran oportunidad para seguir estableciendo relaciones comerciales con el mercado brasileño. La falta de oferta del cereal no solo posibilitaría colocar la producción nacional a un mejor precio, sino que esto les devolvería a los agricultores la motivación para sembrar este rubro en nuestro país.

 

Después del triunfo de Alberto Fernández (de la “rama del liberalismo progresista peronista” –como él mismo se definió en una entrevista) en las elecciones presidenciales de Argentina, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro (de derecha) se negó a continuar comprando el cereal argentino.

 

Históricamente, Argentina ha sido el principal proveedor de trigo de Brasil. Por tanto, esta coyuntura posibilita a otros mercados, incluyendo Paraguay, a sacar provecho de la situación.

 

El espacio dejado por Argentina representaría en la escena local una alternativa importante para colocar a un mejor precio la producción que se genere.

 

Aunque Paraguay no es capaz de satisfacer las necesidades actuales del gigante sudamericano (6 000 000 de toneladas), esto mínimamente animaría al sector productivo a sembrar por lo menos 10 a 12 % de esa demanda, es decir, generar un volumen exportable de entre 600 000 a 800 000 toneladas.

 

Ante este supuesto, se podrían obtener mejores precios con relación a lo comercializado hasta hace poco tiempo.

 

Estadísticas. De acuerdo con el informe de comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Brasil se mantiene como el principal mercado del trigo paraguayo, pues concentra el 91 % de las exportaciones.

 

Ya en el 2018, el 99 % de los envíos del cereal paraguayo tuvo como destino Brasil.