Si la expansión de la ganadería brasileña mantiene, durante los próximos 25 años, el mismo ritmo de evolución en productividad observado en las últimas tres décadas, las emisiones de gases de efecto invernadero por kilo de carne producida podrían caer, aproximadamente, un 80 %. Así lo señala un estudio de la Fundación Getulio Vargas (FGV), en colaboración con la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec), presentado por ambas entidades durante la COP30, la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, celebrada en Belém (PA), del 10 al 19 de noviembre.
Este escenario es solo uno de los cuatro analizados en la investigación, que indica que la reducción de emisiones podría alcanzar casi el 93 % en el contexto más optimista, considerando, en este caso, el cumplimiento de la meta brasileña de cero deforestaciones hasta 2030, la adopción completa de las prácticas propuestas en el Plan ABC+ (de adaptación al cambio climático y bajas emisiones de carbono en la agropecuaria) y la incorporación de técnicas como el uso de aditivos alimentarios para reducir la fermentación entérica y la faena temprana de animales.
El estudio reconoce que la ganadería de carne es responsable de la mayor parte de las emisiones del sector agropecuario, que a su vez representa el 29 % de las emisiones nacionales. Las emisiones derivadas de la fermentación entérica de los animales equivalen al 64 % de los gases de efecto invernadero emitidos por la agropecuaria, señala el informe de la Abiec, citando el Sistema de Estimación de Emisiones y Remociones de Gases de Efecto Invernadero (SEEG) del Observatorio del Clima.
“La ganadería brasileña tiene un papel central en la agenda climática y un enorme potencial para contribuir con la descarbonización, liberando espacio dentro de las metas de Brasil en relación con el Acuerdo de París”, afirmó Roberto Perosa, presidente de la Abiec, en un comunicado. “Esto es motivo de gran orgullo, pero también aumenta aún más nuestra responsabilidad, pues necesitamos seguir acelerando el camino que ya venimos recorriendo”, agregó.
Para el escenario base, que contempla la reducción mínima de emisiones hasta 2050, la FGV consideró la continuidad del actual ritmo de crecimiento de la productividad ganadera. Según la Abiec, desde 1990 la productividad del sector aumentó 183 %, mientras que el área ocupada por pasturas disminuyó un 18 %.
En el segundo escenario, que incluye el cumplimiento de la meta gubernamental de cero deforestaciones hasta 2030, la reducción de emisiones por kilo de carne producida sería del 86,3 %.
Una tercera proyección incorpora, además, la adopción integral del Plan ABC+, en especial la recuperación de pasturas degradadas y la expansión de sistemas integrados, como los de agricultura y ganadería, lo que permitiría una reducción del 91,6 %.
Por último, el cuarto y más optimista escenario, en el que la reducción llegaría al 92,6 %, incluye todos los puntos anteriores y añade el uso de técnicas zootécnicas avanzadas.
Asimismo, el estudio señala que, si se considera el balance neto de emisiones de la ganadería, el potencial de reducción varía entre un 60,7 % en el primer escenario y hasta un 85,4 % en el cuarto.
[Fuente: Globo Rural]