Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales (APS), dio apertura oficial a la zafra 2025/26, en el distrito de Naranjal, departamento de Alto Paraná. Lindemar Cesca, presidente del gremio destacó para Productiva, que la proyección es alcanzar 3.5 millones hectáreas de área sembrada y superar 11 millones de toneladas de producción.
Agregó que pese a los desafíos que enfrenta el sector, como el bajo precio del grano, el productor viene realizando bien su trabajo de tranquera para dentro, depositando mucho optimismo para el presente ciclo productivo.
Cesca resaltó que la apertura de siembra es un acto simbólico, pero de mucha importancia para la agricultura paraguaya, ya que muestra la unión de los productores. El evento se llevó a cabo esta mañana en las instalaciones de la firma Agropecuaria Busanello, en el distrito de Naranjal, Alto Paraná.
“Hoy contamos con más de 40 empresas que nos apoyan y productores de todas las regiones, que a pesar de la lluvia tenemos mucha gente acá, eso nos da la fuerza y confianza en el agro”, remarcó.
Destacó que después de cinco años se registró un agosto más lluvioso de lo normal y también un invierno más frío en ese último quinquenio. Añadió que la perspectiva del productor es muy buena para esta campaña.
“Tenemos buenas condiciones de plantío con humedad en el suelo y ya empezamos bien en ese sentido. Nuestra proyección y la esperanza es que plantemos 3.5 millones de hectáreas y llegar a 11 millones de toneladas”, manifestó.
Cesca subrayó la necesidad de que el productor se informe y se prepare para hacer bien las cosas en el campo con las herramientas actuales, además de buscar algunas estrategias con las innovaciones disponibles, como algunas colocaciones futuras, teniendo en cuenta los precios actuales.
“Los precios de la soja hoy están un poco por debajo de lo normal. En la actualidad, tenemos de USD 330 a USD 350 la tonelada, pero lo bueno sería que llegue a USD 400, aunque ello no dependa del productor, porque ese es un precio globalizado”, acotó.
Resaltó que de tranquera para dentro el productor está haciendo bien su trabajo de manera tecnificada, realizando coberturas, fertilización de suelos, reposición de calcáreo y que el desafío es salir a buscar las herramientas y tecnologías disponibles en el mercado.
Agregó que el costo de producción está en torno a USD 740 por hectárea, que podría variar de acuerdo con la inversión de cada productor y si maneja el cultivo sobre campo alquilado o propio.
“En el año 202/23 estaba USD 650 por hectárea, en el año 2023/24 USD 715, por el aumento de fertilizante y el gasoil, en el año 2024/25 USD 740 por la gran presión logística”, detalló.
Explicó que solamente la siembra de soja sin costo de cosecha ni postcosecha no baja de los USD 500 por hectárea y el costo para los que no son propietarios de tierra se ha vuelto absurdo en muchas zonas. “En tierra de alta fertilidad se exige entre 1200 a 1500 kilos por hectárea solo para pagar renta y en zonas mixtas como San Pedro los valores oscilan entre 800 y 1100 kilos por hectárea. Con esos números muchos productores están sembrando al límite de su rentabilidad”, expresó.
Finalmente resaltó la importancia de que todos los actores de la cadena productiva trabajen unidos. “Cuando estamos unidos como sector no hay desafíos que no podamos convertir en oportunidades, por eso hoy hacemos un llamado a productores grandes y pequeños; técnicos, funcionarios, autoridades, inversionistas y consumidores; unámonos para fortalecer la cadena productiva, que es el motor de nuestra economía y honra de nuestra tierra”, concluyó.
[Foto: Lindemar Cesca / Archivo / Productiva C&M]