El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile resolvió que las nuevas líneas de trigo desarrolladas con edición del genoma por medio de la técnica biotecnológica CRISPR no se consideran organismos genéticamente modificados, por lo que permite su cultivo sin restricciones. Es así que a través de una alianza entre una startup biotech y dos semilleras se anunció el desarrollo de una variedad del cereal editada genéticamente cuyo aporte de fibra dietaria sería entre cinco y diez veces superior al de las variedades convencionales, sin sacrificar la calidad, el sabor ni la textura de la harina blanca, explica Chilebio.

 

La startup chilena Neocrop Technologies, en alianza con la semillera de ese país Campex Baer y la semillera argentina Buck Semillas, anunciaron el desarrollo de una variedad de trigo harinero editada genéticamente cuyo aporte de fibra dietaria sería entre cinco y diez veces superior al de las variedades convencionales, sin sacrificar la calidad, el sabor ni la textura de la harina blanca.

 

El pasado 25 de julio, el SAG confirmó oficialmente que estas nuevas líneas de trigo editado genéticamente con la técnica biotecnológica CRISPR no corresponden a Organismos Genéticamente Modificados (OGM). Esta resolución permite avanzar a cultivo de campo, sin restricciones adicionales y se convierte el primer trigo con edición genética en América que recibe esta luz verde regulatoria.

 

Como parte de su apuesta por una alimentación más saludable, Neocrop Technologies desarrolló un trigo “blanco” con alto contenido de fibra, que mantiene el sabor y la apariencia del trigo tradicional, por medio de la edición genética de precisión sin introducir ADN o genes de otros organismos.

 

Esta innovación busca enfrentar el bajo consumo de fibra en países como Chile y Argentina, donde predominan productos de harina refinada. El proyecto ya logró avances claves, como la validación en laboratorio, el registro de una patente provisional en 2024 y el inicio de ensayos de campo para 2025/2026. Además, la empresa avanza en gestiones regulatorias con el organismo regulador de Argentina (CONABIA), y los próximos pasos incluyen Brasil y EE. UU., posicionando a Chile como referente en biotecnología alimentaria.

 

“Aparte de los beneficios agrícolas y ambientales, la edición genética puede ofrecer soluciones concretas a desafíos de salud pública, como el bajo consumo de fibra. Esto es un ejemplo claro del potencial que tiene la ciencia hecha en nuestro país para mejorar la calidad de vida y avanzar hacia una alimentación más sostenible”, explicó el Dr. Miguel Ángel Sanchez, director ejecutivo de Chilebio.

 

[Fuente: Chilebio]

 

[Foto: Trigo editado genéticamente que crece en cámaras de speed-breeding /Gentileza Neocrop Technologies]