La Ing. Agr. Noeli Kempf, responsable técnica de la Cooperativa Copronar, expresó en Nación Productiva que los socios sembraron alrededor de 4000 hectáreas de canola en esta campaña, una superficie inferior al año pasado y a la expectativa inicial, que era de 5000 hectáreas, debido a los factores climáticos que les imposibilitaron a algunos productores entrar en la ventana ideal. Enfatizó que este es un cultivo que aguanta la baja temperatura, pero la helada de -3 °C de junio tendrá incidencia en algunos lotes y resaltó la importancia de realizar los cuidados necesarios para evitar que sea una puerta de entrada para enfermedades. Agregó que el punto de equilibrio está en torno a 1000 kg/ha y que algunos socios inclusive están costeando con 750 kg/ha.
La profesional destacó que la Cooperativa Copronar es pionera en el país en el cultivo de canola y que hace años viene promocionando y trabajando con el rubro. Comentó que este año la expectativa era alcanzar 5000 hectáreas sembradas, pero, finalmente, se implantaron 4000 hectáreas, debido, sobre todo, a las condiciones climáticas que influyeron en la fecha siembra del cultivo.
Mencionó que esta superficie es inferior a la del año pasado y que la disminución se debe, principalmente, a factores climáticos, que incidieron en la fecha de siembra de los otros cultivos, hecho que al final repercutió en el área de canola. “Si bien los productores se prepararon para sembrar una mayor cantidad, las condiciones climáticas no fueron adecuadas y afectaron la ventana de siembra del cultivo”, acotó.
Kempf explicó que el rubro ocupa actualmente entre el 15 % y el 20 % del área agrícola de los socios de la cooperativa, y que llegó a ocupar hasta un 30 %. “Disminuyó área de canola y aumentó la superficie de maíz y sorgo”, expresó.
La profesional resaltó que en el área de la cooperativa se pudo sembrar el 80 % del cultivo en la ventana ideal de siembra. “Está bien implantada; hemos visitado las áreas y todas germinaron bien, incluso algunas parcelas ya están en estadio de floración”, remarcó.
Destacó que la canola es un cultivo que aguanta muy bien la baja temperatura, pero que históricamente no se había registrado frío excesivo para este cultivo en nuestro país, por lo que las últimas heladas tuvieron consecuencias sobre algunos lotes.
“Hemos tenido una helada el 24 de junio que acá en la región, cuando se registró una temperatura de -3 °C y fueron dos días y con eso sí tuvimos parcelas que registraron efectos negativos”, remarcó y agregó que luego de ese golpe de frío que sufrió el cultivo, llovió cuatro días seguidos.
En ese contexto, resaltó que, si el cultivo no se cuida adecuadamente tras un golpe de helada, puede constituirse en una puerta de entrada para enfermedades fúngicas, por lo que los técnicos recomendaron y entraron con las aplicaciones correspondientes.
Kempf destacó que los materiales de canola ya traen incorporada mucha tecnología, a fin de atender los desafíos y las necesidades del productor. “Hoy tenemos híbridos de gran potencial con adaptabilidad y estabilidad”, resaltó.
Agregó que también se cuenta con tecnología en genética para manejar malezas resistentes, que permite trabajar con preemergentes. “Ya se tienen híbridos resistentes a atrazina y otros principios activos, por ejemplo, entonces hoy se tiene para trabajar y que encaja dentro de lo que es un buen manejo”, acotó.
Comentó que este año la industria que procesa la canola, Copordini, de la cual la cooperativa es accionista, le garantizó al productor un precio mínimo de USD 360 por tonelada para quien adquirió semillas e insumos con la cooperativa, lo cual le permite al agricultor cubrir su costo de producción con 750 kg de canola, pero recordó que normalmente y en otros casos el punto de equilibrio se ubica en 1000 kg por hectárea. “Históricamente, si el clima colabora, el rendimiento está entre 1800 a 2000 kg, inclusive algunos productores socios con 2500 a 2600 kg por hectárea”, manifestó.
Finalmente, recomendó que es importante trabajar con empresas serías que les pueden apoyar y brindar instrucciones al productor “y comprar granos quizás a un buen precio y de esa manera seguir creciendo dentro del cultivo”, concluyó.
[Foto: cultivo de canola / Gentileza Noeli Kempf]