Jair Schneider Hatwig, productor de San Ignacio, departamento de Misiones, en conversación con Productiva mencionó que las parcelas no cuentan con la humedad necesaria para avanzar con la siembra de trigo y de otras culturas de invierno. Comentó que el planteamiento de la entrezafra es bastante diversificado, dentro del cual el trigo ocupará el 30 % de la superficie agrícola del establecimiento, además de chía, canola y cultivos de cobertura. Agregó que el costo de producción está en torno a USD 350 la hectárea y el punto de equilibrio se estarían ubicando entre el 2000 y 2200 kg/ha en la presente campaña triguera.
Si bien el cultivo del trigo forma parte del sistema de rotación agrícola dentro del departamento, y algunos productores ya empezaron a sembrar, la falta de humedad requerida está frenando el avance de la implantación en Misiones, explicó Schneider, al momento de resaltar que los últimos pronósticos de precipitaciones no se cumplieron. “Algunos ya sembraron, pero acá en Misiones ya fallaron dos pronósticos de lluvias, hoy marca otra vez y está bastante seco, hay cultivos de chía, de canola, y falta la lluvia”, remarcó.
Enfatizó que es una cultura de costo elevado, pero muy importante dentro del sistema productivo, ya que la mayoría de los productores ve la posibilidad de trabajar con un cultivo de renta, que al mismo tiempo sirve para limpiar las parcelas de malezas resistentes.
“La semilla está bastante cara, según averigüé está USD 42 por 40 kilos; si usás 150 a 160 kilos por hectárea, eso es un costo elevado, pero es importante rotar, un año hacés maíz, otro año hacés trigo, canola e ir cambiando”, recalcó.
El costo de producción se encuentra en torno a USD 350 por hectárea y dependiendo del precio del grano, el punto de equilibrio del productor podría estar entre 2000 a 2200 kilos por hectárea, explicó el agricultor. Añadió que el año pasado la producción de trigo fue afectada por las pocas lluvias que se registraron en el invierno, aunque hubo una buena calidad.
“En mi caso, procesamos y vendemos a molinos directamente, porque si vendemos a intermediarios es más complicado, te obliga a cosechar más”, expresó.
Señaló que la idea dentro de la unidad productiva para esta campaña es sembrar el 30 % del área agrícola. Aunque, últimamente, la inestabilidad del clima ha variado la fecha de siembra de la soja, lo cual a su vez afecta el planteamiento del área de trigo.
“La mayoría de la gente tiene idea de plantar soja temprano, por el tema del clima, para salir de enero ya con la soja, llegar a enero por lo menos con una gran parte de la soja terminada”, expresó.
Señaló que algunas coberturas de invierno también toman protagonismo, como la avena, ya que, según resaltó, es un cultivo muy importante para soja de la campaña siguiente. “En el caso de la avena, posibilita una mejor soja sobre avena, es un cultivo que brinda retorno rápido, se pudre más rápido su raíz, chupa menos nutrientes del suelo y también siempre es importante sembrar la avena para garantizar la siembra del próximo año”, recalcó.
Schneider dijo que dentro del establecimiento se viene insistiendo con la diversificación de los cultivos de entrezafra; en ese sentido, comentó que tanto la chía como la avena ocupan alrededor del 10 % del área agrícola, respectivamente. “Bastante chía se hizo, creo que más que el año pasado, también la canola, por ejemplo, un año hacés canola o nabo, después lo ideal es ir intercalando entre una leguminosa y una gramínea en el invierno”, acotó.
Comentó que el planteamiento era avanzar con la siembra de los cultivos de invierno para poder entrar temprano con la soja de la campaña siguiente, pero las condiciones climáticas no están acompañando.
“Yo me adelanté la otra vez cuando había la humedad por el tema de cosechar temprano y plantar la soja más temprano, pero muy poco se sembró hasta el momento, la mayoría está esperando cosechar soja zafriña y sembrar trigo, pero la lluvia tiene que llegar”, concluyó.
[Foto: Jair Schneider Hatwing, productor de San Ignacio, departamento de Misiones / Gentileza]