De acuerdo con los datos de Palmeiras S.A. proveídos a Productiva, la campaña agrícola 2024/25 en el Chaco se presentó con una distribución irregular de precipitaciones y las altas temperaturas durante el último mes, que afectaron el llenado de granos y limitaron su potencial de rendimiento. En contraste, el maíz y el algodón lograron mantener su potencial, ya que estratégicamente fueron sembrados en mejores ambientes y resultaron favorecidos por las lluvias.

 

Eduardo Agüero, gerente de Producción Agrícola de Palmeiras S.A., establecimiento ubicado en Mariscal Estigarribia, Boquerón, la zafra agrícola arrancó con buenas perspectivas debido a las lluvias de finales de noviembre e inicios de diciembre, que permitieron una siembra temprana de soja con un desarrollo inicial prometedor; sin embargo, la distribución irregular de las lluvias y las temperaturas elevadas durante los meses críticos afectaron el llenado de granos y limitaron su potencial de rendimiento. En contraste, el maíz y el algodón, estratégicamente ubicados en los sectores más favorecidos por la humedad y en lotes con mejores condiciones, mantienen su expectativa de buenos resultados.

 

Comentó que en este establecimiento hasta enero fueron sembradas 10 139 hectáreas de cultivos agrícolas (6327 hectáreas de soja; 1691 hectáreas de maíz y 2121 hectáreas de algodón).

 

La firma menciona que la siembra en su área de influencia inició el 4 de diciembre de 2024 con la soja, que por lo general se presenta con excelentes logros y desarrollo vegetativo hasta inicios de su etapa reproductiva bajo buenas condiciones ambientales.

 

En enero, el histórico de lluvias marcó 98 mm. “Estas fueron manifestándose en algunos sectores del campo, por arriba de ese registro, al norte y noroste del campo 75 mm; en el centro 113 mm; y en la parte sureste, con registro de tan solo 47 mm”, explicó Agüero.

 

Durante febrero las lluvias fueron mejores nuevamente al norte y noroste (143 mm), pero fueron perdiendo intensidad desde el centro al sureste del campo (75 mm), con registros de 50 mm inclusive; es decir, se presentaron precipitaciones con buenos aportes, aunque con una irregularidad marcada, a lo que se sumaron las temperaturas elevadas.

 

Destacó que estas condiciones se reflejaron, sobre todo en la soja, que atravesó un momento complicado en pleno llenado de granos, es decir, prácticamente todo lo sembrado en diciembre se vio debilitado y se observó una disminución significativa del potencial de rendimiento.

 

En lo que va de marzo, con un histórico de 100 mm, el periodo inició con buenas lluvias a partir del día 9, luego en los días 12, 13 y 14 se registraron lluvias. “Esta vez, la parte centro y sur del campo fueron más favorecidas, registrando hasta la fecha promedios de 70 mm y 100 mm, respectivamente, y la parte norte con 59 mm de promedio”, indicó el profesional.

 

En relación con el algodón, las áreas fueron sembradas en el sector más favorecido por las lluvias y en lotes con mejores ambientes, al igual que el maíz.

 

De acuerdo con el análisis de la empresa, el maíz es muy sensible al ambiente que es sembrado, por lo que expresa su potencial en lotes con buena cobertura.

 

Por su parte, puntualizó que el algodón es un cultivo de inversión considerable por hectárea (USD 850).

 

Preferimos ofrecerles (al maíz y al algodón) los mejores ambientes para que nos generen mejores resultados; por su parte, la soja nos genera resultados con rindes de 1,8 toneladas/hectárea, rinde que consideramos mucho más lograble que las 2 ton/ha de algodón y 3 ton/h de maíz en ambientes B”, sostuvo.

 

[Foto icon-camera : cultivo de algodón en Palmeiras S.A. / Gentileza Palmeiras S.A.]