El Ing. Agr. Héctor Ramírez, director general de Arrozal Agronegocios S.A., mencionó en Nación Productiva que uno de los principales cuellos de botella que enfrenta el sector arrocero es el acceso a la financiación, ya que las entidades financieras miran el precio del producto y no la productividad del cliente o del productor. Agregó que si bien bajó considerablemente el precio del arroz de USD 480 a USD 250, un agricultor bien estructurado puede producir 10 000 kg por hectárea, con lo cual tiene margen suficiente para cubrir sus compromisos.
En el agroclásico de los domingos, ocasión en la que hablamos del “Arroz: condiciones, punto de equilibrio y mercado”, Ramírez señaló que muchos campos se estructuran a mediano plazo, en el mejor de los casos, pero lo ideal es que la carga de inversión se distribuya a largo plazo. “He notado que los bancos y las fuentes de financiamiento miran mucho los precios de producto, y la estabilidad económica de la producción no pasa solamente por ahí, porque el precio sale de nuestra mano”, resaltó.
Ramírez señaló que el costo de producción está alrededor de USD 1600 la hectárea y con el precio promedio del producto de USD 250 la tonelada, el costo de producción se estaría cubriendo con 6500 kg por hectárea.
“De ahí podemos deducir que el precio del arroz no determina el riesgo de la actividad, ese mensaje yo quiero darle a la gente de las entidades financieras, el precio del producto no determina el riesgo del cliente o del productor. Nosotros tenemos que garantizar la producción a pesar de que estamos sin techo, minimizando los riesgos, haciendo nuestro deber, nuestro cultivo dentro de la época, manejando de acuerdo a la exigencia del cultivo y cosechando dentro del periodo de maduración”, recalcó.
El productor mencionó que si bien bajó considerablemente el precio del arroz, un productor bien estructurado puede producir 10 000 kg por hectárea, con lo cual tiene margen suficiente para cubrir sus compromisos.
“Digo siempre a los de riesgo, ahora están asustados porque el arroz de USD 480 bajó a USD 250 y si voy a solicitar un crédito, a lo mejor ya me miran con malos ojos, porque bajó USD 230 por tonelada, no se preocupen, para eso yo voy a producir, y si produzco 10 000 kg, estoy todavía con USD 1000 por hectárea para pagar mi compromiso”, acotó.
El profesional enfatizó que el sector puede crecer en nuevas áreas, como es el caso de la cuenca al sur del río Paraguay, donde están dadas las condiciones, pero se requieren inversiones.
“El acceso a los campos productivos, se tiene la fuente eléctrica y la fuente de agua del rio Paraguay, bien manejados nos va a permitir producir alimentos por muchos años en esa zona, el suelo tiene condiciones óptimas para producir, las técnicas y los equipamientos ya existen, pero lo que nosotros tenemos que ir corrigiendo es la parte de inversión”, afirmó.
En cuanto a la producción, dijo que si bien depende del clima al ser una industria a cielo abierto, se pueden minimizar los riesgos, escogiendo bien el área para que no sea inundable y que llegue bien el agua, y para asegurar la producción dentro del proyecto se debe trabajar siempre con semillas de calidad. “Son aspectos que nos sostienen un alto rendimiento y nos ayudan a mantener la productividad», remarcó.
Por último, enfatizó que es fundamental realizar la inversión a largo plazo, para que no haya una carga muy alta por año y ser eficientes en los costos de producción.
[Foto : Ing. Agr. Héctor Ramírez, director general de Arrozal Agronegocios S.A. / Productiva C&M]