Pablo Maluenda, especialista chileno en mercados de commodities agrícolas y uno de los disertantes de la 42° edición de la Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Industriales Molineros (ALIM) 2024, que se realizará en nuestro país del 27 al 30 de octubre, sostuvo que nuestro país ha avanzado significativamente en el desarrollo de nuevas variedades de trigo y otros granos. «Con más de 60 expertos trabajando en el desarrollo genético, Paraguay está a la vanguardia en Latinoamérica en cuanto a innovación agrícola», aseguró. Destacó, además, que para seguir impulsando la investigación y el desarrollo en el sector se debe trabajar para capitalizar la reciente calificación de grado de inversión obtenida para atraer más fondos.

 

Este año la calificadora de riesgos Moody’s elevó la calificación crediticia de Paraguay de Ba1 a Baa3, logrando por primera vez el grado de inversión. Este reconocimiento representa un paso decisivo para el desarrollo sostenible del país, consolidando su economía en el panorama internacional y abriendo nuevas oportunidades para todos los sectores de la sociedad.

 

Maluenda sostuvo que el sector agrícola paraguayo puede capitalizar esta calificación de grado de inversión para atraer fondos que impulsen la investigación y desarrollo, mejorando la productividad y la resistencia de los cultivos frente a las inclemencias climáticas.

 

Refirió que nuestro país ha avanzado significativamente en el desarrollo de nuevas variedades de trigo y otros granos. «Con más de 60 expertos trabajando en el desarrollo genético, Paraguay está a la vanguardia en Latinoamérica en cuanto a innovación agrícola», destaca.

 

No obstante, aseveró que las regulaciones impuestas por la Unión Europea sobre productos agrícolas siguen siendo un obstáculo para los exportadores latinoamericanos. Sin embargo, aseguró que la negociación es la clave para superar estas barreras.

 

«Europa es muy restrictiva en términos de productos agrícolas, pero con una buena estrategia de negociación, Paraguay y otros países pueden llegar a acuerdos que faciliten la exportación de productos como aceites de soja o girasol a cambio de concesiones en otros sectores, como la carne», explicó.

 

El gobierno de Paraguay, según Maluenda, debe estar alerta para ayudar a los sectores exportadores a negociar directamente con la Unión Europea y así asegurar que los productos agrícolas paraguayos tengan acceso a los mercados europeos.

 

Por otra parte, explicó que la oferta y demanda mundial de trigo y otros granos están marcadas por una serie de factores, desde las condiciones climáticas hasta la innovación tecnológica. «La agricultura global se enfrenta a un escenario de contrastes, con el hemisferio norte gozando de buenas cosechas, mientras que en el sur los efectos del cambio climático siguen siendo impredecibles», agregó.

 

Señaló que Estados Unidos y Canadá han tenido muy buenas cosechas de trigo, maíz y soja, con condiciones climáticas que favorecieron su crecimiento. Europa, sin embargo, ha enfrentado desafíos, particularmente en Francia y Alemania, donde las lluvias excesivas han impactado negativamente los cultivos de trigo, sostuvo.

 

A pesar de estos problemas, aseguró que no hay preocupaciones sobre el abastecimiento mundial de granos.

 

Mencionó que en Sudamérica la situación es más compleja debido a la variabilidad del clima, que está afectando de manera significativa la producción agrícola en la región, con periodos de sequía prolongados seguidos de lluvias intensas.

 

«Sudamérica tiene un gran potencial para seguir siendo una de las principales regiones productoras de alimentos a nivel global. Países como Argentina y Brasil han experimentado un notable crecimiento en la producción de trigo, maíz», acotó. También recordó que Argentina históricamente producía entre 12 y 14 millones de toneladas de trigo, pero hoy está alcanzando los 23 millones.

 

Sin embargo, preció que el mayor crecimiento en la producción mundial proviene de la ex Unión Soviética, específicamente de Rusia y Ucrania, que se han consolidado como importantes productores y exportadores de trigo y maíz. “Rusia, que en los 70 era importador de trigo, hoy es el mayor exportador del mundo”, destacó.

 

En ese sentido, refirió que el desarrollo genético y tecnológico es fundamental para mantener el crecimiento en la producción agrícola, y en este punto destacó que Argentina ha liderado el camino en la creación de una semilla de trigo transgénico resistente a la sequía, que ya ha sido adoptada en Brasil y otros países.

 

Finalmente, aseguró que aunque la producción agrícola tiene un gran potencial de crecimiento hasta 2030, se advierte que los verdaderos desafíos surgirán hacia 2050, cuando los efectos de la variabilidad climática le podrían generar serias dificultades a la agricultura global.

 

Sobre Pablo Maluenda. Especialista en mercados de commodities agrícolas, que brindará durante la ALIM 2024 un panorama exhaustivo sobre las dinámicas actuales y las perspectivas futuras que influyen en la producción mundial del trigo.

 

Confirmado como speaker en ALIM 2024, hablará sobre «Oferta y demanda mundial del trigo: Situación actual y perspectivas para el futuro de las producciones».

 

Del 27 al 30 de octubre, Paraguay será el anfitrión de ALIM 2024, a realizarse en el Gran Bourbon Asunción Hotel de la ciudad de Luque. Esta edición es organizada por la Cámara Paraguaya de Molineros (Capamol).