Tras las fuertes bajas registradas este viernes, la soja terminó la semana con altibajos en Chicago, donde los precios de la oleaginosa se negocian en el nivel más bajo desde principios de octubre de 2020. La oleaginosa culminó la rueda con disminuciones de USD 14,15 y USD 11,95 la tonelada en las posiciones de agosto y setiembre, por lo que las cotizaciones quedaron en USD 395,91 y USD 382,87, respectivamente, de acuerdo con el informe de Granar.

 

Al final de este viernes el contrato de agosto de la soja pasó de USD 410,06 a USD 395,91 la tonelada, mientras que la posición de setiembre registró un cambio de USD 394,81 a USD 382,87 la tonelada.

 

Granar explica que la liquidación de contratos hecha por los grandes fondos de inversión tuvo en cuenta un cambio en los pronósticos meteorológicos para los próximos días, que ahora incluyen buenas precipitaciones para el centro y el este del cinturón sojero/maicero entre el 29 del actual y el 3 del mes próximo. De ocurrir, estas lluvias les brindarían a los cultivos la humedad necesaria para soportar las elevadas temperaturas previstas y para comenzar agosto, que es el mes clave para los rindes de la soja, con perfiles recargados.

 

La tónica bajista también respondió a la continuidad de las buenas exportaciones sudamericanas a China que, para el caso de Brasil, otra vez se vieron estimuladas por la devaluación del real contra el dólar que, además, estimula mayores ventas por parte de los productores.

 

También a la baja, la caída del valor del petróleo, por su impacto sobre el aceite de soja y sobre la demanda de biodiésel.

 

En cuanto al maíz, la posición de setiembre pasó de USD 159,83 a USD 155,31 la tonelada, mientras que el contrato de diciembre varió de USD 165,64 a USD 161,41. Las bajas fueron consecuencia de una toma de ganancias de los inversores y de una mayor disposición vendedora de los productores en el mercado físico estadounidense, en función del repunte que lograron los precios durante la semana.

 

A esto se agregó la caída del valor del petróleo, que afecta a la industria del etanol, y la entrada de la zafriña brasileña en el circuito comercial, apuntalada por la devaluación del real contra el dólar, que mejora la competitividad de las exportaciones de Brasil, un proveedor que compite con EE.UU. por la posición en el mercado chino.

 

Como en el caso de la soja, el muy buen estado de los cultivos estadounidenses se mantiene como un hecho bajista concreto que tiene a los privados recalculando rindes posibles que, incluso, podrían superar el récord de 113,61 quintales por hectárea planteado por el USDA.

 

Por su parte, el trigo también terminó la jornada con saldo negativo. Las posiciones quedaron en USD 192,33 (setiembre) y USD 201,53 (diciembre). Se impuso como argumento el muy buen estado de los cultivos de primavera y las elevadas productividades que auguró el tour de especialistas que recorrió zonas productoras en los últimos días.

 

Aportó a la tónica bajista la recuperación que se advierte para las perspectivas rusas 2024/2025.

 

Las bajas no fueron mayores por las complicaciones vigentes para la producción en la Unión Europea.