El Ing. Agr. Pastor Soria, presidente del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), explicó a Productiva que hay intención de realizar una revisión de la Ley de Semillas para evitar la comercialización irregular de las simientes, es decir, sin el permiso del obtentor que posee la propiedad intelectual de la genética. Aclaró que el productor que adquiere semillas certificadas puede reservar una parte del material para uso propio (siembra), pero no debe venderlo. En este contexto, mencionó que se está realizando un conversatorio con los sectores involucrados para llegar a un consenso sobre el tema.

 

Ley Nº 385/94 “De semillas y protección de cultivares” prohíbe y sanciona la comercialización de semillas certificadas sin permiso del obtentor; sin embargo, esto no se cumple, por lo que se busca revisar la norma para actualizar este punto. Soria aclaró que el Senave no presentó ningún proyecto de modificación al Congreso, sino que se está trabajando en un borrador que ya se había elaborado en 2017.

 

«No existe todavía ningún proyecto de ley, nosotros aún nos regimos de la Ley del año 1994. Lo que estamos haciendo en este momento es un conversatorio de inicio o continuación del primer borrador del 2017 que no pudo avanzar hasta ahora porque cada vez que se iba a iniciar, siempre estaba la oposición a modificar la ley», sostuvo Soria.

 

El titular del Senave explicó que hay una preocupación por parte de la Asociación Paraguaya de Obtentores Vegetales (Parpov) y de la Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (Aprosemp), gremios que aglutinan a los obtentores y productores de semilla, respecto a la comercialización de las semillas que se reservan para uso propio y que luego son utilizadas nuevamente por otros agricultores.

 

«Entonces, lo que queremos hacer es una revisión, pero primero vamos a conversar con todos los actores. Incluso hablamos con los gremios de productores sobre la necesidad de sentarnos a hablar y ver cuáles son los puntos que ellos objetan para adecuar la ley, de manera a que realmente sea bien funcional y genere seriedad para las empresas obtentoras, que dicen que, si como país le damos garantía de que su semilla será protegida, entonces invertirán más», agregó.

 

Resaltó, además, que según datos de una investigación que llevan realizando, solo el 40 % de la siembra corresponde a semillas certificadas, es decir, un 60 % proviene del comercio ilegal (bolsa blanca) en maíz y soja, por lo que aseveró la importancia de revisar la ley.

 

Recordó, asimismo, que los productores que compran semillas certificadas pueden hacer la declaración de reserva para uso propio.

 

Acotó, por otra parte, que la mayor cantidad de semillas se importa de Argentina y Brasil, por lo que puntualizó que eso debe cambiar debido a que el país es un gran productor de granos y que la única forma de lograrlo es generando confianza en las empresas que hacen investigación y desarrollo.

 

«Estamos buscado con los actores para ver cómo hacer más atractivo el mercado de semillas en el Paraguay. Estoy seguro de que vamos a seguir con las conversaciones, y tendremos un avance dialogando con todos los sectores, de tal manera a encontrar la mejor solución a esta problemática», finalizó Soria.

 

Sobre la Ley Nº 385/94 – Ley de semillas y protección de cultivares: La presente Ley tiene por objeto promover una eficiente actividad de obtención de cultivares; la producción, circulación, comercialización y control de calidad de semillas; asegurar a los agricultores y usuarios en general la identidad y calidad de la semilla que adquieren, y proteger el derecho de los creadores de nuevos cultivares, en armonía con los acuerdos intrarregionales firmados o a firmarse y con las normas internacionales en materia de semillas.

 

Las semillas contienen la información genética desarrollada por las empresas de investigación y desarrollo y, por tanto, tienen la propiedad intelectual sobre ellas.