Dentro del proceso de apertura del mercado estadounidense a la carne bovina paraguaya, que actualmente se encuentra en un periodo de consulta pública, y en respuesta a las objeciones de ganaderos de EE.UU. a la importación de esta proteína, la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible (MPCS) asegura que nuestro país ofrece un producto de altísima calidad que reúne todas las condiciones de la demanda de los mercados más exigentes del mundo, resultado de un sistema de producción que promueve los valores de sostenibilidad económica, social y ambiental, y que cumple la legislación local.

 

El Registro Federal de los Estados Unidos de América publicó la propuesta del Servicio de Inocuidad e Inspección de Alimentos (FSIS), perteneciente a la agencia del Departamento de Agricultura de ese país (USDA), de realizar una enmienda a las normativas actuales que regulan la importación de ciertos animales, carnes y otros productos de origen animal para permitir, bajo ciertas condiciones, la importación de carne bovina fresca (enfriada o congelada) desde Paraguay, considerando que luego de dos auditorías se comprobó la equivalencia sanitaria entre ambos países, y habilitó la consulta pública desde el 27 de marzo de este año.

 

En este contexto, la MPCS, integrada por sectores de la industria, la producción, los proveedores de insumos y servicios, el consumo, así como organizaciones de la sociedad civil, por medio de un comunicado, defendió el avance que está teniendo la producción de carne paraguaya, como resultado del trabajo de integración de la cadena cárnica.

 

La MPCS garantiza al mercado americano, al igual que a cualquier otro mercado internacional, que la producción de carne en nuestro país promueve los valores de sostenibilidad económica, social y ambiental de los sistemas productivos, además del cumplimiento de la legislación local. Sostiene que hace varias décadas Paraguay se basa en la integración de la cadena de valor de la carne, recordando que la economía nacional es altamente dependiente de la producción agropecuaria.

 

Asimismo, indica que la calidad organoléptica e higiénica sanitaria de la carne paraguaya está garantizada por todos los actores de la cadena de valor (productores, industriales, organizaciones de la sociedad civil, proveedores de insumos y servicios y minoristas). Cuenta, además, con el respaldo del sector público y de los organismos internacionales, que acompañan los procesos como veedores y auditores de todo el sistema productivo.

 

Con certificación del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), la MPCS asegura que se ofrece un producto de altísima calidad que reúne todas las condiciones de la demanda de carne de los mercados más exigentes, minimizando riesgos de salud pública y animal. Se considera también todos los puntos de control crítico desde la producción, el transporte, faenamiento y manipulación del producto final de acuerdo con la reglamentación del organismo oficial, enfatiza.

 

En su comunicado la MPCS expresó que la actividad agropecuaria ocupa al 17 % de la población económicamente activa (PEA) del país, con más de 130 000 ganaderos, quienes junto a la industria, el comercio y los servicios relacionados generan alrededor del 11 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Paraguay, que generan a su vez empleos e ingresos en todos los niveles, “desde el sencillo peón de campo, hasta el exportador, pasando por numerosas instancias intermedias”, recalca.

 

“La ganadería paraguaya hoy es uno de los pilares básicos de la economía nacional y se encuentra en un proceso de mejora continua, mediante la adaptación, eficiencia, innovación, la capacitación y a base de ciencia y experiencias locales exitosas, conforme los lineamientos de una ganadería sostenible del siglo XXI”, puntualiza el escrito.

 

Resalta que la ganadería moderna de Paraguay cuenta con una sólida base productiva de genética, con animales adaptados y productivos, sistemas reproductivos eficientes, sistemas alimenticios ajustados a las necesidades nutricionales y clima, integración agricultura-ganadería-forestal, sistemas silvopastoriles, manejo de sistemas de rotación y aprovechamiento de pastizales, protección de bosques y de causes hídricos, mejoramiento del bienestar animal, entre otros.

 

Pedido. Ante la propuesta de modificar la normativa de EE.UU. para que se pueda importar carne desde Paraguay, la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne de EE.UU. (NCBA, por sus siglas en inglés) solicitó a su gobierno no habilitar la importación del producto, porque consideran que “Paraguay tiene un historial de brotes de fiebre aftosa y pone en peligro la seguridad de los consumidores estadounidenses y la salud del ganado bovino”.

 

En su escrito, dirigido al secretario del Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA), Tom Vilsack, el director ejecutivo de Asuntos Gubernamentales de la NCBA, Kent Bacus, expresó: “Estados Unidos tiene los estándares más altos de salud animal y seguridad alimentaria en el mundo porque confiamos en la información más actualizada y los más altos estándares basados en la ciencia. El USDA no debe proceder con esta solicitud hasta que se pueda realizar una revisión exhaustiva con la información actual que demuestre la equivalencia de Paraguay en los estándares de salud animal y seguridad alimentaria”.