Paraguay es el único país de Sudamérica que le reconoce políticamente a Taiwán; sin embargo, eso no se traduce en el ámbito comercial. Es por ello que la Unión de Gremios de la Producción (UGP) considera que esa “amistad” política debe necesariamente reafirmarse por medio de las asociaciones comerciales. Es decir, además de ser amigos, ambos países deben ser socios.

 

En una postura tajante, la UGP considera la relación entre Taiwán y Paraguay de amistad, pero no como una sociedad comercial. De acuerdo con el gremio, “la relación comercial entre ambas naciones es poco significativa, ya que los datos comerciales muestran fría y objetivamente esa relación en torno a dos de los principales productos de nuestro país en calidad y volumen (carne y soja), y uno, el sésamo, en calidad”.

 

En cuanto a la soja, y de acuerdo con los datos expuestos por el gremio, la República de China en Taiwán se provee mayoritariamente de países que políticamente no le reconocen, mientras que su compra a Paraguay, el único de Sudamérica que le reconoce políticamente, es completamente nula.

 

Hoy en día, Taiwán no importa un solo poroto de soja paraguaya. Sus principales proveedores son Estados Unidos, Brasil e incluso Argentina, que exporta pocos granos. En total, estos tres proveedores representan el 98 % de sus importaciones de la oleaginosa; en cambio, Paraguay, “su amigo”, está fuera, enfatiza la UGP.

 

La UGP acota que si bien las compras de Taiwán con respecto a la carne paraguaya han aumentado en los últimos años, los números no son significativos aún (8 % del total exportado entre enero y abril de este año). “Se trata de un área en la cual la amistad política cierra las puertas del segundo comprador de carne del mundo –China continental-, un comprador cuya demanda crece fuertemente año a año”, asegura.

 

En cuanto al sésamo paraguayo, la situación es aún peor, resalta la UGP. Este producto cuenta con ventajas arancelarias (free) frente al resto de los competidores, pero Taiwán sigue comprando de Brasil y Bolivia, aun sin preferencias.

 

En este caso, no es una cuestión de calidad, ya que el sésamo nacional se exporta a países muy exigentes como Japón sin reclamos e incluso llegando a utilizar sistemas fitosanitarios estrictos indicados por el mercado japonés.

 

El relacionamiento entre países se mueve principalmente en tres niveles: político, económico y cultural. Existen amigos a nivel político, socios comerciales y en relaciones culturales, pero lo extraño, en este caso, son los amigos políticos que no funcionan como socios comerciales, resalta el gremio.

 

“Este tipo de relaciones tienen un futuro cada vez más breve porque en un mundo tan cambiante como el actual las presiones comerciales o los graves eventos de salud, ponen el foco en las gestiones políticas, que normalmente quedaban en un oscuro segundo plano, y provocan cambios”.

 

Para el gremio de productores el escenario y los números expuestos son claros e incontestables y constituyen una fuerte alerta a quienes manejan los aspectos políticos, hoy inseparablemente unidos a las sociedades comerciales.

Finalmente, considera que hay que sentarse a conversar con los amigos políticos y buscar soluciones.