Desde Chile, la Ing. Agr. Christine Stark Riegger mencionó en Productiva BIO, el primer encuentro de tecnología biológica de Paraguay, llevado a cabo el pasado 3 de abril en el Hotel Gran Nobile de Ciudad del Este, que el mundo requiere una mayor producción de alimentos y que esta necesidad tiene conexión directa con la biotecnología, cuyo uso impacta directamente en la salud, en la agricultura y en el medioambiente.

 

“Aplicación de microrganismos benéficos y bioinductores en la productividad de cultivos agrícolas” se denominó la exposición de la profesional durante el evento organizado por Productiva Comunicación & Marketing.

 

“El crecimiento de la población mundial requiere una mayor producción de alimentos. A la fecha, abril de 2024, la población mundial ha pasado a más de 8 mil millones de habitantes, por lo tanto, el objetivo para la agricultura hoy es aumentar la producción de alimentos en un 70% durante los próximos 40 años. Asimismo, globalmente más de mil millones de personas sufren hambre crónico cada año y esa cantidad equivale a la población total de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea”, sostuvo.

 

En ese sentido, destacó cómo puede contribuir la biotecnología en la producción de alimentos a través del desarrollo de cultivos que posean mayor tolerancia a la seguía y a otros factores de estrés, que disminuyan su demanda de agua y fertilizantes y que sean más resistentes a patógenos y tengan mejor calidad nutricional.

 

“Hay un factor importante, que es la modificación genética, y luego nosotros trabajamos fundamentalmente en la optimización de la fisiología de la planta a través del manejo del concepto o la trilogía (planta, bacteria, suelo) dirigido principalmente a la rizósfera. Entonces, la biotecnología impacta en la salud, en la agricultura y en el medioambiente, por ello podemos trabajar en el desarrollo de medicamentos, alimentos más saludables, alimentos de mayor calidad y sobre todo una producción sostenible”, aseguró Stark.

 

Finalmente, resumió cómo se puede potenciar el desarrollo del cultivo trabajando con microorganismos, bioactivando a la planta a través de la producción de fitohormonas por parte de estos microorganismos específicos, solubilizando y traslocando fosfato, potasio, hierro y otros elementos a través de la edificación de la rizosfera, fijación y absorción de nitrógeno.

 

Así también, a través de la reducción del estrés abiótico en las plantas y al mismo tiempo de la generación de bioprotección de estas por medio de los microorganismos, pero, especialmente, de la inducción de la resistencia sistémica, que es la que finalmente va a dar el efecto preventivo, lo que culmina en el incremento exponencial del rendimiento y en la calidad del cultivo.