Ante el panorama de escasez observado en Estados Unidos tras la finalización de la trilla de soja, Iván Barbero, analista de granos para Agroeducación, realizó un informe sobre cómo esta situación puede beneficiar al mercado, pues se está proyectando un escenario ajustado a lo largo de la temporada 2020/2021.

 

De acuerdo con los números del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), los 7.9 millones de toneladas, que por el momento se estiman como existencias finales resultan equivalentes a solamente 23 días de demanda total (esto comprende el consumo doméstico y la exportación). Esta situación implica un escenario diametralmente opuesto a lo percibido en 2018/2019, cuando se registró un ambiente superabundante con inventarios que alcanzaban para 83 días en plena guerra comercial entre EE. UU. y China.

 

El análisis indica que para encontrar un año comercial con cuentas más incómodas es necesario remontarse a la campaña 2015/2016, cuando los inventarios finales satisfacían 18 días de demanda.

 

Desde ese momento, se advierte que la avidez especulativa no se detiene, acumulando al 20/10 en Chicago 230 000 contratos (equivalente a 31 millones de toneladas). De esto se desprende que el nivel actual se acerca a los máximos históricos en términos de tenencias de los fondos, cuyo registro data de mayo del 2012 cuando se excedieron ligeramente los 240 000 contratos (32.6 millones de toneladas).

 

Si se tienen en cuenta las últimas 20 semanas (período en que la soja en la plaza de referencia ha ganado USD 75), los inversores institucionales han adquirido 220 000 contratos, es decir, una mayor secuencia de compras para ese segmento desde mayo de 2016.

 

Barbero menciona que ante esta coyuntura la participación de la especulación sobre el total de contratos abiertos se ha afirmado por encima del 20 %, hecho que no ocurría desde mayo del 2019. “Esto no debe soslayarse ya que semejante porción puede incrementar significativamente la volatilidad en el corto plazo”, señala el analista en su informe.

 

En realidad, el incremento abrupto observado en esta relación (al 11/8 era de solamente 3.5 %) porque ya se ha incrementado notablemente la volatilidad (y por ende, encareciendo el valor de las opciones) en Chicago.

 

El informe indica que el panorama de escasez en EE. UU. tiene un lógico correlato, considerando el diferencial durante los primeros cinco meses del 2020 cuando se advirtió un inverso de USD 59, lo que denota que el mercado está castigando severamente el traslado de las existencias a la próxima campaña. Este escenario resulta atípico en la evolución histórica, ya que para esta fecha solamente se ha asistido a un spread mayor en lo que respecta al año 2013, cuando llegó a USD 74.

 

El analista resalta que el contraste en los valores relativos no pasa inadvertido, teniendo en cuenta que al 14/10 solamente se habían comercializado 33.5 millones de toneladas, de los cuales 26 millones de toneladas tienen precio asignado entre ventas disponibles y negocios fijados, restando aproximadamente 16 millones de toneladas por comercializarse.

 

En lo que se refiere a la actual campaña, los valores al 1/9 (cuando se está terminando de definir la superficie a sembrar), muestran por el momento un salto del 17 %.

 

Asimismo, una mirada retrospectiva muestra que la performance actual es la segunda mejor en 15 años, habiéndose verificado el pico en 2011 cuando para esta época el aumento en las cotizaciones trepaba al 21 %.

 

“Para los que creen que los incrementos registrados en los últimos meses en la soja nueva han sido excesivos, deben contemplar que en 2011 el fortalecimiento de la posición mayo llegó a superar el 40 % para diciembre, y que a pesar de la corrección que se originó posteriormente hasta finales de abril los precios continuaron siendo superiores a los de la última parte de octubre”, puntualiza Barbero.

 

Por su parte, un análisis estacional desde 2007 marca que entre 22/10 y 22/01 la soja mayo en Matba ha exhibido un comportamiento favorable, con un aumento promedio que excede los USD 6 para esa ventana de tres meses.

 

Independientemente a la dirección que haya tomado el mercado, en cuatro casos se ha asistido a variaciones en las cotizaciones por encima de USD 30, lo que ayudó a generar una considerable volatilidad promedio mayor a USD 19 para ese segmento en los últimos 13 años.

 

El analista, por último, menciona que un panorama tirante para la soja en EE.UU. está generando un contagio muy positivo en la plaza doméstica, aunque esto al mismo tiempo provoca una brusca disociación entre los valores del ciclo en curso y de la siguiente temporada.

 

Las existencias indefectiblemente deberán ser comercializadas en los próximos tres meses para evitar el perjuicio de la transición de cosecha, lo cual puede ser complementado con la compra de un call mayo en aras de aprovechar potenciales ganancias que se produzcan en el mediano plazo”, concluyó.

 

Con respecto al ciclo 2020/21 la estacionalidad avala postergar la comercialización; no obstante, se comienza a transitar un segmento de cambios bruscos en los precios que crea incentivos para al menos comprar Puts y construir valores mínimos.

 

[Fuente: https://www.agroeducacion.com/web/poca-soja-en-eeuu-y-consecuencias-favorables-para-el-mercado-local/]