Luego de una campaña récord en los Estados Unidos la lógica indicaba que los precios de los commodities agropecuarios sufrirían una baja más que importante pero la realidad mostró que la demanda internacional continúa muy activa y sostuvo al mercado. A la par, las cotizaciones locales también soportaron los distintos embates, incluso cuando en el mercado de Chicago había mermas.

Ahora bien, por lo pronto, las perspectivas para el año que está por comenzar, según el mercado de futuros, son alentadoras ya que los precios de los contratos se muestran sostenidos.

Juan Manuel Garzón del instituto Ieral de la Fundación Mediterránea indica en un informe: «lo sucedido con los precios en este último mes y lo que revelan los mercados de futuros permiten ser optimistas, aunque ello no implica desconocer los riesgos de una reversión en las cotizaciones asociada no tanto a factores de mercado sino más bien a cómo puede evolucionar la macroeconomía mundial a partir del nuevo gobierno de Estados Unidos».

Justamente, más allá del denominado «efecto Trump», por ejemplo en el caso del aceite de soja, actualmente está cotizando a alrededor de 15% más que en 2015, luego de que recientemente la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. proyectara un mayor consumo de biodiésel para los próximos año. Así quedaron lejos las declaraciones del presidente electo de los Estados Unidos en las que desconocía el calentamiento global.

Por supuesto que todavía queda mucho camino por recorrer y se puede abrir otra historia, ya que las posibles medidas proteccionistas que tomaría Trump complicarían su intercambio comercial, sobre todo con China pero ante este caso se abrirían, al mismo tiempo, nuevas oportunidades para Sudamérica, candidato ideal para abastecer al gigante asiático.

Por el momento son todas especulaciones pero los especialistas coinciden en una cuestión fundamental: el mundo sigue demandando commodities agrícolas y a pesar de las super cosechas mundiales, el mercado se muestra sostenido para los primeros meses del próximo año.

En este contexto mientras influyen «la desaceleración del comercio mundial, la depreciación de algunas monedas importantes (caso del Yuan Chino) y la preocupación acerca de los efectos sobre el comercio mundial. Todavía hay factores operando en sentido contrario para los precios de principales granos y subproductos relevantes para Argentina», explica Garzón.

Por último, localmente, los pronósticos de una posible seca en medio de la campaña agrícola 2016/17 también juegan un rol fundamental y aquí el mercado climático ya está operando aunque muy poco y las proyecciones son alentadoras.

Fuente: Agrofy