La carinata, conocida como la soja de invierno, logró resultados satisfactorios en su primera campaña en el país, pues alcanzó rindes promedios por encima de los 1500 kg por hectárea y en algunas zonas llegó, incluso, a los 2000 kg/ha, expresó a Productiva el Ing. Agr. Sebastián Vázquez, gerente técnico de la firma Nuseed, quien mencionó, además, que este año fueron sembradas 7000 hectáreas y la proyección de la empresa es triplicar la superficie para el próximo ciclo agrícola, entre 20 mil y 25 mil hectáreas.
El profesional resaltó que la campaña fue bastante buena, pues obtuvieron resultados muy satisfactorios con el cultivo en la mayoría de las regiones donde se sembró la carinata. “Estamos hablando de un promedio arriba de los 1500 kg por hectárea y hubo regiones que alcanzaron hasta 2000 kg por hectárea, principalmente hacia el norte, en el departamento de Canindeyú. También hacia el departamento de Alto Paraná tuvimos rendimientos por encima de 2000 kg por hectárea”, acotó.
Vázquez resaltó que este año se sembraron 7000 hectáreas a nivel país y la proyección es triplicar la superficie para la próxima campaña. “Estamos hablando de unas 20 mil a 25 mil hectáreas de proyección que tenemos como empresa y ojalá sea más”, expresó.
El ingeniero agregó que el cultivo se esparció bastante tanto en la zona sur como hacia el norte del país. “En el sur, hacia la zona de Carlos Antonio López, también en la zona de Alto Paraná, en el sector de Minga Guazú y en los alrededores. En Canindeyú en la zona de Puerto Adela, donde tuvimos resultados bastante satisfactorios. Asimismo, hacia el norte, en la zona de San Pedro, en Río Verde se obtuvo arriba de los 1500 kg por hectárea”, acotó.
En cuanto al punto de equilibrio, mencionó que está en torno a 800 y 900 kg por hectárea. “El precio que se está manejando es de USD 400 por hectárea, prácticamente USD 200 de renta estamos teniendo, y eso para tener en invierno con otro cultivo es un poco difícil”, acotó.
Asimismo, explicó que todos los granos producidos por el agricultor tienen asegurada la venta. “Eso es muy interesante para que el productor tenga esa confianza”, añadió.
El precio de la carinata, a diferencia de otros cultivos, no se ve afectado por una mayor oferta del producto. Los agricultores tienen un contrato de venta de granos establecido antes de sembrar y pueden optar por cerrar el valor en el momento de la implantación o esperar hasta la cosecha, según la estrategia de cada uno.
Por otra parte, enfatizó que los productores se muestran optimistas con este cultivo, ya que ofrece una renta atractiva en una época del año en la que las condiciones climáticas no suelen ser favorables. “Entonces, con este cultivo vamos a tener un panorama un poco mejor, por algo se le llama la soja de invierno”, remarcó.
Subrayó, igualmente, que es un cultivo bastante rústico, que tolera muy bien la sequía y ayuda mucho a mejorar el suelo. Es un rubro que puede cumplir distintas funciones, tanto de renta como para el mejoramiento del suelo. “El cultivo vino como para quedarse y extenderse en área”, aseguró.
El productor siempre busca rotar los cultivos y obtener rentabilidad y con la carinata se está logrando ese objetivo, aseguró. “Uno de los beneficios más importantes es el control biológico de los nematodos porque su factor de reproducción es menor a 1, además de su raíz pivotante”, manifestó.
Agregó que aporta una gran cantidad de materia orgánica tanto abajo como arriba del suelo. “En el suelo estamos hablando de tres a cuatro toneladas de materia orgánica y arriba del suelo estamos hablando de 10 toneladas de materia seca, que es muy importante para una siembra directa sostenida”, concluyó.
[Foto: Sebastián Vázquez / Archivo / Productiva C&M]