El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó, el pasado 7 de octubre, la detección de un nuevo caso de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) H5 en aves de traspatio en la localidad de San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires, con el cual suman siete los brotes detectados en Argentina en lo que va de este 2025. No obstante, este último al no tratarse de una granja comercial, no afecta su recientemente restituido estatus sanitario de país libre de la enfermedad validado por la OMSA.  

 

Según el reporte oficial, el hallazgo se produjo luego de que se notificara un cuadro clínico en gallinas con signos compatibles con la enfermedad como crestas y barbillas cianóticas, además de alta mortalidad en menos de 48 horas. Ante el resultado positivo, el Senasa dispuso el sacrificio sanitario y enterramiento de todas las aves afectadas, seguido por tareas de limpieza y desinfección del predio.

 

El organismo aclaró que, al tratarse de un brote en aves de traspatio y no en establecimientos comerciales, el caso no afecta el estatus sanitario de Argentina ni sus actividades comerciales, recientemente autodeclarado país libre de influenza aviar.

 

Tras la atención y cierre del brote de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5 detectado en agosto en la localidad de Los Toldos, provincia de Buenos Aires, en una granja comercial de gallinas ponedoras, el Senasa se autodeclaró libre de la enfermedad y remitió el informe correspondiente, el pasado 1 de octubre, a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que ya lo publicó en su sitio web oficial.

 

Como medida preventiva después de este último caso, el Senasa interdictó el predio y estableció un área de control y vigilancia alrededor del foco, con el objetivo de realizar monitoreos y determinar posibles nexos epidemiológicos.

 

El organismo reiteró la importancia de que los productores avícolas refuercen las medidas de bioseguridad establecidas en la Resolución Senasa N° 1699/2019, como el manejo sanitario adecuado, la higiene permanente y el control de accesos a los establecimientos. Asimismo, recomendó a los tenedores de aves de traspatio mantenerlas protegidas del contacto con las silvestres, utilizar ropa exclusiva de trabajo, desinfectar las instalaciones con frecuencia y restringir el acceso de aves silvestres a fuentes de agua y alimento.

 

Finalmente, el Senasa les instó a todos los actores del sector a notificar de manera inmediata cualquier sospecha de influenza aviar, ya que la detección temprana es clave para contener y evitar la propagación del virus.

 

Casos. El primer brote del año se detectó el 14 de febrero en Tres Isletas, departamento de Maipú, en la provincia de Chaco. El 15 de julio se confirmó otro en aves de traspatio en Lezama, provincia de Buenos Aires, con afectación en varias especies domésticas.

 

En agosto, se reportaron tres nuevos brotes en la provincia de Buenos Aires. El 1 de agosto se notificó un caso en aves de traspatio en Navarro. Luego, el 14 se detectó otro foco en Arrecifes y el 19 la gripe aviar alcanzó a un establecimiento comercial de aves de postura en Los Toldos, partido de General Viamonte.

 

Luego, el 2 de setiembre se confirmó otro caso de influenza aviar en aves de traspatio, pero en la provincia de Entre Ríos, en la localidad de Laurence, departamento de Nogoyá. Y con este último, registrado en la localidad de San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires, también en aves de traspatio, suman siete brotes en lo que de este 2025.