La agricultura chaqueña pasa de un extremo a otro. Luego de prolongadas y severas sequías, ahora padece -en algunas regiones- exceso de agua, hecho que restringió la posibilidad de lograr una buena cosecha; no obstante, existen acciones en las que el productor chaqueño debe insistir para reducir la brecha del riesgo climático y sumar factores en la estructuración del suelo, un componente innegociable dentro de este proceso de consolidación de la agricultura en la región Occidental.

 

“A veces debemos renunciar a la renta, pero debemos apuntar a la sostenibilidad del negocio, a crear un sistema de producción”, arrancó diciendo en la entrevista a Productiva, Marcos Kain, director de Kurepa Kue, al costado de una parcela de trigo, prácticamente sin rastros de peladares y con una emergencia uniforme.

 

Productiva visitó la unidad productiva La Patricia, en la región de La Patria, departamento de Boquerón, en donde la empresa Kurepakue alquila 2050 hectáreas de una propiedad en donde desarrolla la agricultura. Allí se practicaba una ganadería bastante eficiente, que evitaba el sobrepastoreo de las áreas, hecho que favoreció a la instalación de rubros agrícolas.

 

Hernán Fernández, más conocido como el Rulo Fernández, director de Kurepakue, comentó que la agricultura tiene principios, como la rotación de cultivos, y que el Chaco te obliga a realizarlos para reducir el efecto de los fenómenos. Por eso insistió en la cobertura del suelo, tras lograr una cosecha de soja 2400 kg por hectárea en la última zafra o de rindes cercanos a 1000 kg de poroto mung, que ayudan a estabilizar nuevamente el sistema productivo.

 

Por su parte, Marcos Kain, recordó el escenario complicado experimentado en la campaña pasada, cuando registraron una pérdida importante que, de no ser por el acompañamiento de los proveedores y los propietarios del campo, se hubiera dificultado seguir trabajando en esta campaña.

 

Fiel a su estilo, Productiva llegó a este campo en donde se observaba una cobertura de trigo y centeno, el primero con posibilidades de ser cosechado para semillas, pero, principalmente, para cobertura del suelo, para lo cual se desecaría la mayoría del área en hoja bandera, mientras que el segundo se aboca a un plan netamente de cultivo de servicio.

 

En otra zona, donde había áreas compactadas, realizaron una pasada de rolo aireador, seguidamente de una siembra de sudán negro para complementar la tarea de integrar “fierros y descompactadores biológicos”, con el objetivo de lograr un suelo que permita una mayor cobertura, mejor infiltración y una reducción de la temperatura en periodos críticos durante el verano.

 

En otro de los lotes, apenas cosechado el maíz, explosionaba la ruziziensis, dando mayor fortaleza a un Sistema Santa Fe, que además de proveer un producto de renta como el maíz, también genera un impacto en el suelo, porque le brinda cobertura y genera microorganismos.

 

En la edición de Revista Productiva y en los programas de Productiva TV se estarán emitiendo las experiencias observadas en esta unidad de producción, que sigue asumiendo desafíos de cara al futuro.

 

[Foto: Establecimiento La Patricia / Productiva C&M]