El Ing. Agr. Silvio Brissio, asesor técnico de Agroganadera Karanda´y Poty, unidad productiva ubicada en el departamento de Canindeyú, durante la visita del equipo de Productiva, mencionó que el riego de las pasturas permite aumentar la carga animal hasta 10 cabezas en etapa de recría, mientras que con el sistema de telemetría se elabora una ficha técnica que proporciona todos los datos del ejemplar durante su estadía en el establecimiento, que luego son utilizados tanto para reponer el plantel como para armar un corral homogéneo en el confinamiento. Enfatizó que cada animal en un plazo de un año debe ganar más de 300 kg; en recría, entre 750 y 900 gramos y en terminación, hasta 1,5 kg por día.

 

El establecimiento cuenta, actualmente, con tres ciclos productivos, con dos etapas de recría en pastura: una primera parte sobre secano y la segunda, sobre riego. La reposición de los animales se realiza cada cuatro meses con 1500 desmamantes y con la incorporación de tecnología de riego en pastura se va incrementando la carga. “La compra de enero, la compra en mayo y el último ciclo es en setiembre. Siempre se busca adquirir de corta distancia, pero, básicamente, se compra de todo el país, hay veces que traemos del Chaco, de San Pedro, de Misiones”, acotó.

 

Resaltó que el sistema de telemetría permite que los animales entren con una ficha técnica, mediante un software, que lleva el historial de cada ejemplar durante su estadía en el establecimiento, que es de, aproximadamente, de 365 días. “Nuestro objetivo como empresa es estar arriba de los 300 kg de ganancia de peso vivo dentro del establecimiento, o sea, si entran con 220 kg, tienen que salir con 520 kg, y siempre lo que buscamos es llegar con los animales a la industria con 520 kg”, remarcó.

 

El sistema de telemetría recolecta los datos de los animales en diferentes momentos y en cada etapa de producción, lo que permite tomar mejores decisiones, ya sea en el manejo como a la hora de la compra para la reposición. “Cuando pasan por la manga, ya sea para el trato o la sanitación, se pesa, y automáticamente nos va dando información sobre ese animal, nosotros teniendo la información, el comportamiento de ese animal, sabemos de qué proveedor podemos volver a comprar; básicamente, estamos sabiendo su genética”, añadió.

 

El profesional resaltó que antes de que el Senacsa implementara la obligatoriedad del sistema de identificación individual de cada animal, el establecimiento ya venía trabajando con chips de alta frecuencia. “Con dispositivos en todo el campo como los bebederos smart, se mide desde que el animal está en el campo, cuando viene a la báscula se pesa automáticamente y toda esa información es subida a la nube, luego tenemos un sistema que está en la nube, en nuestros celulares, en la consola de recolección de datos, que, básicamente, guarda toda esa información”, manifestó.

 

Explicó que la mayoría de los potreros tiene pasturas consorciadas, entre dos o tres especies. “Hay Brachiaria decumbens con marandú, hay C4, tenemos muchísimas variedades que vamos probando. Hay pastura de zuri también, sobre todo los campos que están en riego”, expresó.

 

Brissio dijo que antes el establecimiento contaba con dos etapas de producción: nueve meses en pastura y tres meses en confinamiento, y que a partir de junio de 2025 se dividió en tres. La primera etapa el animal entra con 220 kg y queda sobre pastura en secano hasta llegar a 300 kg, y desde ahí pasa a pastura sobre riego.

 

La ganancia de peso promedio de los animales que entran en la pastura en secano es de 750 gramos por día y sobre riego llega a 900 gramos por día, inclusive a un kilo en algunas tropas. “Siempre en todo el proceso se le suplementa, en la pastura en secano se le da un tipo de proteinado y en la pastura sobre riego es otro tipo de proteinado, que es una proteína más real”, precisó.

 

La incorporación del sistema de riego permitió aumentar la carga animal hasta 10 cabezas por hectárea. “En invierno estamos con 8.5 cabezas y la proyección para verano es tener 10 y un poco más y la carga en secano estamos en 3.2 cabezas por hectárea, es importante entender que las cabezas por hectárea en el secano son desmamantes de pocos kilos porque entran de 200 a 300 kg”, mencionó y agregó que los campos ganaderos tienen el mismo trato que los suelos agrícolas de agricultura de precisión.

 

La unidad productiva cuenta con 1500 hectáreas de pastura, de las cuales 414 hectáreas tienen sistema de riego, con una carga de 4600 a 5000 cabezas en el año. Mientras que el confinamiento cuenta una capacidad estática de 3000 cabezas. “Nuestro proyecto es llegar a 700 hectáreas de riego, ahí nuestra capacidad total del campo llegaría a 10 000 cabezas; hoy estamos procesando 6500 cabezas total en el año”, expresó.

 

La telemetría también permite armar los corrales por ganancia diaria que tuvieron en pastura. “Desde ahí el primer éxito nuestro, tratar de armar los corrales lo más estables posibles y los más homogéneos posibles en kilogramos. Entonces, un animal que está ganando 800 gramos en el campo, vos cuando armás el corral de 130 animales, esos animales no pueden tener mucha diferencia en su histórico de ganancia diaria”, enfatizó y agregó que en el confinamiento registran ganancia de 1,450 kg a 1,500 kg por día.

 

Mencionó que el confinamiento se mantiene cargado con 2000 cabezas para aprovechar algunas oportunidades de negocios. “Cuando los animales vienen con 170 a 180 kg, que son buenos para comprar, nosotros dejamos dentro de un circuito de recría rápido dentro del confinamiento para largarlos a campo a partir de los 220 kg”, concluyó.

 

[Foto: Ing. Agr. Silvio Brissio, asesor técnico de Agroganadera Karanda´y Poty / Productiva C&M]