Teresita Adorno, socia-gerente de Agroganadera Karanda’y Poty, establecimiento ubicado en el distrito de Puente Kyha, departamento de Canindeyú, habló con Productiva sobre los desafíos que representa como mujer liderar un equipo de trabajo dentro del negocio ganadero, con vicisitudes propias como el clima y el mercado, además de otros factores. El pasado viernes 04 de julio la firma realizó su primera jornada de Ganadería Resiliente, donde compartieron los datos productivos del modelo intensivo de producción de carne, recría a pasto con sistema riego y terminación en confinamiento que emplean, ocasión en la que la productora aseguró sentirse orgullosa de todo lo que logró y que con su trabajo busca inspirar a otras mujeres.
La ganadera se emocionó al recordar sus inicios como productora con pocas cabezas de ganado y aseguró que está orgullosa como mujer de los logros obtenidos en la unidad de producción. “Me siento orgullosa de todo lo que logré como mujer, y eso forma parte de lo que yo quiero inspirar a otras mujeres que se animen y que no hay ninguna vergüenza de trabajar en un mundo rural, es algo mágico y a mí me encanta, no me veo diferente cambiar los tacones por las botas, definitivamente”, afirmó.
El pasado viernes 04 julio Agroganadera Karanda’y Poty realizó su primera jornada de Ganadería Resiliente. “La verdad, es un sueño acariciado hace mucho tiempo y llegamos a seis años de producción y por qué se llama resiliencia es la pregunta que mucha gente me hace, y Karanda’y es resiliente desde su nombre hasta lo que es, porque nosotros empezamos desde cero», manifestó.
Enfatizó que la idea principal fue mostrar que se puede hacer una ganadería eficiente y resiliente con un manejo adecuado de los recursos, pese a las vicisitudes propias del negocio ganadero como el mercado o el clima. “Hay que inspirar a tus semejantes para lograr lo que se logra y eso es resiliencia, no es solo soportar las situaciones adversas, porque la vida te va a dar eso, porque la vida te va a dar lo malo también, pero eso tiene que ser para aprender y transformar y eso es resiliencia”, concluyó.
Explicó que la empresa de producción de carne arrancó hace seis años con unas pocas cabezas y que el modelo de negocio es un sistema intensivo de recría y terminación, en el que se adquieren los desmamantes con un peso promedio de 220 kg, que entran a pasto en un periodo de adaptación y luego se les proporciona 0.1 % de suplemento en pasto hasta llegar a un nivel de peso y de suplementación de 0.3 %.
Luego, de ocho a nueve meses, cuando alcanzan el peso de 380 kg, pasan directamente al confinamiento. “No permitimos animales más de un año en el campo, entran y tienen que salir máximo 12 a 13 meses con un peso terminado”, acotó y agregó que una buena parte de la pastura cuenta con sistema riego que permite elevar la carga de animales a campo.
Enfatizó que hay factores importantes que deben tener en cuenta para que el negocio funcione, como la compra de animales de reposición con buena genética y las condiciones del suelo donde se realizará la recría. “Es muy importante que nuestro suelo esté en condiciones, la pastura, el agua y la sanidad”, remarcó
Recalcó también la importancia de que el animal forme una buena carcasa en la recría. “Por eso se le da un suplemento proteico, trabajamos con un buen balance forrajero, en la recría se hace todo, en el confinamiento -como nosotros hablamos- solamente ya se termina, pero la recría es la base”, remarcó.
Otro factor relevante en el que la productora hizo hincapié es la planificación para que el ganado pueda tener alimentos durante todo el año, ya sea en el campo o en el confinamiento. “Nosotros estamos haciendo maíz, sorgo, milleto y todo lo que el ganado pueda consumir, siempre planificando de acuerdo con la cantidad de cabezas que vamos a cargar y de acuerdo también con el pasto que estamos teniendo y el resto lo negociamos con nuestros vecinos productores de maíz, de sorgo. Hacíamos anteriormente agricultura de renta, hoy es totalmente para consumo ganadero”, añadió.
Agregó que otro punto a considerar es el manejo de los recursos. “Otro tema es el manejo, el pastoreo no es fácil, hay que ir capacitando constantemente, le das mucho pasto, le dejas por el suelo o le dejas encañado, esto es intensivo, una conjunción de cosas”, recalcó.
Adorno mencionó que el precio del ganado terminado es favorable, con oportunidades interesantes en su relación con los precios de insumos agrícolas, que está un poco bajos, pero que la incertidumbre siempre está, por la falta de previsibilidad. “De repente por un factor externo de lo que es nuestro trabajo ocurren cosas que te bajan el ánimo del trabajo, pero es así”, expresó.
[Foto: Teresita Adorno / Productiva C&M]